La CEP acusa a la UE de alterar la competencia en el transporte marítimo internacional
La Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP) y las asociaciones de empresarios más afectadas responsabilizan a Europa de permitir a las navieras que controlan el mercado mundial imponer condiciones insostenibles
11 noviembre, 2021 18:32La escalada de precios, el colapso en los espacios portuarios y los recargos por los cambios de condiciones en el transporte marítimo internacional tienen como responsable directa a las propias autoridades de Competencia de la Unión Europea, según apuntan desde Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP) y desde las asociaciones de empresarios más afectadas.
Tanto la Confederación como el sector encabezado por la Asociación de Transitarios de Galicia (Ateia Galicia) y la Asociación de Empresarios del Transporte Discrecional de Mercancías de Pontevedra (Asetranspo) consideran que una de las causas que explican la situación actual se encuentra en la aceptación por parte de la UE de determinados acuerdos, decisiones y prácticas concertadas entre compañías de transporte marítimo global.
La Comisión Europea acaba de ampliar de nuevo la prórroga de las exenciones que beneficia la ausencia de competencia entre las empresas de transporte marítimo internacional, por otros cuatro años, hasta abril de 2024, avisan. Para Transitarios y Transportistas son precisamente las excepciones introducidas en el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea las que alteran gravemente la Competencia, atentando contra el libre mercado y teniendo en la actualidad un impacto negativo sin precedentes sobre el transporte marítimo internacional.
"La situación es insostenible. Nos están estrangulando. El 90% del transporte internacional se hace por vía marítima. Cinco o siete navieras controlan el mercado a nivel mundial e imponen unas condiciones que son amparadas por las prórrogas de la Comisión Europea sobre la aplicación de las normas de la competencia en su ámbito, a pesar de que ya no están vigentes las razones por las que se establecieron en 2009″, denuncia Ramón Alonso, presidente de Asetranspo.
Por su parte, Juan Uhía, presidente de Ateia Galicia, incide en la manipulación de las condiciones de mercado: "Quienes trabajamos en este sector sabemos de sobra que en la actualidad las navieras no sólo no compiten, sino que no se molestan en ocultar los acuerdos que alcanzan entre ellas sin ninguna transparencia, distorsionando el mercado con una competencia simulada".
Ambos coinciden en reclamar que 2021 no es el 2010, ni el 2015. En 2010, aseguran, con una crisis profunda, el escenario global exigía adoptar excepciones que permitieran a las navieras internacionales aliarse para contener la caída de los precios y lograr estabilizar la rentabilidad de su actividad. Hoy la situación es la inversa, claman, como lo demuestran los seis meses consecutivos de beneficios récord alcanzados por las compañías que controlan el transporte marítimo internacional.
Falta de espacio portuario
Por si fuera poco, desde el comienzo de la crisis derivada de la pandemia el coste de los fletes se ha multiplicado, en el caso de algunos puertos chinos hasta cinco veces su precio inicial, si bien en la mayoría de los casos se han triplicado o cuadruplicado. La casi nula disponibilidad de espacio portuario, sumado a la escasez de contenedores, complican más aún las cosas. "Ahora mismo la oferta de rutas es limitada, a veces se cancelan a última hora o se suprimen escalas, y se nos imponen cargos por costes ajenos a nuestra actividad", expone Uhía.
La escalada de precios de la electricidad y los carburantes es una preocupación añadida para los empresarios del transporte y la logística. "De momento, los precios de la energía no se han repercutido ni en los costes logísticos ni a los consumidores finales, pero es inevitable que termine sucediendo, al menos si continúa la tendencia alcista, y esto terminará causando una escalada inflacionista”, reflexiona Alonso.
De aquí a final de año, auguran un empeoramiento de la situación, debido al incremento de la demanda por la proximidad con las fechas navideñas, y por las dificultades de contratación de conductores profesionales, que tiene en jaque al sector de transporte por carretera, concluyen, entre otros factores.