Equipo de UARX Space

Equipo de UARX Space Cedida

Emprendedores

UARX Space, la empresa de cerca de Vigo que conseguirá llegar a la luna

Esta pequeña empresa de ingeniería aeroespacial ha conseguido crear el primer dispensador de nanosatélites 100% español

17 junio, 2021 06:00

Yanina Hallak y Andrés Villa son dos argentinos que han encontrado en Galicia, concretamente en el polígono industrial de Porto do Molle en Nigrán (Pontevedra), el lugar perfecto para establecer su empresa de desarrollo aeroespacial. Desde hace un año, UARX Space diseña naves espaciales no tripuladas con las que se podrá, en un futuro no muy lejano, aterrizar nanosatélites en la luna.

Tras varios años trabajando con satélites geoestacionarios y de observación de la Tierra, Yanina y Andrés decidieron conocer los nanosatélites o CubeSat (nombre del estándar oficial) desde dentro. Así, asistieron a un máster en la Universidad Politécnica del Estado de California (Cal Poly), en el que conocieron a un gallego que más tarde se los traería hasta la ría de Vigo.

"Coincidimos con un chico de la UVigo allí en Estados Unidos, y cuando vinimos a visitarlo nos enamoramos del lugar y nos pareció perfecto para asentar nuestra empresa". Andrés, cofundador de UARX Space, confiesa que la empresa nació tras un proyecto de colaboración en Vigo, y que fue el clima empresarial de la incubadora de la Zona Franca de Vigo lo que les animó a quedarse en Porto do Molle.

"La incubadora de Zona Franca de Vigo nos ha ayudado muchísimo a convertirnos en una empresa aeroespacial"

Ahora, con quince años de experiencia en el sector, estos dos ingenieros aeroespaciales argentinos han logrado desarrollar tecnologías pioneras en España gracias a las facilidades que les ha ofrecido Galicia. "No formamos parte de la incubadora porque teníamos conocimientos empresariales y del sector, pero sí nos han facilitado el uso de sus espacios a un alquiler que nos permite ahorrar muchísimos gastos", dice.

También fabrican con proveedores locales, "porque la industria auxiliar de la automoción tiene muchísima capacidad y eso también hace que Galicia sea perfecto para nosotros". Reconoce que deben especializar a los fabricantes en determinados aspectos, "pero siempre están abiertos a formarse y responden muy bien a nuestras necesidades.

El despegue

"Hacemos todo lo que conlleva la ingeniería en términos aeroespaciales: diseñamos, fabricamos prototipos, hacemos pruebas y creamos tecnologías que en un futuro se enviarán al espacio". Andrés habla de que, hasta hoy, han diseñado y desarrollado dos vehículos espaciales y varios sistemas que permitirán lanzar y poner en órbita nanosatélites.

Desde 2016 trabajan en conjunto para lograr este objetivo. "La pandemia retrasó un poco la creación de la empresa porque tuvimos dificultades para la contratación, queríamos traer talento español emigrado a Alemania", cuenta Andrés, que asegura que actualmente hay dos personas en su equipo que han vuelto al país porque "tienen un inmenso talento y mucha experiencia y los queríamos aquí". A pesar de las dificultades, consiguieron inscribir su empresa de transporte de nanosatélites a mediados de 2020.

Los nanosatélites o CubeSat, como su propio nombre indica, son satélites en miniatura: tienen forma cúbica, con 10cm de arista y no exceden 1,33 kg. "Desde que se aprobó el estándar, en 1999, han aparecido un centenar de empresas que querían diseñar las tecnologías que lanzasen al espacio estos satélites". Andrés hace referencia a los microlaunchers (microlanzadores en inglés), que tratan de poner en órbita los CubeSat.

UARX ha diseñado un dispensador de nanosatélites que permite lanzar varios al espacio y ponerlos en órbita a un coste mucho menor que si se hace de forma individual. Los CubeSat no se pueden poner en órbita por sí solos, "es como si vuelas en un avión de pasajeros sin asientos, no lograrás que lleguen bien", por lo que es necesario crear un espacio en el que los satélites puedan viajar.

RAMI (Reliable and  Advanced Mission Injector), el primer dispensador de nanosatélites de España. Foto: Cedida

RAMI (Reliable and  Advanced Mission Injector), el primer dispensador de nanosatélites de España. Foto: Cedida

Así es RAMI, diseñado y fabricado íntegramente en España. "Hay que pensar que lanzar un único CubeSat es muchísimo más costoso y únicamente un par de empresas han logrado ponerlos en órbita. Imagina volar en un avión comercial o en un jet privado", dice Andrés, "la diferencia de precio y de eficiencia del viaje es notable: ocurre lo mismo con los nanosatélites".

La ventaja competitiva de RAMI es, sin duda, su fabricación 100% española. "Si España necesita desplegar rápidamente una red de nanosatélites ya no dependerá de terceros países, sino que tendrá la tecnología necesaria dentro de sus fronteras". Andrés hace referencia, por ejemplo, a los despliegues de Defensa, que podrán agilizarse ahora que se dispone de una tecnología española, pues actualmente solo dos empresas en Europa disponen de ella (en Italia y Holanda).

Un futuro lunar

Actualmente, UARX tiene dos vehículos espaciales que podrán poner en órbita nanosatélites a partir de 2022. Por un lado, TOM llevará CubeSat hasta la órbita en la que aterrice el cohete de lanzamiento, desde principios de 2022 cada tres meses (cuatro viajes al año). "Disponemos de otro modelo, OSSIE, que nos permitirá ubicar los nanosatélites en un lugar concreto porque se desplaza de una órbita a otra utilizando combustible verde", dice Andrés. Este último se lanzará por primera vez a principios de 2023 y volará semestralmente.

"Hemos abierto ya la posibilidad de comprar billetes para que las empresas lancen sus nanosatélites al espacio, ahora estamos tratando de acomodar los vehículos para que todos los CubeSat quepan perfectamente en los dispositivos de lanzamiento".

También están tratando de hacer que OSSIE llegue más lejos, concretamente hasta la Luna. "Estamos creando un lander ("aterrizador") que pueda depositar pequeñas cargas útiles en la Luna o alguna de sus órbitas, aunque es un proyecto a más largo plazo". Esta tecnología, que se llamará LOLA, podría estar disponible en los próximos cinco años, momento en el que un poquito de Nigrán viajaría hasta la superficie lunar.