La crisis sanitaria mundial que se vive desde hace un año y medio y que ha constituido un tsunami en muchos aspectos para tantas y tantas compañías, ha llevado también a un avance gigante y masivo en lo que a la digitalización de empresas se refiere. Este empujón obligatorio ha supuesto, para muchos, realizar en pocos meses procesos que podrían haber tardado un lustro o una década en llegar a materializarse.
"La pandemia nos está demostrado que estábamos mal preparados pero que, si nos ponemos a ello, somos capaces de lograr avances espectaculares", explica Daniel Diéguez, fundador de la consultora gallega de procesos de digitalización Píldoras Digitales.
Los tiempos han cambiado, los clientes han modificado su forma de comprar, de acercarse a los productos, y las compañías han tenido que adaptarse a una situación completamente nueva en un periodo de tiempo tan corto que nadie podía haberlo previsto.
Diéguez asegura que hay algunas preguntas que resultan una buena reflexión para entender el mundo en el que nos encontramos, un mundo que nada tiene que ver con el que conocíamos hace tan solo 10 o 15 años. "¿Cuántas pymes gallegas conoces que acepten pagos por Bizum? ¿Puedes contactar con ellas por WhatsApp? ¿Son muchos los comercios tradicionales en los que has podido leer las opiniones y valoraciones de otros clientes antes de comprar? ¿Está disponible en la mayoría de restaurantes gallegos la opción de escoger los platos mientras vas de camino para que nada más llegar puedas empezar a comer?".
Las herramientas para mejorar la digitalización de los negocios, sea cual sea el sector al que uno se dedique, están ya a disposición de aquellos que estén dispuestos a modernizarse y dar el salto al mundo digital.
¿Cómo lo hago?
"Este futuro próximo más virtual y tecnológico que la pandemia ha acelerado viene para quedarse. Afecta y afectará a todas las áreas de la vida de una persona y por supuesto también a la laboral, con la desaparición de oficinas físicas, así como la digitalización de procesos en las empresas, evitando repetición de tareas y acelerando la gestión", subrayan desde la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG).
Aunque la digitalización ya era algo a lo que muchas compañías dedicaban sus esfuerzos antes del Covid, ahora ya no hay quien pueda quedarse al margen. Según señala Daniel Diéguez, hasta el momento muchas empresas habían basado su digitalización en la creación de tiendas online y de redes sociales; a partir de ahora, las grandes metas van a ser mejorar y automatizar tareas del día a día. "Crear contenidos para las redes sociales, control de gastos e ingresos, mejoras en la organización del trabajo y la información o promover el teletrabajo, entre otras", destaca.
Las administraciones son conscientes también de este gran reto de digitalización que tienen las empresas para su internacionalización, mejora de procesos, etc. En muchos casos, de ello dependerá su supervivencia. En este sentido una parte importante de las ayudas económicas para la era de las post pandemia están y estarán dirigidas a este fin.
"La digitalización de las pymes deriva en la necesidad de desarrollo de aplicaciones, manejo de sistemas de programas y sistemas informáticos, robotización de procesos, produciéndose por lo tanto la transformación de algunos puestos de trabajo y el nacimiento de otros nuevos y en consecuencia surge la necesidad de una nueva capacitación formal para cubrir la demanda de nuevos profesionales y/o la de otros más especializados", sostienen desde la CEG.
En el ámbito autonómico y según recuerdan desde la confederación de empresarios, "la Xunta de Galicia tiene en marcha una estrategia gallega de Hubs de Innovación Digital que persigue extender el impacto positivo de la innovación basada en la transformación digital a todas las empresas gallegas, así como líneas de financiación directa. Y es que la colaboración público-privada en este ámbito es clave".
Barreras y fortalezas
Como cuenta Daniel Diéguez, los últimos meses han motivado un avance enorme en las pymes en materia de digitalización, pero aún queda trabajo por hacer. Ahora, buscar las fortalezas y superar los obstáculos serán aspectos clave para lograr los objetivos de cada compañía. "Debemos aprovechar algunas de las muchas oportunidades que tenemos como pymes gallegas".
En primer lugar, "podemos sacarle partido a la enorme red de compatriotas que tenemos por todo el mundo. ¿Por qué no aprovechar el teletrabajo para buscar fórmulas de colaboración con tantísimos gallegos a quienes la morriña les llama a incrementar sus conexiones con Galicia? ¿Y si aprovechamos la calidad de vida de Galicia para atraer a teletrabajadores -también llamados nómadas digitales- que se instalen aquí aunque ofrezcan sus servicios a empresas de fuera?".
Diéguez apunta a un nuevo modelo de trabajo en remoto que muchos negocio podrían aprovechar. Una de las barreras: internet. "Aún son demasiadas las zonas rurales sin una conexión a internet decente, pero ya quedan pocas cabeceras comarcales sin fibra óptica", dice el consultor digital.
Otra de las barreras de la digitalización en Galicia es, según en fundador de Píldoras Digitales, que algunos equipamientos pueden resultar caros para muchas compañías. "La mayoría de las empresas no disponen de una buena situación económica como para afrontar inversiones importantes en ese sentido". Para solventar esta barrera, las ayudas públicas destinadas a procesos de transformación digital juegan un papel fundamental.
En cuanto a la digitalización por sectores, Diéguez asegura que existen algunos que han destacados en estos meses, como el comercio o la formación. "Son dos actividades que de alguna forma pudieron continuar durante en confinamiento, aunque fuese de forma virtual. En el mundo de la formación hay un antes y un después de marzo de 2020, pasando de que casi todo fuese presencial a que ahora, cuando queremos aprender algo, sea más habitual ver un vídeo en internet o apuntarnos a una videollamada. Las entidades de formación que se nieguen a ofrecer contenidos virtuales o, al menos, apoyados en las nuevas tecnologías lo van a tener complicado para sobrevivir", sentencia.
En el otro lado, "los guías turísticos, la hostelería, el ocio nocturno o los teatros, por poner algunos ejemplos, seguramente han evolucionado menos porque se han visto obligados a echar el cierre total".
Solventar la falta de interacción
La CEG hace también referencia a la otra cara de la moneda, la falta de contacto de las plantillas cuando se trabaja en remoto, uno de los grandísimo cambios que se han producido durante la pandemia y que muchas compañías mantendrán a largo plazo. "Habrá que ver cómo se compensa y encauza la pérdida de la interacción humana y el trabajo en equipo a distancia ante el inminente cambio", apuntan desde la asociación.
Los retos que se avecinan son muchos y de gran relevancia para el tejido empresarial de la comunidad gallega. Valentía, recursos, formación y creatividad serán algunos de los aspectos fundamentales para hacerles frente. La pandemia ha demostrado que el cambio está en marcha y que es posible.
Y los resultados, visibles. "La digitalización debe servir para abaratar costes, facilitar tareas y/o incrementar ingresos. Si no ayuda en uno o varios de esos objetivos es que no se está aplicando adecuadamente", concluye Diego Diéguez.