Muchos recordarán 1992 como el año del escándalo en el ámbito de la enseñanza, cuando las oposiciones educativas en Galicia fueron descombocadas e incluso llegaron a alcanzar los tribunales. Por aquel entonces, Mar Barral todavía no había entrado en contacto con el mundo de la cerámica, ni tan siquiera podía imaginarlo, pues su horizonte laboral se encaminaba hacia la docencia: "Yo estudié magisterio y estaba preparando aquellas oposiciones… Ya te puedes imaginar, se me vino el mundo encima", reconoce esta artesana natural de Carril. Pero nada más lejos de la fatalidad, una puerta se cerró para dar paso a una nueva oportunidad en el mundo de la artesanía. "A mí las artes siempre me gustaron y tuve la suerte de que en ese momento hicieron un curso de cerámica del plan FIP aquí en Vilagarcía", recuerda Mar Barral sobre la primera de tantas formaciones dentro de esta y otras disciplina. "Eran cursos muy completos, de unas 600 horas, que me engancharon completamente. Además, después empezaron a llamarme de colegios y centros para dar clases de cerámica o manualidades, o sea que realmente nunca estuve desligada del todo del mundo de la educación".
Desde la puesta en marcha del obrador bajo el amparo de Artesanía de Galicia, de las manos de Mar Barral han surgido todo tipo de piezas decorativas, utilitarias, y sobre todo artísticas. Según reconoce la propia ceramista: ni los comienzos fueron fáciles ni el presente es un camino de rosas. "Hago de todo porque tengo que hacer de todo, porque la situación de la artesanía es muy dura y quien diga lo contrario miente. A mí, que soy yo sola, me cuesta mucho mantenerme y eso que cada vez trabajo más, también con la Administración", reconoce Barral, que lleva más de dos décadas luchando por convertir aquella afición tardía en su profesión. Pese a todo, en la actualidad, esta gallega se encuentra especializada en la compleja técnica japonesa del raku e incluso ha sido pionera en la estampación botánica en cerámica. Una constante de prueba-error que le ha permitido seguir reiventando una disciplina milenaria desde su tienda-obrador con base en Catoira.
Del raku al ecoprint: las técnicas predilectas de Mar Barral
Mar Barral se enamoró de la técnica del raku en sus inicios, y aunque ha tenido épocas de menor y mayor producción bajo esta firma, se trata de un procedimiento que siempre acaba volviendo de alguna forma al catálogo de piezas de la ceramista. "Seguí haciendo el raku sobre todo para los trofeos de eventos deportivos porque se presta mucho para esto. A parte yo siempre lo concibo como una pieza decorativa, que pueda ser un trofeo, pero también una escultura", explica Mar. "Hubo un tiempo que escapaba un poco de ello porque es una técnica muy peligrosa, pero no me lo valoraban", reconoce sobre un método que hunde sus raíces en las ceremonias del té llevadas a cabo en Japón desde finales del siglo XVI.
La técnica cerámica de raku que emplea esta artesana gallega es una variante americana del sistema japonés. Para cada hornada llevada a cabo desde su taller en Catoira, Mar Barral prepara sus piezas de forma artesanal para someterlas a una primera cocción ―"lo que se llama el bizcocho"―, después esmaltarlas y volver a introducirlas al calor del fuego para el remate final. "Cuando el horno está a 900 grados es cuando lo abro al rojo vivo y con unas pinzas tengo que sacar las piezas una a una para echarlas en serrín", explica. Toda una alquimia de los elementos, que al igual que ocurre con el Ave Fénix, da lugar a un resurgir de la mitad de las cenizas a piezas únicas en cuanto a forma, color y matices.
A nivel creativo, Mar se reconoce a sí misma como un auténtico "laboratorio de ideas" que busca y encuentra la inspiración en Galicia y todo su entorno. De hecho, en esa faceta infatigable de rastreo, anotación e investigación encontró otro de los que ahora podríamos catalogar como método fetiche dentro del mundo de la cerámica, si bien en la realidad este nuevo sistema para la artesana nada tenía que ver con el arte de fabricar objetos de barro, loza o porcelana hasta que ella decidió que así sería. Hablamos del ecoprint, una técnica tintórea que consiste en la utilización de pigmentos naturales de hojas y flores para estampar tejidos, aplicando partes de plantas sobre la tela para conseguir reproducir la forma de las hojas o pétalos sobre la misma. Esa singularidad de la estampación botánica fascinó y atrapó la conciencia creativa de Mar Barral, que quiso trasladar y plasmar los colores y la esencia de la naturaleza también en la cerámica.
"Cuando empecé con esto estuve un año haciendo pruebas en distintas pastas, mordientes y tiempos, pero dedicándome también a mi trabajo y los encargos del día a día", recuerda Mar. "Después de mucho investigar llegué a conseguir la impresión botánica en cerámica, y que sepamos, fui la pionera en ello", agrega. En lo que respecta a esta curiosa técnica del ecoprint, la vilagarciana combina la producción cerámica con la textil, esta última a través de un proyecto que la vincula directamente con el Camino de Santiago, colaborando con una empresa de Portugal que se dedica a organizar itinerarios para viajeros de Estados Unidos que quieren alcanzar la Compostela. Según explica la artesana: "durante el trayecto del Camino Portugués les mandan recoger hojas o flores del entorno sin saber el motivo. La empresa me trae el material de cada peregrino y yo les preparo un paquete con un pañuelo personalizado de sus caminos".
Presente y futuro: el arte de Mar Barral dentro y fuera de Galicia
El resultado de una evolución constante dentro del mundo de la artesanía y la cerámica ―a nivel formativo y autodidacta― es que hoy por hoy el arte reconocible de Mar Barral ha logrado conquistar muchos rincones públicos y privados tanto dentro como fuera de Galicia. Sin ir más lejos, el pasado mes de enero la colección de Artesanía de Galicia volvió a las filas de la feria de interiorismo y diseño de Estocolmo, con artículos únicos creados por hasta 37 artesanos gallegos, entre los que se encontraba Mar Barral. "Cuando van a ferias internacionales nos suelen pedir propuestas para llevar y en esta última, cuando fueron a Formex, me seleccionaron las almejas de Carril", explica la ceramista sobre una treintena de piezas que ahora lucen en un museo de Estocolmo y otras tiendas del país.
Dentro de los límites gallegos, desde los hogares particulares hasta los espacios museísticos o eventos más destacados del panorama cultural en Galicia han sido testigos en algún momento del arte de Mar Barral. En la multitudinaria e internacional Mostra do Encaixe de Camariñas, que tiene lugar cada Semana Santa en la localidad coruñesa, esta artesana de Carril lleva ya varias ediciones participando y deslumbrado en los desfiles con su particular confección de trajes tradicionales gallegos con una intervención cerámica en los ropajes.
Más allá de su pasado y presente como artesana ceramista, según reconoce la propia Mar Barral, su sueño algún día es poder convertir la tienda-obrador de Catoira en un espacio abierto a la formación. Un lugar acondicionado con todo lo necesario para poder llevar a cabo sus propios cursos y talleres de la disciplina dirigidos tanto a profesionales como iniciados y de esa forma poder compartir los conocimientos que ha ido adquiriendo a lo largo de todos estos años dentro del extenso y apasionante mundo de la cerámica.