La marcha de Gabri Veiga parece asumida por parte del Celta y que será una realidad a final de temporada. Así se entiende de las palabras del presidente celtista, Carlos Mouriño, que esta mañana ha comparecido ante los medios después de un tiempo sin hacerlo.
Además del Centenario y la reforma de la grada de Marcador, el nombre de Gabri Veiga ha sido el tema que ha centrado la mayor parte del discurso de Mouriño ante las preguntas de los medios. El presidente ha sido contundente: "Nosotros bajo ningún concepto queremos vender a Gabri, pero también digo que nos lo van a comprar, y ahí no podemos hacer absolutamente nada". De hecho, ha revelado que al club han llegado muchas ofertas, de 4 de los 10 primeros equipos de la Premier, entre otras, y que al jugador también, aunque desconocen el origen. También ha confirmado que el Real Madrid no se ha dirigido a ellos, aunque no sabe si "habrán llamado al jugador".
"Conocemos ofertas que ha tenido y sabemos que no podríamos pagarle lo que le ofrecen", ha remarcado; "nos estaríamos engañando si dijéramos que vemos posibilidades de que se quede", ha asegurado, además de reafirmar que el Celta se remitirá a la cláusula de rescisión de 40 millones de euros.
"La respuesta es siempre la misma: que se pongan de acuerdo con el chico, él decidirá a dónde se quiere ir". Mouriño ha apuntado que, una vez Gabri decida su destino, podrán surgir otras propuestas, como añadir a jugadores, que se valorarán en su momento. "Nos gustaría que terminase en el Celta el año del Centenario, sería muy importante para nosotros, pero será muy difícil", ha repetido.
Sobre una posible oferta de renovación, desde el Celta ven inviable aumentar la cláusula ya que va acorde con el sueldo, además de ser una "facilidad" que se le da a la cantera, cláusulas asumibles para que puedan crecer fuera si tienen una eclosión como la de Veiga. "Tenemos que darle algo adicional para que se sientan cómodos aquí", ha explicado Mouriño, que ha reivindicado el triunfo de aquellos jugadores que se han quedado en comparación con los que se han marchado en contra de la opinión del club. Por contra, aquellos que han acordado su marcha, "tienen las puertas abiertas para regresar".
Continuidad de Carvalhal y Campos
El actual Celta vive tiempos de bonanza deportiva, con una clasificación cómoda a solo dos puntos de los puestos que dan acceso a Europa, a la Conference League, en este caso. El máximo dirigente ha alabado el trabajo de Carvalhal en este sentido, ya que ha logrado "hacer un equipo" con unos jugadores que "son los mismos que a principio de temporada, solo con una novedad (Seferovic)" y que desde la directiva siempre han confiado en que se trataba de una buena plantilla.
Sobre la continuidad de Hugo Mallo, tras plantearse abandonar el equipo en el mercado invernal, Mouriño ha pasado la pelota al entrenador y a la planificación deportiva, aunque ha asegurado que sentirían "mucha tristeza" en caso de que decidiese salir, pero que "está en todo su derecho". Tampoco ha querido manifestarse sobre la posible continuidad de Unai Núñez o Carles Pérez, cedidos por el Athletic y por la Roma, algo que también dependerá de las decisiones que tomen de manera conjunta técnicos, directiva y Luis Campos.
Sobre el asesor externo portugués, confía en que la relación con Campos pueda extenderse más allá del año de contrato que le queda, ya que lo ve una figura imprescindible para "dar el salto de calidad" que buscan.
Nuevos "Iagos" en la cantera y nueva nomenclatura
El presidente del Celta ha celebrado la convocatoria de Iago Aspas con la selección, sobre lo que "no hay discusión" entre los aficionados al fútbol, y ha destacado que será muy difícil que se repita un jugador como él, un "estandarte" del club y ejemplo para la cantera.
Además, Carlos Mouriño ha informado de que el Celta B pasará a denominarse Celta Fortuna, en homenaje a uno de los clubes origen del actual equipo, el Fortuna, que se fusionó con el Vigo Sporting en 1923. Por el momento, no es una nomenclatura oficial, a la espera de que la Federación Española de Fútbol dé su autorización, una vez pedidos los permisos para que se haga realidad.