La empresa gallega Magallanes Renovables continúa avanzando para comercializar su tecnología de energía renovable a partir de las corrientes de marea: con el fin de instalar un primer parque de plataformas en Gales, han sido adjudicatarios de una tarifa fija en la subasta de Reino Unido (CDF). "Es la culminación de 14 años de I+D", explica Alejandro Marques, director de desarrollo: "son los primeros visos de la comercialización del sistema".
La única plataforma con la que cuentan a día de hoy, bautizada ATIR, ha sido su "prototipo a escala real" los últimos tres años, en los que "se ha exprimido al máximo y se ha forzado con el objetivo de aprender todo lo posible para crear una tecnología más robusta, reducir el mantenimiento y abaratar los costes", explica el director de desarrollo. Ahora, con la consecución de la tarifa, podrán construir un parque de cuatro plataformas que generarán una potencia pico de 6 megavatios por hora, "para abastecer a 6.000 viviendas".
Este paso, según cuentan, marcará la línea a seguir en el futuro y será el primer paso para "seguir desarrollando en Gales, Escocia y en el resto de Europa, si se puede". Alejandro Marques reconoce que continúan con el foco puesto en instalar en España, porque sería "un sueño volver a donde todo empezó y aprovechar la corriente del Estrecho de Gibraltar, que fue donde el fundador de la empresa tuvo la idea de crear Magallanes Renovables".
Por todo esto, Marques y su equipo van a poner todo su empeño y "apretar" para que el futuro parque de Gales tenga el resultado esperado. "Si sale bien nos va a garantizar muchas cosas, pero si sale mal nos puede cerrar puertas: es el momento de trabajar duro".
Gales 2026
La concesión de la tarifa para comercializar la energía producida por el ATIR en Reino Unido es el primer paso para que la tecnología de esta empresa gallega tenga éxito. "Hasta ahora llevamos más de una década haciendo investigación y el I+D es todo inversión, ahora por fin vemos el retorno y empezaremos a ingresar y a obtener beneficios", explica Alejandro Marques. "Instalaremos el parque en Gales porque Reino Unido ha querido apostar por la energía renovable marina con la subvención de esta tarifa, pero el objetivo es poder replicarlo en otros lugares".
Así, explica que también están en conversaciones con gobiernos y empresas de otros países, pues asegura que el periodo de investigación previo a la instalación de un parque "es de unos cinco o seis años como mínimo". Gales será la primera experiencia a escala real con más de una plataforma, lo que permitirá también "aprender lo máximo posible" para conformar una tecnología "fácil de mantener y fiable".
El director de desarrollo explica que "es una tecnología nueva y por eso es necesario que la subvencionen, lo que por ahora solo ha hecho Reino Unido". Asegura que España suele ir "con más retraso" porque las condiciones del mar no son las mismas, "pues aquí hay aguas más profundas", y se ha decidido apostar por energías renovables en superficie. "Pero este parque piloto nos va a permitir reducir costes y aprender sobre el uso de la tecnología para cuando llegue a España, que lo hará".
Asimismo, asegura que las corrientes en Gibraltar son menos fuertes que en Escocia (donde está actualmente la plataforma ATIR) o en Gales, "por lo que tenemos que buscar espacios en los que sea rentable producir hasta que consigamos abaratar más los costes de la tecnología", para poder instalarse en zonas "con menor recurso" una vez las plataformas sean rentables en menos de un año.
Los primeros europeos
Junto a Magallanes Renovables, dos empresas escocesas (Orbital y MeyGen) han sido elegidas para obtener también esta tarifa, lo que, tras el Brexit, convierte a la gallega en la primera de la Unión Europea en crear un parque de generación de energía renovable marina offshore. "En Reino Unido crearon en diciembre un presupuesto que subvencionaría esta tarifa, que sacaron a subasta pública: después de mucho escrutinio y mucha burocracia, somos una de las tres empresas adjudicatarias", explica Alejandro Marques.
A partir de la adjudicación continuarán los pasos hasta la instalación del parque, compuesto de cuatro plataformas similares al ATIR, que estarán operativas en 2025 o 2026. "Se llama proyecto piloto por ser el primero, por lo que el protocolo será mucho más reforzado que el de los siguientes parques y aprenderemos mucho sobre cómo nos instalaremos y cómo haremos la conexión", dicen. Ahora mismo, podrán beneficiarse de la conexión a la red que ya se ha desarrollado para la eólica offshore instalada en Reino Unido, algo que ya ha permitido que el ATIR vierta electricidad a la red desde el primer día.
Este primer parque de plataformas significa "el primer paso para la comercialización de un sistema en el que llevamos trabajando 14 años: ahora, por fin, se ve que hay una necesidad y ganas de aprovechar este recurso". El de Reino Unido ha sido el primer gobierno que ha sabido ver que la tecnología está lista "para aprovechar un recurso predecible e independiente de la solar y la eólica", algo que Alejandro Marques está seguro que muchos más gobiernos europeos y de fuera de la Unión replicarán "pronto".
Magallanes Renovables, con este nuevo paso adelante, ha sido capaz de demostrar que su tecnología tiene un futuro "viable y regulado", basada en un recurso natural fiable y !00% predecible, a diferencia del sol o el viento. "Estamos muy contentos y esta noticia nos ha hecho venirnos arriba, porque el I+D es muy duro pero por fin sabemos que vamos a obtener beneficios".