Krack Zapaterías: el imperio pontevedrés del calzado
Krack Zapaterías empezó con una pequeña tienda en Pontevedra y ha crecido tanto en los últimos años que su web llega a varios países europeos, pero nunca han perdido su carácter de "empresa familiar"
3 diciembre, 2020 06:00En el año 1990 los hermanos Fontán abrieron la primera tienda de Krack Zapaterías en el centro de Pontevedra. Actualmente, Juan Carlos Fontán se mantiene como director general, conservando así ese matiz de empresa familiar, aunque mucho más grande que la que él creó hace tres décadas.
Krack era una pyme familiar que en 2005 decidió diversificar el negocio, convirtiéndose en uno de los líderes del sector en España a día de hoy. Con 48 puntos de venta en todo el país, y franquicias en la vecina Andorra, esta empresa pontevedresa se ha ganado un nombre entre los grandes zapateros.
La revolución de las bloggers
Julia González, responsable de comunicación de Krack Zapaterías, cuenta que, además de las tiendas físicas que había en Pontevedra, en 2005 empezó a diversificarse el negocio y comenzó la revolución. Mientras creaban otras tiendas, como el outlet Zapaterías Miniprecios, inventaban nuevos modelos de negocio que ahora son habituales.
"Hicimos algo que hasta entonces era inédito, que fue sacar una colección con una blogger", se refieren a su primera colaboración con la influencer viguesa Alexandra Pereira (@LovelyPepa). Esta primera colaboración abrió la puerta a continuar haciendo colecciones con otras influencers como Marta Rimbau, Rocío Camacho o Dulceida, con quien mantienen actualmente la relación comercial.
"Ahora queremos cambiar un poco el tono, vamos empezar a colaborar de otra forma con las influencers porque queremos hacer cosas nuevas", cuentan desde Krack, "aunque esto no significa que dejemos de sacar colecciones con Dulceida, porque nosotros las vendemos en exclusiva y funcionan muy bien".
El crecimiento sostenible de una empresa familiar
"Somos una empresa familiar profesionalizada, y esa puede que sea la clave de nuestro éxito: hemos ido creciendo con pasos afianzados, nunca hemos hecho algo que no supiéramos casi al 100% que iba a funcionar". La expansión de Krack por toda España fue gradual, "dando pequeños pasitos", y del mismo modo instauraron su sistema de ecommerce.
Actualmente su web vende también en Alemania, Francia y Portugal, "sin contar con la presencia que tenemos en los principales marketplace, como Amazon, Zalando o Spartoo, que venden en otros países europeos". También durante el confinamiento probaron nuevas fórmulas de venta, probando a través de videollamadas de Whatsapp, y cuentan que funcionó muy bien.
Su estrategia, a día de hoy, sigue centrando la venta física en España, principalmente por razones económicas: "montar una tienda física es mucho más costoso que ampliar las ventas internacionales a través de la web, y en este momento post-pandemia creemos que no es la inversión más adecuada". Siguen abriendo tiendas físicas en la península, pero están tratando de dar a las ventas online más protagonismo del que tenían antes de este año.
Fabricación "a medida"
La zapatería pontevedresa se caracteriza porque, además de ser una tienda multimarca, tienen fabricación propia con la que crean dos colecciones al año (otoño-invierno y primavera-verano). "No son fábricas nuestras, son proveedores de confianza que crean nuestros diseños, en Portugal y en varios puntos de España".
Son varias áreas las que diseñan cada colección, "sí que hay una persona responsable que ejerce de enlace entre la empresa y la fábrica, pero todo es un trabajo en equipo formado por personas multidisciplinares". El resultado son marcas propias como Krack Core, Krack Harmony o Sandra Fontán, que son elaboradas por empleados de marketing, de tiendas o del departamento de producto, entre otros.
"Nuestra fabricación tiene muy poca automatización, hay personas trabajando en cada uno de los pasos para montar el zapato", dice Julia. El factor humano de los diseños de Krack es muy importante: su producto propio es muy artesano.
El futuro próximo
"Esta temporada ha tenido mucha incertidumbre, pero sí que hemos podido sacar nuestras colecciones como de costumbre", aunque solo han podido sacar "colecciones cápsula" con pocos modelos. Tienen muchas ideas para 2021 porque lo que no quieren es "quedarse quietos", su idea es "seguir creciendo dando pasos en firme, afianzándolos".
El año que viene se plantean continuar con las mismas líneas de negocio y añadir algunos cambios "que no puedo desvelar ahora mismo, pero que tienen que ver con nuestro plan de sostenibilidad", confiesa Julia. "El objetivo es poder colaborar con marcas sostenibles, estamos todavía estudiándolo porque es muy difícil tomar decisiones en este momento".
Recuerdan que Krack no deja de ser una empresa familiar, aunque grande, "pero seguimos teniendo ese corazón familiar que hace que busquemos siempre un crecimiento sostenible: hemos ido creciendo de forma escalonada, no hemos dejado de ser una pyme".