"Vialia Vigo es un proyecto innovador que transforma positivamente la ciudad", dice Nhood, la promotora del centro comercial que trajo la revolución a Vigo. Primark, Mango, Alcampo, un enorme H&M y unos cines Yelmo Premium marcaban la llegada a la ciudad olívica de un gigante de las compras, que batía récords de afluencia en sus primeros meses de vida. Dos millones de visitantes en sus sesenta primeros días en marcha hacían pensar Nhood que Vialia Vigo había sido su mayor caso de éxito.
Sin embargo, menos de un año después de su mediática inauguración, el centro comercial arroja una realidad muy distinta a la que se esperaba. Tras aquellos dos primeros meses, las cifras oficiales de visitas a Vialia Vigo empezaron a caer y a día de hoy los datos ya no se conocen, aunque es fácil comprobar que entre semana los pasillos del centro comercial están más vacíos que aquellos primeros días. Sus grandes reclamos, hasta el momento, parecen seguir manteniendo el tirón inicial, pero quizás esto no sea suficiente.
Desde Nhood aseguran que se alcanzarán los 7 millones de visitas en junio y que siguen siendo el centro comercial con más afluencia de la ciudad, aunque es evidente que ya no se están dando las visitas masivas de los primeros meses. No obstante, ellos mismos reconocen que el verdadero éxito llegará con la inauguración de la estación intermodal, que proyecta 2 millones de pasajeros al año.
La estación intermodal, que prometía ser la clave de la afluencia "masiva" de público, sigue sin funcionar nueve meses después de la apertura del complejo, algo que, sumado a la reducción de horarios de Renfe, que no se han restablecido tras la pandemia, podría estar también perjudicando al centro comercial. Vialia Vigo, 264 días después de abrir sus puertas: ¿éxito o pinchazo?
El gran despegue
Casi 15 años de proyecto culminaban con una gran fiesta de inauguración en la que nacía, por fin, el centro comercial Vialia Vigo. Un millar de invitados, música y el siempre mediático discurso de Abel Caballero, alcalde de la ciudad, ponían en el foco a la economía viguesa, que se vería impulsada por el aterrizaje de firmas históricamente demandadas.
Sus 30.000 metros cuadrados de superficie albergan locales de Primark y Fnac, que llegaban por fin a la ciudad olívica. Una gran tienda de Decathlon, dos plantas de H&M y unos cines casi de lujo a cargo de Yelmo Premium aseguraban el éxito de un espacio que acababa de nacer.
La oferta gastronómica, que va desde la cocina de Estrella Michelin en el restaurante Centeno, de Rafa Centeno, hasta la fast food más conocida del planeta gracias a McDonald’s, KFC o Taco Bell, también se puede considerar hoy uno de los mayores reclamos del centro.
En los primeros veinte días de apertura, el despegue de Vialia Vigo era indiscutible: 35.000 visitantes diarios demostraban que el modelo estaba funcionando.
Ausencias ¿inexplicables?
No obstante, desde su apertura la sombra de Inditex planea sobre Vialia Vigo, pues el gigante de Arteixo no ha querido instalar ninguna de sus firmas en este espacio comercial. Lejos de dar explicaciones, los Ortega han reforzado su presencia en la calle Príncipe con la apertura de un gran Pull&Bear y la recuperación del edificio que ocupaba C&A para volver a abrir un gran Zara en la "milla de oro" particular de Inditex en Vigo.
Por su parte, Tendam (antiguo Grupo Cortefiel), también sigue apostando por las calles comerciales del centro, por lo que firmas como Women’s Secret, Cortefiel o Springfield tampoco se han movido de sus emplazamientos originales y mantienen sus históricas tiendas al aire libre.
Los altos precios del alquiler de la superficie comercial o la proximidad de esta milla de oro que suponen las cercanísimas calles Príncipe y su intersección con Urzáiz son las razones por las que se inclinan los vigueses, aunque lo más probable es que nunca consigan salir de dudas.
La estación y el Halo, grandes dinamizadores aún por llegar
Más allá de las firmas diferenciales, que supusieron el mayor reclamo ya antes de su apertura, Vialia Vigo no cuenta con marcas exclusivas y está en una zona que, aunque cerca del centro neurálgico de la ciudad, no es tan accesible como Príncipe. "No vas a ir hasta Vía Norte adrede a una tienda de carcasas o de productos de belleza, cuando las mismas las tienes al lado de Puerta del Sol", dicen algunos vigueses.
Las conexiones de la nueva superficie comercial de Vigo se limitan, a día de hoy, al tren y el coche particular: ¿es la apertura de la estación de autobuses una de las culpables del pinchazo de Vialia? La afluencia de visitantes se ha visto condicionada por la ausencia total de tráfico de autobuses, la eliminación de frecuencias de Renfe y las constantes huelgas del transporte público de la propia ciudad de Vigo.
A pesar de todas las promesas, la puesta en marcha de la estación intermodal, fijada para mayo de este año, continúa en el aire y no parece estar cerca. Xunta y Concello continúan en una batalla que no parece tener fin y que únicamente retrasa, cada día un poco más, el repunte del tráfico de visitantes a Vialia Vigo.
La conexión con la parte más baja de la ciudad, que se conseguirá con la puesta en marcha del ascensor Halo, es la otra gran cuenta pendiente de Vigo con Vialia. Su ya inminente construcción permitiría que García Barbón y Vía Norte, históricamente incomunicadas, tuviesen por fin un flujo constante de peatones.
Su apertura, fijada para el verano de 2023, salvaría el otro gran escollo de Vialia Vigo, pues hasta hoy únicamente se puede acceder desde las calles superiores. Con este mismo fin, el Concello ya ha empezado a plantear la humanización de la zona inferior del centro comercial, que pertenece a Adif.
Casi 15 años de proyecto y un coste de 168,5 millones de euros ya han supuesto, sin duda, una revolución. Para hablar de retorno de la inversión y de que Vialia Vigo es el caso de éxito "que transforma positivamente la ciudad" quizás haga falta, al menos, esperar a que todas las infraestructuras que prometen facilitar la llegada de visitantes trabajen a pleno rendimiento.