A principios de febrero, la nueva dirección de la empresa auxiliar del naval Soling Instalaciones, comunicó a sus empleados enviaba a casa a sus empleados con un permiso retribuido y sin das más explicaciones. Un día antes de finalizar este permiso, se comunicó a los tres delegados sindicales, todos ellos de la CIG, la intención de comenzar un ERE extintivo a través de Whatsapp. Para más información, añadía el mensaje, indicaba un número de teléfono de un despacho de abogados.
Al no tener información oficial y sólo por la aplicación de mensajería, los trabajadores continuaron acudiendo a sus puestos de trabajo durante días a pesar de que la empresa se encontraba cerrada. Denunciaron esta situación a Inspección de Trabajo, que ha reconocido como "despido tácito" esta situación.
Según el informe de Inspección, al que ha tenido acceso Europa Press, el nuevo director "ni cumple con los requisitos formales legalmente exigidos, ni manifiesta, de forma expresa y clara, su voluntad de poner fin a la relación laboral", aunque "podría deducirse de su comportamiento". A esto se suma la "falta de ocupación efectiva y de retribución" y el "cierre o desaparición de la empresa", que "ha roto la comunicación con los trabajadores" y delega en una tercera compañía dicha comunicación, "que sí responde a las llamadas de la Inspección de Trabajo, pero no a los trabajadores ni a sus representantes".
Fuentes sindicales han indicado a Europa Press que siguen sin comunicación oficial, aunque algunos compañeros han recibido correos solicitando datos de otros empleados. Por todo ello, pretenden iniciar una demanda de despido improcedente, para reclamar las cantidades que le corresponden.