Aparcar a golpe de click ya es casi posible gracias a Dooroti, una herramienta de gestión inteligente de plazas de garaje, diseñada y desarrollada íntegramente en Galicia. La aplicación, permite a propietarios de garajes, empresas o grandes superficies (por ahora en Portonovo, Pontevedra y Vigo) realquilar sus plazas, aportando de esa manera una solución sostenible al tedioso problema que supone encontrar aparcamiento en las grandes urbes, y reduciendo así la huella de carbono. El plan surgió por primera vez durante una charla entre amigos hace ya cuatro años, en la cafetería de la Universidad de Ingeniería Industrial de Vigo. No fue hasta la llegada de la pandemia que Pablo Guillán, animado por su entorno más cercano, rescató la idea del cajón del olvido y reunió al equipo (con integrantes de Vilagarcía de Arousa, Vigo y alrededores) que a día de hoy conforma el proyecto de Dooroti.
Para poder materializar la idea, este equipo de gallegos tuvo que fundar en primero Evourbe, una empresa de economía circular y colaborativa que permite dar forma al proyecto. "Ahora mismo (Dooroti) es nuestro único producto, pero la idea es que sea una empresa que genere tecnologías sostenibles para la eficiencia urbana", explica Guillán. "Tenemos muchos planes para el día de mañana, muchos de ellos en esta tendencia de aplicar tecnologías para la colaboración. Nos encontraría dedicarnos a ciudades biomiméticas, traer la naturaleza a los centros urbanos", continúa el portavoz. Al final, el objetivo principal es poder crear productos que resuelvan necesidades ―no que las generen―, siendo conscientes con la naturaleza y la sostenibilidad medioambiental.
Del "testing" al producto final
Crear una startup no es una tarea sencilla: no sólo se trata de definir bien una idea de negocio y materializarla, sino que existe todo un recorrido de avances y retrocesos que empiezan por la creación de un equipo competente, y continúan en fases burocráticas, de búsqueda de inversión e incluso en la potenciación de la marca, por poner algún ejemplo. Cuando Dooroti (Intelligence Technology Open Door) empezaba a ser una realidad, la primera propuesta de inversión de la empresa no pudo salir adelante. "Al final esa inversión no surgió, pero nos apareció otra vía de la mano de nuestros primeros socios tecnológicos gallegos, prácticamente en el papel de business angels. Nos cubrieron todo el desarrollo de la tecnología del hardware", relata Guillán. Los business angels son esas personas que invierten su dinero en la fase inicial de empresas emergentes y que de forma habitual tiene un rol participativo o ejercen también como mentores de las mismas.
"Nosotros estábamos empeñados en que queríamos una tecnología 100% gallega", asegura el portavoz. Con este gesto pretenden reivindicar que en Galicia existe el talento suficiente para crear, innovar y exportar al mundo, y al mismo tiempo mantener una filosofía verde en cuanto a la parte productiva de Dooroti y el estilo de vida que trata de promover. "El hecho de tener todas las empresas productoras en Galicia nos ahorra muchísimo en la mochila ecológica (…) Lo único que tenemos fuera son los servidores, que por logística están en Amazon Web Services. La idea es traerlos también para Galicia cuando tengamos una estabilidad (…) Marketing, programación, compra de material… realizamos todo en empresas gallegas", afirma el vilagarciano.
Los siguientes escalones hacia el desarrollo completo de la app pasaban por conseguir financiación para la parte de software, terminar de componer el equipo de socios y crear el "mínimo producto viable", que ya han podido probar y modificar a medida de los clientes. "Ya hemos testeado los primeros desarrollos tecnológicos en Portonovo (Sanxenxo) durante todo el verano. Ya sabemos que la tecnología de forma unitaria funciona, y ahora vamos a testear la red antes de empezar a aplicar nuevas funcionalidades en el producto", aclara Guillán. "Tenemos 20 dispositivos, con la intención de focalizarnos en Vigo y Pontevedra, y otros cinco para cualquier otro cliente o clientes interesados, de cualquier parte de Galicia", añade.
