El Celta, de cabeza a por la permanencia

Estaba a punto de cumplirse el minuto 90 cuando Aidoo apareció entre dos centrales para rematar en plancha el gol que suponía sumar tres puntos contra el colista Elche, un equipo casi desahuciado que dio la cara ayer en Balaídos como el que quiere retrasar su llegada al destino que le depara la temporada.

El tanto del central ghanés, el tercero de esta temporada, llegó tras un partido en el que el Celta se mostró incapaz ante la portería de Edgar Badía a lo largo de más de 89 minutos, a pesar de los múltiples intentos para lograr desatascar un empate que sabía a poco.

La apuesta de Carvalhal por Paciencia como delantero titular pareció acertada durante la primera media hora, cuando el portugués centralizó el ataque celeste, hasta que se le fue agotando la gasolina. Aspas y Carles Pérez también lo intentaron, además de un sorprendente lanzamiento lejano de falta de Tapia, pero entre las paradas del guardameta del Elche y la desafinada puntería, el colista se fue creciendo.

El VAR también entró en juego. Lo hizo tras una internada de Carles Pérez, que cayó en el área, seguramente trabado por la pierna de uno defensor alicantino, pero la poca claridad de las imágenes dejó al Celta sin una pena máxima y con los dientes apretados.

La más clara para el visitante la tuvo Boyé, que remató alto por poco. Era el minuto 80 y el susto en el cuerpo de la afición celeste llegaba de la mano de un ex que en Balaídos no tuvo suerte en su media temporada como celtista. El remate potente de Miguel, que entró en los minutos finales, despejado por Badía fue la antesala del 1-0.

Cervi, que supo aprovechar los minutos que le dio Carvalhal, aprovechó un balón suelto tras una jugada de Javi Galán y puso un centro que encontró la cabeza en plancha de Aidoo. El estallido de Carvalhal, abrazado con el banquillo, y la piña de jugadores que se formó sobre el defensor era como el grito de liberación de un equipo que roza la permanencia a falta de siete partidos y deja atrás una racha de cuatro partidos sin ganar y dos derrotas seguidas sin lograr marcar un tanto.

Tres puntos "importantísimos", como celebró Aidoo ante las cámaras del Celta mientras entraba abrazado a Tapia en un vestuario que celebraba la consecución virtual del objetivo de la temporada.