En 1939, a orillas del río Ulla, en la localidad pontevedresa de Pontecesures, comenzaba la historia de una de las diez factorías que el gigante multinacional de origen suizo Nestlé tiene hoy en día en territorio español. La fábrica pontevedresa constituye el único centro de producción de la compañía de alimentación en la comunidad gallega, y está especializada en la elaboración de leche condensada desde sus inicios.

La producción de este dulce en la localidad pontevedresa ha ido ganando peso dentro del grupo: en 1983, la de Pontecesures pasó a ser la única planta del grupo en España que fabricaba este producto. Y la trayectoria de éxito de este centro de producción llevó a la compañía a convertirla, en 2012 y hasta hoy en día, en la única fábrica de la multinacional de la zona Emena (Europa, Oriente Medio y Norte de África) dedicada a la elaboración de leche condensada.

En 2021 la producción en la fábrica de Pontecesures fue de alrededor 60.000 toneladas de las que el 65% se destinaron a la exportación. Los principales mercados europeos de destino son Francia, Reino Unido y Portugal; fuera de Europa, Australia, Oriente Medio y África Central.

La ubicación de esta factoría no fue algo casual para la compañía, que consideró esta localización un enclave estratégico, cerca de la carretera general entre A Coruña y Vigo y junto al puerto fluvial, al que llegaban los cargamentos de hojalata para la fabricación de los botes, así como barcos cargados con la leña que se utilizaba entonces para las calderas de la fábrica.

Imagen antigua de la factoría de Nestlé en Pontecesures (Pontevedra). Foto: Cedida

La planta, que representó el primer centro de transformación láctea en Galicia, fue pionera en la recogida de leche en el campo gallego, en una época en que este producto se usaba principalmente para consumo propio y de los animales.

La primera leche que se envasó procedía de Caldas de Reis y Moraña, para posteriormente ampliarse el radio de acción hasta Allariz y Lalín, donde se montaron centrales de recogida en las que se concentraba la leche de la zona, se refrigeraba y se transportaba hasta Pontecesures para la fabricación del producto final. Fue el 16 de agosto de 1939 cuando salió de la planta gallega el primer bote de leche condensada.

La factoría cuenta hoy con 6 líneas de llenado y entre sus productos, además de leche condensada incluye dulce de leche, cocido de leche, leche condensada con sabores (chocolate, café y pistacho), leche condensada sin lactosa y leche condensada vegana con avena y arroz.

Desarrollo del entorno

La implantación de industria en un territorio trae consigo, por regla general, una importante revitalización económica de la zona y sus alrededores. En este sentido, la planta de Nestlé en Pontecesures, que hoy en día emplea a algo más de 200 personas, supuso también un impulso al desarrollo de las explotaciones ganaderas del entorno.

Según explican desde la compañía, la fábrica de Nestlé en Pontecesures recibe al año un total de 275.000 litros de leche fresca gallega, provenientes de las 130 explotaciones ganaderas ubicadas en un radio máximo de 60 kilómetros. "Estas granjas están dentro de un programa de certificación de buenas prácticas, con el que la compañía asegura la calidad del producto", explican.

Además, la planta cuenta con un equipo de asesores agropecuarios, que aconsejan a los ganaderos de forma continuada en relación a las mejores prácticas a desarrollar en el campo. El objetivo: obtener una leche de mayor calidad, ser más competitivos y mantener a los animales de forma saludable y confortable, proporcionándoles cuidados veterinarios, alimenticios y de salud.

Innovación y mejora continua

Aunque la planta de Pontecesures se inauguró en 1939, tiene su origen en la constitución de Ilepsa (Industria Lechera Peninsular, S.A.), empresa propiedad de Nestlé que se fundó el 1 de febrero de 1938 y que se mantuvo hasta 1985, momento en el que disolvió y la fábrica gallega se integraba de lleno en Sociedad Nestlé, Anónima Española de Productos Alimenticios, ahora conocida como Nestlé España, S.A.

La fabricación de leche condensada La Lechera se realizaba en la factoría que el grupo suizo tenía en La Penilla de Cayón (Cantabria), primera planta del grupo en España e inaugurada en 1905, pero a finales de 1978 Pontecesures se hizo cargo de esta elaboración.

Con más de 80 años de historia, la fábrica gallega ha vivido innumerables hitos de innovación, hitos que sigue logrando hoy en día, ya que la compañía trabaja de forma muy activa por mejorar la eficiencia energética y la reducción de emisiones de la planta. En marzo de 2021, la compañía anunció la reducción del consumo de agua en un 83% en estas instalaciones.

En lo que a su producto estrella se refiere, en 2001, La Lechera asumió el papel de líder indiscutible y revolucionó el mercado con el lanzamiento de "Sirvefácil", una nueva presentación práctica y cómoda que complementaba el tradicional bote de hojalata con una botella de plástico dotada de una válvula dispensadora.

Así, la larga trayectoria de este centro de producción a orillas del río Ulla sigue generando empleo, apostando por las buenas prácticas y la economía de proximidad, y, sobre todo, llevando leche condensada made in Galicia a muchas partes del mundo.