Dooroti: dinámicas y sostenibilidad
Según nos explica Pablo Guillán, de media perdemos buscando estacionamiento "entre 15 minutos y media hora en desplazamientos por centros urbanos". En este problema tan básico se centra Dooroti, que busca terminar con este tipo de situaciones valiéndose de los recursos existentes en la ciudad ―garajes comunitarios, plazas individuales o amplias zonas de aparcamiento en desuso―,al tiempo que reducen la huella ecológica que suponen estos minutos extra hasta encontrar donde aparcar. "Colaborando generamos una sinergia en la que todos ganamos, tanto a nivel medioambiental como a nivel social", afirma el impulsor.
De base, Dooroti es un elemento tecnológico que se mantiene siempre en propiedad de la empresa. El sistema que da forma al proyecto se compone de tres partes: la aplicación en sí misma, que se encuentra disponible tanto para Android como IOS; los dispositivos que se instalan en los garajes y que "funcionan de cerradura bluetooth y de control de entradas y salidas mediante cámara e imagen de las matrículas de los vehículos"; y el propio servidor, el cerebro que controla la app, las interacciones, licencias jurídicas o registros económicos, entre otras cosas. "Al final hacemos un escaparate de disponibilidad de plazas de garaje", manifiesta Guillán.
La dinámica de funcionamiento para propietarios de garajes es de lo más sencilla e intuitiva. Cualquier persona interesada debe ponerse primero en contacto con el equipo, para que este pueda "validar si la infraestructura es óptima para instalar un Dooroti y entrar en el sistema de parksharing". Una vez en funcionamiento y dados de alta en el servidor, se les ofrece a los usuarios una llave digital para acceder a la plaza a través del teléfono móvil. Después, "los propietarios mediante la aplicación pueden programar el tiempo de no uso de su plaza", recalcan. En el caso de los usuarios, estos sólo tendrán que registrarse en la aplicación para valerse de las ventajas de Dooroti en cuanto a movilidad se refiere. "Ahora mismo tienen que ir haciendo reserva diaria, pero sí que le vamos a dar la opción el día de mañana de reservar por las horas que necesitan en tiempos continuados".
Dooroti se presenta además como una empresa sostenible a nivel medioambiental y socialmente responsable. "La verdad es que somos unos obsesos de la mochila ecológica", asegura el portavoz. "Todo lo que se mueve contamina a fin de cuentas. Nuestro producto está ecodiseñado. Ahora por ejemplo estamos viendo de dar una vuelta al diseño de la carcasa de plástico, que el material sea más polivalente y reciclable", agrega. De hecho, el proyecto ha obtenido el sello de excelencia MOBAE, que distingue a las iniciativas emprendedoras de movilidad avanzada y extendida en la Eurorregión Galicia-Norte de Portugal.
Con miras a seguir creciendo
El proyecto de Dooroti ha conseguido en apenas unos meses estar presente en las principales ferias tecnológicas y de movilidad de Galicia y Portugal. Empezaron con una semana publicitaria en Sanxenxo, "escuchando las opiniones de gente de toda la Península", para pronto dar el salto a ferias como la Pont-Up Store de Pontevedra, la Midtech de Vigo o la última visita al Portugal Mobi Summit, donde se están empezado a dar a conocer. "Acabamos de lanzar el speech del Investors Day para abrir una nueva ronda de inversión", explica Guillán. "Queremos llegar al punto de equilibrio en el que los beneficios nos permitan escalar la empresa por sí sola (…) la idea es generar una empresa escalable internacionalmente", añade.
En cuanto a la aplicación, su impulsor reconoce que todavía tienen margen para seguir mejorando. "Nos dedicamos principalmente al mercado be to be. Las empresas realmente cuentan con muchas plazas en los centros urbanos". Guillán pone el ejemplo de las plazas vacías de los supermercados en domingos o festivos, o el caso de los hoteles en temporada baja, cuyos garajes se mantienen vacíos al 70 o 80%. "Nosotros les damos una forma de automatizar y monetizar esas plazas que no están utilizando, y en temporada alta ponemos a su disposición el servicio de llave digital para los clientes". También el vilagarciano menciona el caso de los edificios de oficinas: "aquí en Vigo, calles como García Barbón, Urzaiz… están llenas de bloques de oficinas. No todos tienen garaje pero los que sí podrían sacar un rédito económico por los horarios en los que suelen estar vacíos". En este camino de espacios potenciales para estacionar se abre paso Dooroti, que a este ritmo podría llegar a convertirse en la nueva inteligencia del futuro ―al igual que Alexa o Siri― en cuanto a movilidad se refiere, y siempre bajo el lema de "compartir es vivir".