A diferencia de lo que suele ocurrir en este tipo de historias, fue la moda la que escogió a Sara Parada (Cambados, 1997) y no al revés. Primero a través de su hermano, el cual la impulsó a seguir unos estudios relacionados con el mundo de las artes; y después también a través de su tutora del Mestre Mateo y la casualidad ―o más bien causalidad― de encontrarse de Erasmus en Italia. "Nós tiñamos que elexir as prácticas presenciales e ao estar fóra non podíamos facelo… entón a miña tutora escolleu por min en mandoume para Arzúa a un taller de alta costura", recuerda Sara. "De feito eu antes odiaba coser… Non sei se por culpa dalgunha clase que che piden cousas que ao final non che gustan ou non te acaban moito", reconoce. En cualquier caso, aquellos cuatro meses en la empresa coruñesa permitieron a Sara Parada entrar en contacto con el mundo de los talleres, la costura y las marcas, abriéndole un nuevo abanico de posibilidades a su futuro dentro de la moda.
Existe otro momento clave de este relato que marcó el presente de la joven diseñadora de Cambados: el coronavirus. De no ser por una pandemia que parece ya muy lejana, Sara Parada se encontraría en estos momentos en algún lugar de Barcelona y la historia por contar podría haber sido otra sustancialmente diferente. Pero, una vez más, el destino quiso que aquellas largas semanas de aislamiento dieran sus frutos artísticos en manos de esta creativa gallega: "Nese momento encontreime na casa, encerrada e sen saber moi ben que facer, pero coa máquina de coser e cun montón de telas e telas que me sobraron dos cinco anos que estiven estudiando". Así, gracias a unos cuantos "golpes de suerte", su propio gusto y el amor por la moda, esta novel diseñadora empezó a confeccionar unas piezas moldeadas sobre tejidos reciclados, con patrones arriesgados y repletas de personalidad, para crear unos bolsos contemporáneos que ahora salen al mercado bajo la incipiente marca de Sara Parada.
Bolsos atípicos, hechos a mano y de producción sostenible
Lo cierto es que en el savoir faire creativo de esta nueva marca de bolsos gallega podemos encontrar ya unos cuantos sellos de identidad, entre ellos algunos como las asas fruncidas o los tejidos vaqueros. Unas aplicaciones sobre el textil que podrían llegar a convertirse, quién sabe, en uno de esos distintivos más reconocibles dentro del diseño de Sara Parada. Pero más allá de los extras y detalles, el estilo de la firma también se define por la combinación de materiales reciclados a través de diferentes patrones, texturas y colores. "Eu utilizo moito prendas de segunda man ou restos de fábrica (…) as veces nestos restos atopas un metro dunha tela o as veces dez mez metros, por eso non fago tiradas largas de cada bolso", aclara Parada. "De feito, poden ser o mesmo modelo e cambiar os tejidos por ser bastante limitados".
Estas colecciones cápsula son parte del encanto y la esencia de esta marca de producción sostenible y limitada cuyos diseños, según explica la propia Sara, encuentran la inspiración en las pequeñas cosas del día a día: "fíjome moito no meu entorno, en formas máis naturais e órganicas". Una concepción de la moda que la diseñadora dirige a través de un santo grial en forma de sketchbook del que no se despega y en el que plasma cada pequeña idea o sensación. Un bosquejo hecho arte que salta del papel al patrón para crear el prototipo de una nueva edición exclusiva creada para una audiencia que ansía diferenciarse del resto. "A día de hoxe tampouco teño moito tempo para dedicarme a facer novos bolsos cos texidos que eu queira porque tamén traballo moito por encargo", apunta Sara Parada sobre unas ventas que por el momento gestiona a través de su instagram de marca (@saraparadacc) y que muy pronto también estarán disponibles en una página web propia que verá la luz a principios de octubre.
Con todo, la tienda online no será la única novedad en el horizonte de la marca de bolsos de Sara Parada, y es que la joven diseñadora ya se encuentra planificando la nueva colección para esta temporada de otoño-invierno. "A ver se por fin teño un parón para dedicalo por completo a facer esta nova colección, xa que hai que cambiar a paleta de colores, meter algo novo…", avanza. Además, esta emprendedora de Cambados no descarta el incluir en un futuro otros téxtiles dentro de su catálogo. Por lo pronto ya ha probado suerte con algunas prendas serigrafiadas con su logo, aunque sus "bolsos ―reconoce― son o verdadero reflejo de min". Y en un futuro, si la suerte sigue acompañando la estela de esta diseñadora, el sueño de Sara sería el poder trasladar el taller de casa de su abuela a un atelier propio donde presentar todas estas piezas únicas y poco convencionales.
Colaboraciones y otros proyectos
Quizás sea poco el tiempo que la firma de Sara Parada lleva en el mercado, pero lo cierto es que son ya varias las colaboraciones de categoría que esta diseñadora gallega suma a sus espaldas. Una de esas primeras alianzas de la moda surgió a través de un concurso de Krack (reconocida tienda de zapatos y accesorios) en el que la empresa buscaba nuevos proyectos emergentes creados y gestionados por mujeres. Los diseños de Sara conquistaron a la firma y así surgió una colección de bolsos únicos a medio camino entre la moda y la sostenibilidad, el diseño y la creatividad.
Pero más allá de aquel primer contacto con el universo de las tendencias, otra de las colaboraciones más habituales de Sara Parada encuentra su origen al otro lado del Atlántico, más concretamente en un diseñador de Nueva York con el que la creativa gallega también trabaja a menudo. "Coñecémonos por redes sociais, gustoulle o meu traballo e de vez en cando él me manda proxectos que quere que lle faga cos materiales e todo", comenta. "Agora tamén estou mirando de facer algún tipo de colaboración cunha artista coa que coincidín nun dos últimos mercadillos e que ten unha marca de colares e aneis de resina". En ese sentido, y si todo avanza según lo previsto, lo más probable es que estas Navidades pueda revelarse esa especial colaboración entre estas dos emprendedoras gallegas: Abofé y Sara Parada.