El olfato es, sin duda, uno de los sentidos más poderosos del ser humano. Según señalan algunos estudios, las personas pueden reconocer hasta 10.000 olores diferentes, pero únicamente 200 colores. Así, ante una herramienta tan potente, y también gracias a la enorme competencia existente en el mercado y a la saturación de impactos visuales del marketing tradicional, el marketing olfativo se ha ido haciendo un hueco en la estrategia comercial de muchos negocios.
"El marketing olfativo, también llamado ‘el vendedor silencioso’, es una técnica que forma parte del marketing sensorial. Gracias a numerosas experiencias y a diferentes estudios científicos realizados por medio del neuromarketing sabemos que el aroma adecuado puede suponer importantes beneficios para un negocio. No se trata simplemente de poner un ambientador, va mucho más allá", explica Javier Barral, responsable de la firma viguesa Enaroma.
Aunque no es una técnica nueva, el experto asegura que al principio estaba reservada a grandes compañías. Gigantes como Coca-Cola o Inditex lo tienen presente en su estrategia de venta desde hace años; la novedad radica ahora en su proliferación en las pequeñas empresas o negocios locales.
Del optimismo en la compra al bienestar de los trabajadores
Si bien la mercadotecnia está vinculada a la venta y las emociones del cliente, el marketing olfativo puede lograr un impacto positivo, no solo en aquellos que visitan nuestro establecimiento, sino también mejorar el rendimiento del personal o incrementar su felicidad en el puesto de trabajo.
Algunos de los beneficios, validados en numerosos estudios, de esta técnica comercial son, por ejemplo, una mayor permanencia en el establecimiento, un mayor recuerdo de la experiencia en el local o una mejor percepción de la calidad de los productos, llegando a incidir directamente en la decisión de compra. En cuanto al entorno laboral, utilizar el aroma correcto puede contribuir a reducir los errores y el estrés de los empleados o aumentar su concentración, productividad y bienestar en general.
"El cliente tiene que ser consciente de que hoy en día ya no solo se trata de tener un buen producto y a un buen precio, lo que hay que ofrecer al cliente final es un conjunto de sensaciones que hagan que se sienta atraído por su marca, generando así un vínculo de confianza. Con este servicio los negocios buscan diferenciarse de la competencia", cuenta Javier Barral.
Asesoramiento, producto y servicio
Desde la compañía viguesa Enaroma el cliente puede obtener un servicio completo para su negocio. Asesoramiento para encontrar el aroma ideal entre cientos de referencias posibles y también el servicio completo que, dependiendo del tamaño del local tendrá un tipo u otro de nebulizador.
Además la instalación no precisa de obra y la empresa se encarga también de la reposición del aroma gracias a la información que les proporcionan los dispositivos, de forma que el cliente no permanezca nunca sin el servicio contratado. El precio medio del servicio, dependiendo del sistema que precise cada local, ronda los 15 euros y no tiene ningún tipo de permanencia ni coste inicial.
"Nuestro entorno de trabajo fundamentalmente abarca el ámbito provincial, no obstante, tenemos clientes puntuales en puntos más extremos como Gijón, Viveiro (Lugo), Ourense, Boiro, Santiago de Compostela y Valença do Minho. Al margen de que disponemos de acuerdos de colaboración para poder dar servicio a nivel nacional", apunta Barral.
Cuando se trata de venta online, la labor de Enaroma consiste más en asesorar y proporcionar el producto adecuado para impregnar el embalaje antes de enviárselo a sus clientes, obteniendo así el efecto deseado cuando el cliente recibe el producto.
Otro de los objetivos que puede tener este servicio es también la neutralización de malos olores localizados. En este sentido, desde la firma aseguran que este servicio ofrece también una gran eficacia, "pues disponemos de aromas específicos para cada situación, con garantía de éxito", dice el experto en marketing olfativo.
Para todo tipo de negocios
"El tipo de negocio donde ofrecer nuestros servicios es extremadamente amplio, es decir, este servicio es de aplicación en cualquier actividad", sostiene Javier Barral. Quien además destaca que su empresa no pertenece a ninguna franquicia, "evitando así las presiones para tener que vender sus productos y algunos de relativa eficacia, con lo que nos da una gran independencia invirtiendo tiempo y dinero en I+D, al poder analizar dentro del mercado de proveedores los mejores equipos y aromas para ofrecer a nuestros clientes", señala.
Entre los clientes de Enaroma se encuentran compañías del sector inmobiliario, centros comerciales (como el centro comercial A Laxe, que ha apostado por este tipo de servicio para diferenciarse), academias, tiendas de complementos, clínicas de todo tipo, restaurantes, gimnasios y muchos otros que han confiado en la neurociencia para mejorar la experiencia de sus clientes. Es probable que, sin saberlo, muchos vigueses retengan en su memoria los aromas especiales de muchos establecimientos de la ciudad.