La terminal de automóviles de Bouzas, en Vigo, vive desde hace varios días una situación de colapso que ha llevado al grupo automovilístico Stellantis a tener que desviar vehículos a la campa que tiene también en O Porriño para el almacenaje.

Los retrasos en el transporte marítimo y el nivel de producción de la factoría viguesa ha motivado que miles de coches hayan saturado la terminal viguesa y el resto de instalaciones de la multinacional hasta tal punto que la compañía se ha visto obligada a buscar alternativas para el almacenaje.

Desde Stellantis aseguran, no obstante, que a pesar de los problemas logísticos no se contempla de momento una parada de producción por este motivo.

Según fuentes conocedoras de la situación, una confluencia de factores se haya detrás de estos retrasos: postpandemia, precios del carburante, crisis energética o la guerra de Ucrania, han motivado que operadores y navieras vivan una delicada situación desde hace días e incluso semanas. A estos hechos se ha sumado la situación en el país galo -una manifestación por el coste de la vida y una huelga intersindical que tuvo lugar ayer-, que no ha hecho más que empeorara la situación en las últimas horas.

Conexiones ferroviarias

Sobre este tema ha hablado el presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP), Jorge Cebreiros, quien ha lamentado que a la crisis de componentes que sufre la automoción en la actualidad hay que sumarle los problemas logísticos, según ha avanzado Europa Press.

En la jornada ‘Tendencias e servizos do transporte ferroviario en Galicia’ organizada por el Clúster da Función Loxística de Galicia este miércoles en Santiago de Compostela, Cebreiros ha puesto en valor la importancia de desarrollar las conexiones ferroviarias necesarias para poder hacer este transporte por tren.