Buenas noticias para el Celta en el parón de selecciones. Brais Méndez (Mos, 1997) vivió anoche en primera persona la clasificación de la selección española para el Mundial de Qatar que se celebrará el próximo año después de jugar ante Suecia en La Cartuja de Sevilla.
El centrocampista pudo disputar su cuarto partido con el combinado nacional, todos bajo la dirección de Luis Enrique. El maestro de Juan Carlos Unzué, técnico que lo llevó al primer equipo, optaba por el canterano para amarrar el resultado tras el gol de Morata.
Después de entrar al terreno de juego en el 89 solamente tendría tiempo a recibir una tarjeta amarilla tras un forcejeo con Zlatan Ibrahimovic en un córner. Sorprende que el asturiano, quien no apostó por él en la cómoda victoria ante Grecia de la semana pasada, optara por él en ese instante.
El estadio, de infausto recuerdo para el celtismo por la Final de Copa del 2001 ante el Zaragoza, presentó un aspecto muy distinto al del pasado verano durante la Eurocopa.
Si en aquel partido ante Suecia aún había limitaciones de aforo y Morata el blanco de las críticas a Luis Enrique con Iago Aspas de telón de fondo, este domingo las gradas fueron una fiesta mientras sonaba Mi Gran Noche al término del encuentro.
Debut soñado para el futuro Zamora
Curiosamente, el partido se disputó en unas circunstancias similares al que sirvió de clasificación al Mundial de EEUU en 1994. Después de una fase de grupos dubitativa, España se jugaba el tipo ante Dinamarca en Sevilla.
En una de sus primeras convocatorias con el equipo absoluto tras una gran primera campaña en Vigo, la expulsión de Andoni Zubizarreta le hacía debutar con 23 años un 17 de noviembre de 1993. Era el minuto 10 de partido y había que frenar a la Dinamarca de Michael Laudrup, flamante campeona de Europa.
El portero manchego cumplió dejando su meta a cero y el gol de Hierro culminaría la épica. Cañizares iniciaría un idilio con la selección que duraría hasta otro Mundial, el de Alemania 2006, no sin antes protagonizar uno de los momentos más tristes y rocambolescos de su carrera al lesionarse antes del de Corea y Japón.
Esa misma temporada, Cañete se alzaría con el primer Trofeo Zamora de la historia del club además de llevar al equipo de Txetxu Rojo a la final de Copa del Calderón. Todo ello antes de ser repescado por el Real Madrid antes del Mundial de EEUU.
La clasificación supone además un hito en todo el fútbol mundial al ser la 12ª consecutiva desde Argentina 1978. Solamente la albiceleste, Alemania y Brasil -la única presente en todas las ediciones- comparten este honor.