OURENSE, 6 Jun. (EUROPA PRESS) –
La Xunta ha dado luz verde a otorgar el pase a concesión de explotación de recursos de la sección C de Penouta, en el ayuntamiento ourensano de Viana do Bolo, la única mina de coltán en Europa.
Así figura en la resolución firmada por la directora xeral de Planificación Enerxética e Recursos Naturais, Paula Uría, que recoge el Diario Oficial de Galicia de este lunes.
En la mina de Penouta trabaja la empresa promotora Strategic Minerals Spain, una compañía de capital mixto español-americano instalada desde el 2018. Apostó en aquel año por recuperar una planta que se encontraba abandonada desde 1985, después de haber estado al cargo de las empresas del grupo Rumansa durante varias décadas.
La compañía llegó en inicios del 2018 tras haber realizado sondeos previos desde el 2011 y se dedicó a la extracción del tantalio y niobio, los dos metales que componen el coltán y que hasta el momento extraían de la denominada sección B.
Ahora suman una nueva zona de explotación en la que se encontraba situada la antigua mina, una explotación a cielo abierto con una extensión de 150 hectáreas donde los trabajos tendrán una duración de 30 años –prorrogables hasta un máximo de 75 años– a completar en seis fases de cinco años cada una.
El informe técnico favorable del Servizo de Enerxía e Minas recoge que las reservas calculadas son de más de 100 millones de toneladas de mineral susceptibles de ser explotadas. La explotación durante 30 años prevé la extracción de 50 millones de toneladas de mineral.
La previsiones de inversiones son de 40,5 millones de euros, con trabajos en el primer año por 1,6 millones. La Xunta sostiene que la compañía "goza de un estado de solvencia económica aceptable".
Además, el Gobierno gallego fija un aval a la empresa por 3,2 milllones euros, que se divide en 1,6 millones tanto para el cumplimiento de obligaciones de financiación y viabilidad ambiental como para el cumplimiento del plan de restauración.
Críticas de ecologistas
El expediente fue presentado para su análisis en octubre del 2020 y, tras ser sometido a valoración por 11 organismos diferentes, únicamente recibió una respuesta negativa por parte de la Federación Ecologista Gallega, por lo que en diciembre del 2021 la Consellería de Medio Ambiente Territorio y Vivienda resolvió la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto considerándolo "ambientalmente viable".
Ahora, el Gobierno gallego ha dado luz verde a ese proyecto de explotación de los recursos de la sección C por parte de la empresa, que realizará un proceso íntegramente físico, empleando agua para separar los minerales más densos seguido de una separación magnética anterior al secado y su posterior venta, y además tiene la obligación de desarrollar los trabajos de recuperación de las zonas afectadas.
La concesión llega después de que distintas organizaciones ecologistas se opusieran a la misma y pidiesen que se denegase el proyecto por la afectación que supone para el entorno.
En concreto, a mediados del año pasado, Ecologistas en Acción pidió que se denegase porque implicaría "la continuación de vertidos directos con altas concentraciones de metales pesados sobre espacios protegidos de la Red Natura 2000″.
Alertaban de que la mina "es un gran foco de contaminación" tanto por las características "geoquímicas del yacimiento como por el incumplimiento, por parte de las sucesivas concesionarias y de las administraciones, de sus obligaciones en materia de restauración del espacio afectado por las actividades mineras", una queja que reiteraron en enero de este mismo año y de nuevo en abril cuando criticaron que la explotación "continúa acumulando expedientes por los vertidos de metales pesados, vertiendo en riegos de la zona".
Los ecologistas lamentan que la situación "empeora" porque el "reprocesado de los materiales de las antiguas balsas no era más que una tapadera" para garantizar la obtención de los derechos para la explotación a cielo abierto, la sección C, con la que aseguran que la contaminación sobre el entorno de Pena Trevinca será "devastadora".