La fachada de la panadería Sen Japanese Bakery puede pasar desapercibida a ojos de los viandantes. Si el negocio está cerrado es casi imperceptible, pero cuando los hornos se ponen en funcionamiento, en el exterior aparecen una pizarra y una bandera con inscripciones en japonés que anuncian su presencia. Con todo, no necesita realizar grandes aspavientos para atraer a la clientela, porque ofrece un servicio único en Vigo.
Nada más entrar al local de Sen Japanese uno se encuentra un pequeño mostrador donde se exponen las delicias del día típicas de la gastronomía japonesa; el melonpan (un bollo de pan de leche cubierto de una fina masa de galleta), las galletas y otros dulces se alternan el protagonismo en función de la época del año. En las paredes cuelgan varios posters y sobre una alta estantería reposan piezas de loza y peluches y figuras en forma de gatos, el animal predilecto de Chiyu, la dueña del negocio.
La estancia no se extiende mucho más: en el propio espacio conviven los hornos de cocción y tras una puerta de cortina se esconde el laboratorio de Chiyu. Allí es donde sucede la magia y donde la cocinera pasa gran parte del tiempo, preparando con fruición las tandas de dulces que no tardan en volar del mostrador. El éxito de su panadería, la única especializada en repostería nipona de la ciudad, lo constatan sus dos años de actividad a pleno rendimiento en el Casco Vello vigués.
Un negocio popular entre los estudiantes
Sen Japanese Bakery abrió sus puertas en mayo de 2022. Chiyu explica con sencillez mientras prepara la primera hornada de melonpan del día que no se planteó otra ciudad que no fuese Vigo para emprender el negocio. "Siempre quise ser panadera y ya vivía aquí, no pensé en otro sitio", dice al tiempo que coloca varios bollos de masa en una bandeja. La hostelera reside en Vigo desde el año 2015 y, según cuenta, gracias al negocio ha descubierto que viven en la ciudad "más personas japonesas de las que pensaba".
Cuando decidió poner en marcha la panadería exploró diferentes locales hasta encontrar el espacio actual, situado en el número 1 de la Travesía do Franco, que la convenció de manera definitiva por la cantidad de gatos callejeros que pueblan la zona. Los felinos son una debilidad para Chiyu, como se ve en la decoración del establecimiento, e incluso tiene a la venta un curioso pan de molde en forma de gato (en formato caricatura kawaii).
La repostera reconoce estar "muy contenta" con el recibimiento que obtuvo su negocio desde el principio. "Los vecinos son muy simpáticos", declara, pero su clientela principal son los estudiantes de japonés de la Escuela Oficial de Idiomas. Además, le sorprendió que muchos jóvenes de la ciudad ya conocían algunos de los dulces típicos de la gastronomía como el melonpan: "Me dicen que sale en los mangas" (cómics japoneses).
Sabores diferentes
La principal diferencia entre la panadería española y la japonesa, según explica Chiyu, es que aquí se elaboran masas más duras, mientras que en el país nipón casi todas las recetas son elaboraciones blandas y es mucho más popular el pan de molde. "De hecho, en España hay la palabra ‘pan’ y la palabra ‘bollería’, pero en Japón todo es pan, masa con cosas", repone, agregando con gracia que esto se explicaría porque los japoneses "están acostumbrados a comer arroz, que es muy blandito".
Precisamente el producto estrella de Sen Japanese Bakery es el melonpan, un bollo redondo (de ahí su apodo de melonpan, que nada tiene que ver con su sabor sino con su forma de melón) de tierno pan de leche recubierto de una fina y crujiente pasta de galleta de mantequilla y azúcar. Chiyu lo prepara con sabor a té matcha, a veces añadiendo flores de cerezo a la cobertura, y con pepitas de chocolate.
Otro de los dulces habituales de la panadería son las galletas, que son de sabores muy diferentes. Una de las que más prepara son típicas de la isla de Okinawa y se elaboran con azúcar negro; otras son de nueces y miso, un condimento japonés hecho con semillas de soja, y suele contar con galletas de artemisa, una hierba que otorga un potente aroma.
La producción del negocio depende del día de la semana (los fines de semana prepara más cantidades) y del tiempo, que tal y como apunta la experta repostera, "afecta mucho" y lo revisa nada más se levanta por las mañanas. También la oferta varía ligeramente; por ejemplo, solo vende cinamon rolls los sábados y los domingos, mientras que algunos dulces están sujetados a los productos de temporada. Estos días, Chiyu cocina una especie de tartaletas hechas de crema pastelera y nísperos, aprovechando que la época de esta fruta.
Sen Japanese Bakery abre de jueves a domingo en horario de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 horas. Cuando no está cocinando, Chiyu también se encarga de divulgar la cultura gastronómica japonesa en diferentes eventos enseñando la ceremonia del té, un ritual único en torno a la preparación de la variedad de té verde matcha.