Hace ya un año que Alba e Isaac decidieron cumplir su sueño de proveer a los vigueses de una alimentación sana, vegana y con un importantísimo mensaje. Outro conto nacía en marzo de 2022 con el fin de lanzar un servicio de comida a domicilio basado en menús saludables, pero también tenía un trasfondo de activismo y lucha contra la gordofobia y la cultura de la dieta.
Alba Cobo, la encargada de darle ese enfoque de autoaceptación a la iniciativa, explica que para ella es esencial que el momento de comer sea un momento de disfrute, de consciencia y también de salud. Todos sus menús están revisados por una nutricionista y son 100% veganos con la intención de promover una alimentación intuitiva y saludable sin aburrirse.
Isaac Pujales es el cocinero, el creador de cada una de las recetas que han logrado llegar a un público cada día más exigente y más enamorado de la alimentación vegana. Él comenzó a interesarse por la cocina cuando su madre enfermó de cáncer y fue consciente de que necesitaba cambiar sus hábitos alimenticios para mejorar su salud y complementar los tratamientos médicos. "Isaac se formó mucho porque tuvo que coger las riendas de la cocina para cuidar a su madre", explica Alba, su pareja y compañera de proyecto: "Pasaron de casi no comer verduras a ser veganos y tuvo que inventar muchísimo para que su madre disfrutase comiendo y fuese poco a poco viendo resultados positivos en los análisis que le hacían en el hospital".
Así, con la idea de que "la comida es un momento de autocuidado", lograron crear una fórmula casi mágica en la que sentarse a disfrutar de una receta vegana es un ritual de bienestar y de amor propio. "Hay mucho mito al asociar la salud o la dieta a comidas aburridas, a arroz blanco y pechuga a la plancha: para Isaac era muy importante que los menús no fueran ni aburridos ni sosos" y lo ha conseguido.
100% vegano, 100% consciente, 100% delicioso
La comida de Alba e Isaac ha llegado ya a cientos de casas viguesas y en un solo año han conseguido tener a una treintena de personas suscritas a sus menús mensuales. "Se trata de la comida del mediodía, hacemos recetas sencillas, ricas y que sorprenden, y el resto del día puedes elegir si ser vegano, vegetariano o comer de todo", dice Alba. "Al principio sí que contábamos con clientes estrictamente veganos, pero ahora tenemos incluso a gente mayor de 60 o 70 años que lo único que quiere es introducir más vegetales en su dieta y por eso a mediodía come nuestros menús".
No obstante, además de la importancia que estos jóvenes vigueses le dan a sus recetas, hay una vertiente de Outro conto que para Alba también es esencial. "Esto no es solo un proyecto de comida: cada menú incluye un mensaje, una pequeña reflexión que ayuda a ser consciente de la necesidad de aceptarse, de cuidarse y de tener una buena relación con la comida".
Alba es la encargada del activismo de la iniciativa porque ella misma ha sufrido esa transformación que hoy le permite ser feliz comiendo y quererse como es. "Yo nunca comía las cosas que estamos haciendo, estuve toda mi vida a dieta y nunca me he cuidado tanto como ahora: pesaba cada cosa que comía, restringía muchísimo mi alimentación y luego me daba atracones que compensaba saltándome comidas", explica. Por esta razón, para ella es importantísimo tratar de divulgar ese mensaje que le hizo recobrar la salud y la felicidad, ese cambio en su relación con la comida que le permite trabajar su imagen "desde un prisma de aceptación corporal: ahora disfruto de la comida". "Para mí fue una liberación brutal leer y comprender el movimiento antigordofóbico y quise compartirlo", confiesa.
Un evento para todas
Desde que comenzaron, Alba e Isaac también han impartido charlas en centros educativos de Vigo, han empapelado la ciudad de Vigo contra la violencia estética, han regalado libros de autocuidado e incluso han hecho una yincana en la calle para reivindicar esta necesidad de autocuidarse. Precisamente este mensaje es el que ha hecho que se lance a crear un gran evento para todas aquellas que quieran compartir su historia y vivir su corporalidad con la capacidad de aceptación que ha logrado desarrollar Alba.
"Hay muchas personas que recurren a nosotros porque sufren algún trastorno de la conducta alimenticia (TCA), recibo muchísimos mensajes de mujeres que me cuentan sus historias con la comida y con su cuerpo, incluso historias de maltrato por parte de sus parejas o de su familia", explica. "Me he sentido identificada con muchas y también me he dado cuenta de que mi historia no es la única, que cada una sufre de una forma y que es importante escucharnos y conocer otras realidades".
De este modo surge Y se armó la gorda, un evento colaborativo que tendrá lugar los próximos 3 y 4 de junio en Vigo y que tiene por objetivo crear "un espacio seguro en el que compartirnos, celebrarnos y habitarnos". La iniciativa, que surge a raíz de los mensajes recibidos tras las acciones de guerrilla que Outro conto llevó a cabo en las calles de Vigo, ha logrado recaudar ya el 70% de su objetivo en la plataforma de crowfunding Verkami y se presenta como un espacio único en el que cualquier persona puede sentirse "libre de vergüenza" y "celebrar sus diferencias".
"Es importante que el evento sea un espacio en el que nosotras seamos el centro y que sea un lugar seguro para todas las personas afectadas por la gordofobia y la violencia estética", insiste Alba, que está muy emocionada por la magnífica acogida que ha tenido esta iniciativa pionera. "Me pareció importante poner en común nuestras experiencias, hay muchas personas de todas las edades que sufren TCA y no somos conscientes: es brutal pensar que esas personas me están escribiendo a mí, que soy una niña de 24 años, y quiero compartir todo ese crecimiento".
Y se armó la gorda, que cuenta con el apoyo de varios colectivos vigueses, plantea coloquios, sesiones vivenciales, conciertos y sesiones de DJ, un mercadillo de intercambio de ropa de todas las tallas y exposiciones de marcas de ropa sostenible para todas las tallas. "Será un espacio de celebración y de intercambio".
Tras el evento, con la vista puesta ya en el verano, Alba confiesa que tratarán de seguir creciendo con ayuda de alguna otra persona en el equipo. "Estamos un poco sobrepasados porque ha sido un año difícil y ahora mismo tenemos, como mínimo, 30 menús diarios que cocinar, envasar y repartir", explica. "Todavía somos una empresa muy pequeña y hay muchos gastos que no habíamos tenido en cuenta cuando empezamos y que nos hacen sentir que no llegamos a todo". Con un año de experiencia y un crecimiento extraordinario, queda claro que estos dos jovencísimos emprendedores han logrado consolidar una iniciativa única que promueve la salud y los buenos hábitos desde el prisma de la aceptación y la consciencia.