La empresa de formación Femxa nació en Vigo en el año 1999 y no ha dejado de evolucionar buscando siempre mejorar la empleabilidad de sus alumnos. Con la consolidación de la empresa en el mercado nacional y el crecimiento continuo de su alumnado, Femxa decidió en 2010 comenzar a participar en proyectos internacionales.
Fue hace tan solo cuatro años cuando la empresa se lanzó a coordinar sus propias iniciativas a la vista del crecimiento que estaba experimentando el sector en Europa "y la cantidad de oportunidades que ofrecía este mercado internacional". Así lo cuenta Mamen López, Project Manager de Femxa, encargada de coordinar varios de sus proyectos europeos.
"En 2010 comenzamos a crear iniciativas a medida para algunos socios o entidades, pero en 2019 decidimos que nosotros mismos queríamos ser impulsores de esos proyectos porque veíamos que en Europa había muchísimas innovaciones interesantes", explica. "El mercado europeo es un entorno muy atractivo para cualquier empresa porque colaboras con entidades internacionales de mucho peso".
Poco a poco, Femxa ha ido consolidando áreas de actuación y ha logrado participar en grandes proyectos con países como Italia, Portugal, Grecia o, en este momento, Turquía y Rumanía. "Decidimos meternos con Erasmus+ porque gracias a la coordinación con otros países ofrecemos formaciones que también incluyen la diversidad de culturas y conocimientos".
El papel del facilitador tecnológico
López hace referencia, por ejemplo, a uno de sus últimos trabajos, DigiFact. "Nos dimos cuenta a raíz de la pandemia de que eran necesarios nuevos perfiles profesionales más tecnológicos, hacía falta que los docentes se formasen en inteligencia artificial o en análisis de datos", así que se asociaron con una entidad de Turquía y otra de Rumanía y se lanzaron a este nuevo proyecto.
La compañía lidera la iniciativa, financiada por Erasmus+, junto a otros dos socios internacionales: TEAM4Excellence, ONG rumana que mejora las condiciones socioeconómicas y la calidad de vida de las personas a través de la educación y la investigación; y la Dirección Provincial de Educación de Osmaniye, organización gubernamental de esta provincia turca.
"Quisimos crear una nueva figura, un facilitador tecnológico que pudiese ofrecer formación en tres ámbitos: gamificación, inteligencia artificial y análisis de datos". De esto último es de lo que se encargan desde España, con la ayuda de Jorge Ferreiro, "que es un gran amante del tema" y que ayudará a sus colegas turcos y rumanos a conocer más sobre ello.
DigiFact, explica, "surgió como una necesidad, cuando nos dimos cuenta de que los cursos, ahora obligatoriamente a distancia, precisaban a profesores más formados en nuevas tecnologías para adaptar las enseñanzas a los alumnos y poder evaluar su feedback". Nace entonces la idea de consolidar ese facilitador tecnológico que se encargará de que las formaciones estén adaptadas a las exigencias tecnológicas actuales.
La elección de socios "vino por las circunstancias del proyecto: los turcos buscaban ampliar sus capacidades tecnológicas y los rumanos buscaban aumentar sus estándares de calidad". Femxa, como empresa española, quería continuar su expansión internacional y vio en la financiación europea una oportunidad única.
Una internacionalización necesaria
Parte de su estrategia de crecimiento, que va más allá del programa Erasmus+, es la búsqueda de proyectos que impliquen una mejora de la empleabilidad de sus alumnos. "Nuestro objetivo, siempre, es acompañar el crecimiento profesional de nuestros alumnos, además del personal", explican.
Por esta razón, en los últimos años, se han implicado en iniciativas europeas como FOLM (From Outdoors to Labour Market), un modelo de educación que ayudará a activar a cientos de personas de 18 a 29 años que no tienen empleo, educación o formación en varias regiones europeas.
"La riqueza de este proyecto, cuya prueba piloto desarrollamos en Cantabria, es que rompe con las rutinas y saca de la zona de confort a los participantes, que vuelven a sus casas con un plan de trabajo bajo el brazo y llenos de nuevas y enriquecedoras experiencias". En el caso de esta primera edición, cuenta, "mejoramos la empleabilidad del 82% de los participantes, que encontraron trabajo al terminar el bootcamp".
Como este, explica López, "puedo poner muchísimos ejemplos, porque Femxa está trabajando en varios proyectos internacionales que están teniendo muy buena acogida y logran muy buenos resutados". Se ha convertido, sin duda, en una empresa que ha sabido ver oportunidades en una época de crisis y que sigue abogando por compaginar su crecimiento económico con el crecimiento profesional de sus clientes.