Esther Molina

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Talento Rebelde

Esther Molina: "Basta de hacer famosa a gente estúpida"

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La rebeldía suele asociarse muchas veces a la revolución y toda revolución para que funcione tiene que comunicarse bien. Nuestra invitada de hoy es una de las grandes referentes de la comunicación en el ámbito de las startups.

No es casualidad que se haya ganado este estatus y es que Esther Molina ha conseguido ganarse su fama por tener una trayectoria honesta y coherente en un mundo dónde a veces es más fácil brillar usando caminos más fáciles.

Su progresivo prestigio le ha llevado entre otras cosas a figurar como la autora de Forbes 30 Under 30, revista con la que colabora desde hace varios años.

Además es una de las fundadoras de Female Startups Leaders, la Asociación sin Ánimo de Lucro de fundadoras de startups innovadoras de habla hispana y también la CEO y Co-fundadora de la Agencia de PR y Growth Media, WILDCom.

Cómo veis, tenemos mucha materia que trabajar en esta entrevista. Bienvenida, Esther.

“Stop Making Stupid People Famous”. Hace unas semanas se inició una campaña en Linkedin inspirada en un post tuyo para no hacer “famosa” a la gente incorrecta. ¿Quién es la gente incorrecta?

 Concretamente, la traducción literal (esa frase no la he hecho popular yo, ni muchísimo menos) es exactamente lo que quería reflejar: “Basta de hacer famosa a gente estúpida”. Comprendo que es un término algo subjetivo, cada uno tenemos unos estándares alineados con nuestros valores que pueden no coincidir con el resto.

Correcto o incorrecto son términos también subjetivos. Objetivamente, lo curioso es que la estupidez solo comparte con el talento el hecho de no entender de edad, ni de género, ni de fronteras físicas, ni de raza ni de religión. Todas las personas que lideren un proyecto empresarial que se presuma mínimamente innovador y estén completamente obsesionadas con hacer crecer su marca personal por encima del propósito del proyecto, particularmente me crean un rechazo importante. Me parece una estrategia muy estúpida.

Según la RAE: Necio o de corto entendimiento. Y me preocupa que, por tanto, se de visibilidad en medios de comunicación y canales digitales con mucha proyección a personas necias. Hay muchas (la gran mayoría, afortunadamente) que no lo son, que trabajan y se esfuerzan día a día para hacer crecer sus empresas y éstas, a su vez, están ayudando a transformar realidades de otras personas o el entorno que nos rodea a todos.

Son quienes, en mi opinión y en el ámbito que nos ocupa si hablamos de medios de comunicación especializados en emprendimiento, innovación, startups…ojalá fueran priorizados. Esto es un ideal poco realista, me temo. O relegado a nuestra capacidad de actuación en los medios donde cada uno colaboramos y en los temas que nos competen directamente, si hablamos de periodismo freelance, que es mi caso.

Si un emprendedor no encaja con tus estándares de honestidad pero te hace una oferta escandalosa porque le lleves la comunicación, ¿aceptas? 

Por supuesto que no. Ya nos ha pasado en alguna ocasión, así como finalizar la relación profesional con alguien que ha dejado de estar alineado/a con nuestra forma de trabajar. No hay oferta económica equiparable en el mundo a dormir bien por las noches y estar en paz con tus decisiones. Ser consecuentes con nuestros principios nos ha ayudado a desatascar muchas encrucijadas. Esa es la clave para que nuestra agencia WILDCom siga creciendo.

En tu experiencia ¿puede un emprendedor con mala fama cambiar su imagen?

Creo que fue Buffet quien dijo aquello de: “Se necesitan veinte años para construir una reputación y cinco minutos para arruinarla”. Desde luego, si todos los emprendedores que se han ganado a pulso (suele ser una consecución de malas decisiones, fundamentalmente) esa “imagen”, a lo largo de los meses (ya ni siquiera hablamos de años, los canales digitales han acelerado todo) hubieran parado un par de minutos a hacer un poco de introspección antes de actuar, probablemente habrían realizado sus actuaciones de forma diferente. ¿Pueden cambiar su imagen? Imagino que me estás preguntando por la intencionalidad más “noble” de la pregunta, más allá de la posibilidad de invertir recursos en tratar de que otros agentes, como agencias de reputación, trabajen por un cambio de imagen externa y tengo que responder que sí. Parto de la premisa de que (casi) cualquier persona, se dedique a lo que se dedique, puede querer cambiar su imagen y llevarlo a cabo.

