El Instituto Internacional de Ciencias Espaciales (International Space Science Institute- ISSI) acaba de escoger al físico de la Universidad de Vigo Juan Antonio Añel para liderar un equipo internacional que estudiará durante los próximos dos años los impactos del cambio climático sobre la atmósfera alta del planeta, la orbitación de satélites y la basura espacial.

En el equipo del proyecto participan once instituciones de siete países, estando además de la UVigo la Universidad de Oxford, la Nasa, el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts), el Centro Nacional de Investigaciones Atmosféricas de Estados Unidos ( NCAR), el Centro de Investigación Antártica de Reino Unido, la Charles University de República Checa, el Instituto Nacional de Investigaciones Avanzadas de la India, el Instituto Meteorológico de Finlandia, el Instituto Meteorológico de los Países Bajos y la Universidad de Leeds.

Por parte de la Universidad de Vigo participan Juan Antonio Añel, como líder del proyecto, y Laura de la Torre, ambos físicos del Grupo Environmental Physics Laboratory (Ephyslab-Centro de Investigación Marina) y docentes de la Escuela de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio del campus de Ourense.

"El ISSI hace una convocatoria anual para financiar equipos de trabajo en los temas más relevantes del momento en investigación espacial y de monitorización de la tierra. Por nuestros últimos resultados sobre los impactos del cambio climático, varios colegas sugirieron la posibilidad de presentarse a la convocatoria y nos pidieron que la lideráramos y así lo hicimos", comenta Juan Antonio Añel. El Instituto Internacional de Ciencias Espaciales, recuerda, "funciona como instituto de investigaciones avanzadas de referencia internacional en el campo espacial, especialmente dedicado al estudio de la influencia del sol sobre la tierra y ciencias planetarias, que facilita la investigación en colaboración de todas las agencias espaciales de los diversos países".

Tres objetivos y recomendaciones

Los objetivos del proyecto, detalla Juan Antonio Añel, son varios. "En primer lugar, evaluaremos en que estado nos encontramos para monitorizar los impactos del cambio climático en las capas más altas de la atmósfera, ya que ahora mismo tenemos una gran falta de datos y sistemas de observación y las misiones de satélite previstas en los próximos años no solucionan estos problemas”. En segundo lugar, añade, el proyecto se proponen construir una base de datos de observaciones de la atmósfera media para poder estudiar mejor dichos impactos.

El tercer propósito de la iniciativa será cuantificar el impacto de las emisiones dióxido de carbono en la ionosfera y ciertas propiedades de la atmósfera alta, tales como la densidad de electrones. "Esto es importante porque está afectando a la navegación de satélites y a su tiempo de reentrada en la atmósfera y aumentando el tiempo de permanencia en órbita de la basura espacial y por lo tanto aumentando su cantidad". Por último, en el marco de esta iniciativa se hará un informe con recomendaciones sobre cómo solucionar estos problemas.

"Nuestro conocimiento de los impactos del cambio climático sigue muy restringido a la superficie y aparte más baja de la atmósfera del planeta. Por cuestiones como la falta de observaciones de toda la atmósfera antes de la aparición de los satélites artificiales, los impactos en las capas muy altas aún son muy desconocidos”, explica Juan Antonio Añel. Sin embargo, subraya, "es importante abordar este hueco en nuestro conocimiento" poniendo como ejemplo como "el aumento de la basura espacial puede tener efectos muy perniciosos sobre las operaciones de satélites o en misiones orbitales". Así, añade el físico de la UVigo, "incluso se ha probado que puede dar lugar a errores en mediciones con sistemas de posicionamiento como el GPS, algo que hay que cuantificar adecuadamente".