La bodega de la Rías Baixas Terras Gauda continúa avanzando en su estrategia de innovación para preservar su legado vitivinícola y reducir al máximo el impacto medioambiental. La viticultura regenerativa es la nueva apuesta de la compañía con un proyecto de economía circular que tiene como fin producir biofertilizante de alta calidad para el viñedo a partir del bagazo, que es sometido a un proceso de vermicopostaje.
Para ello, cuenta con un innovador vermireactor, diseñado y desarrollado en exclusiva para la bodega, que procesa in situ este subproducto de la vinificación transformándolo en vermicompost con propiedades bioestimulantes, biofertilizantes y bioplaguicidas. Al aplicarlo en el viñedo proporciona un amplio abanico de efectos beneficiosos al sistema suelo – planta. Esto es debido a su elevado contenido en nutrientes, fácilmente asimilables por las cepas, su alta capacidad de retención de agua y la comunidad microbiana que genera.
"Hemos subido un escalón más en nuestro empeño por conseguir una mayor sostenibilidad medioambiental en el viñedo, interactuando con el entorno de forma ética y responsable, abordando la conservación, regeneración y respeto de la biodiversidad", explica el director enológico, Emilio Rodríguez Canas, que ha trabajado con el Catedrático de Zoología de la Universidad de Vigo, Jorge Domínguez Martín, considerado un referente internacional en vermicompostaje y ecología del suelo, con el que colabora desde 2013.
Biofertilizante de calidad
Desde que hace poco más de un año, Terras Gauda activó su propio modelo de vermireactor, ha valorizado más de 50 toneladas de bagazo mediante un proceso conocido como biooxidación, en el que las lombrices de tierra interactúan de forma intensa con los microorganismos de este subproducto de la vinificación, que da como resultado el biofertilizante de gran calidad.
La bodega ya había comprobado con el proyecto de investigación Vitalver los beneficios de la utilización del vermicompost en el viñedo, la vid y el vino. Ahora lo ha incorporado tanto en forma sólida como líquida y el equipo técnico está observando una respuesta muy positiva en los viñedos, tanto a nivel de la microbiota del suelo y de la mejora en la estructura y porosidad de éste, como en la salud y la productividad de las cepas. También al aplicarlo en vides jóvenes, plantadas recientemente, con unos resultados excelentes.