Para ser completamente sincera, y en ese tejido empresarial en el que nos encontramos, el tema es que no estoy tan segura de que las personas podamos cambiar, a fin de cuentas, lo que “somos”. Lo que somos siempre prevalece a “lo que parecemos”. Y me temo que lo que somos acaba brillando y destacando más que las apariencias y acabaremos actuando, de nuevo, en consecuencia con nuestra esencia. Me encantaría estar equivocada, por cierto.

Supongo que siendo una de las redactoras de Forbes 30 Under 30 te contactarán agencias y emprendedores para intentar aparecer en esta lista…

A mi y al resto de compañeros involucrados en este tipo de reportajes y es completamente normal. Además, con la última edición, la revista ha hecho un esfuerzo considerable por lanzar un festival juntando mucho talento de diferentes sectores. Días después de que se publicara, entre los mensajes que recibí y contesté lo más educadamente posible (entiendo perfectamente la expectación y la ilusión con este tipo de publicaciones), acabé una de mis respuestas de esta forma: “Te animo a que sigas currando, a que gestiones mejor el ego, sin hacer las cosas para ser noticia. Los resultados de tu empresa hablarán de ti por sí solos.” Hecho en falta algo más de inteligencia emocional por parte de muchos emprendedores y emprendedoras al dirigirse a los medios de comunicación y tratar de compartir sus proyectos o sus perfiles. Este ha sido uno de los casos más evidentes, pero hay muchos. 

¿Cuál debería ser el propósito del área comunicación para un emprendedor?

Aquí hay que distinguir entre el área de comunicación interna (esto siempre va a depender del volumen de empleados y de clientes) y el área externa, que es aquella que se encarga de contar los elementos noticiables o relevantes hacia fuera. Concretamente, si se dirigen a los medios de comunicación, hay una serie de peculiaridades en las formas de acceder a los mismos y construir esa relación a largo plazo que bien podría ser uno de esos propósitos por los que preguntas. 

También dependiendo de la tipología de compañía o de proyecto emprendedor, los propósitos pasan por solidificar la imagen de marca, construir una reputación, incluso educar o divulgar sobre su expertis yendo más allá de aumentar las ventas y hacer crecer el negocio.

¿Percibes que existen a día de hoy retos relevantes en el emprendimiento femenino? 

Ha habido durante toda la historia reciente un sesgo inconsciente, cultural y generacional, que ha puesto más piedras en el camino a las mujeres que a los hombres a la hora de emprender, sí. Si bien es cierto que muchas de nosotras (entre las que me incluyo) no hemos encontrado más dificultades por el hecho de ser mujeres, a lo largo de nuestras carreras profesionales, eso no significa que no ocurra todos los días, en todos los sectores y profesiones, alrededor del mundo. 

Los retos varían, sobre todo según el contexto económico y cultural, pero en general, podría destacar: El acceso a la financiación (En Europa, las startups fundadas exclusivamente por mujeres recaudaron solo el 1,8% del capital de riesgo en 2023); la conciliación laboral y familiar (el “cuidado” de la familia sigue recayendo mayoritariamente en ellas, lo que puede dificultar su capacidad para dedicar tiempo y recursos a un negocio) y la falta de visibilidad, a nivel histórico (mediática y de reconocimiento, lo que puede afectar a su credibilidad y nuevas oportunidades). Sobretodo en el último punto es donde estamos intentando incidir desde Female Startup Leaders, con iniciativas como el Female Founders Day, cuya cuarta edición tendrá lugar el 27 de noviembre en el Ateneo de Madrid.

¿Algún consejo para esos emprendedores que estén construyendo su marca personal?

Desde mi experiencia, ojalá no caigan en obsesiones enfermizas y poco orgánicas, guiadas por un ego mal gestionado que casi siempre está más enfocado en hacer crecer el número de seguidores o provocar polémicas, sin mucho fundamento. Creo que construir una marca personal lleva tiempo, trabajo continuo, visible pero coherente. Y a estas alturas estoy bastante convencida de que las mejores se consolidan porque las personas que están detrás no actúan pensando en aumentarla. Actúan o hablan porque no pueden no hacerlo, aportando una visión diferencial que puede o no calar en la audiencia. Gente que influye con sus logros sin intención de resultar alguien influyente. Nadie que haya influido o influya de forma real hoy en día necesita verbalizar “yo quiero ser una influencia para los demás”. Lo es o no lo es. Punto.

Preguntas cortas:

Si tuvieses que elegir 3 personas de más de 30 años que te inspiren mucho serían: Qué difícil. Podría mencionar a mi madre, a Natalia Rodriguez de Saturno Labs y a una de mis mejores amigas, profesional de la salud en un hospital. 

La última canción que escuchaste en Spotify: Misión Imposible, de Camilo.

Un deporte que practiques: Crossfit y Hyrox.

Lo que más detestas de las personas es: La deslealtad.

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