Lugares para visitar en Vigo.

Lugares para visitar en Vigo. treintayseis/shutterstock

Turismo

Ocho lugares a los que llevar a alguien que nunca ha estado en Vigo

Estos son los sitios que debes recomendar a quien visite por primera vez la ciudad olívica; una selección que conjuga historia y pasajes naturales a partes iguales

19 julio, 2023 05:00

Suele ser habitual que cuando uno reside en un lugar se olvida (o no valora de la misma forma) los sitios que hay en ella. Sin embargo, en el momento que alguien de fuera hace cierto comentario sobre algún aspecto o pide recomendaciones si se encuentra de visita, prácticamente a todos se nos hincha el pecho de orgullo al hablar de nuestra ciudad. En el caso de Vigo ocurre lo mismo.

Aunque a menudo se acuse a la urbe olívica de ser efigie del feísmo gallego, lo cierto es que Vigo está logrando conquistar el corazón de cada vez más turistas. Así lo constatan tanto los datos de ocupación hotelera como diferentes informes difundidos por empresas del sector.

Podríamos decir que Vigo está de moda. Por si conoces a alguien que esté planeando visitar la ciudad por primera vez, en Treintayseis hemos seleccionado ocho enclaves indispensables para ese primer acercamiento. O si tú mismo no has estado nunca en Vigo, no te pierdas los siguientes lugares; encontrarás paisajes espectaculares de la naturaleza, entornos entrañables y edificios llenos de historia.

Casco Vello

Imagen extraída de la web del Consorcio del Casco Vello de Vigo.

Imagen extraída de la web del Consorcio del Casco Vello de Vigo. Javier Teniente

El corazón histórico de la ciudad de Vigo es de visita obligada y tiene diversos puntos de interés. La Plaza de la Constitución siempre tiene ambiente y es el epicentro del Casco Vello; a menudo hay músicos callejeros amenizando el lugar y los soportales albergaban hace 200 años los puestos de los comerciantes.

Justo al lado de la Plaza de la Constitución se encuentra la rúa dos Cesteiros, donde se asentaban estos artesanos. El tradicional oficio se ha perdido con el paso del tiempo y a día de hoy solo queda un único establecimiento de los originales, pero la callejuela mantiene gran parte de su encanto.

A través de Cesteiros se llega hasta la plaza de la Colegiata; allí está la Concatedral de Vigo y también es uno de los espacios donde los vigueses suelen reunirse para tomar unos vinos o una cerveza los fines de semana. Próxima a esta plazoleta podrás ver la casa más antigua de la ciudad, en la Plaza da Almeida.

Monte de O Castro

Vistas desde O Castro, en Vigo.

Vistas desde O Castro, en Vigo. shutterstock

El monte de O Castro está situado en el centro de Vigo y regala una de las vistas más impresionantes de la ría. Bancos, jardines y parques infantiles (hay un circuito para bicis que encantará a los pequeños de la casa) harán que merezca la pena el esfuerzo de la subida; además, hay una cafetería casi en la cima en la que podrás parar a descansar.

El lugar no solo es un espacio natural único, sino un reducto de historia de la ciudad. En la parte más alta de O Castro están los restos del castillo y la fortaleza, construidos en la Edad Media y conservados parcialmente. Desde el pasado mes de mayo también pueden visitarse los túneles subterráneos. Por otro lado, en el monte descansa un yacimiento arqueológico de 1.800 metros cuadrados que incluye la reconstrucción de tres edificaciones castreñas.

Plaza de Compostela y Alameda

Parque de la Alameda de Vigo.

Parque de la Alameda de Vigo.

La Alameda de Vigo esconde camelias y magnolios centenarios, coloridas flores y esculturas de artistas gallegos como Camilo Nogueira o José Luis Medina. El entorno es un remanso de paz en el centro de la ciudad y está rodeado de la oferta gastronómica de la Plaza de Compostela, con taperías, restaurantes y bares para todos los gustos. Desde hace tres años, el icónico Dinoseto (un arbusto en forma de dinosaurio instalado por el Concello, en un primer momento, en la Puerta del Sol) habita en este parque. Después de pasear por aquí, no dudes en acercarte al paseo de As Avenidas para ver de cerca el Náutico vigués.

Mirador de Alfonso XII

Mirador del Paseo de Alfonso XII, en Vigo.

Mirador del Paseo de Alfonso XII, en Vigo. concello de vigo

El Paseo de Alfonso XII es un balcón privilegiado desde el que contemplar el mar. Hay bancos para sentarse a ver el atardecer sobre la ría y está a un paso de la Puerta del Sol y el Sireno. Si te apetece tomar algo, también encontrarás en las inmediaciones varias terrazas para disfrutar de las vistas. Además, desde aquí podrás acceder rápidamente al Castillo de San Sebastián (un rincón casi escondido detrás del edificio del Ayuntamiento) o al monte de O Castro.

El Sireno

El Sireno en la Puerta del Sol.

El Sireno en la Puerta del Sol.

Continuando por el entorno del centro de la ciudad, uno de los símbolos indiscutibles de Vigo es el Sireno. Amada y odiada a partes iguales, esta escultura se erige en la Puerta del Sol desde 1991 y es obra del artista Francisco Leiro. Como explica la página oficial de Turismo de Vigo, la estatua representa a un personaje imaginario, un híbrido de pez y hombre.

La playa de Samil y su entorno

Playa de Samil, en Vigo.

Playa de Samil, en Vigo. shutterstock

Vigo presume de ser "la ciudad de España con más banderas azules". Un total de 12 playas cuentan con este distintivo, que pone de manifiesto la calidad de las aguas y el entorno medioambiental. Con todo, si hubiese que elegir cuál es el arenal más icónico de Vigo entre todos los existentes, Samil se llevaría la palma.

Esta famosa playa se extiende más de un kilómetro de longitud y 15 metros de ancho y es ideal para familias. En el paseo aledaño hay varias piscinas infantiles gratuitas, zona de merendero a la sombra, pistas de patinaje y baloncesto y parque. Muy cerca de Samil también encontrarás arenales más pequeños pero de gran belleza, como la playa de la Fuente o la de As Barcas.

Parque de Castrelos

Parque de Castrelos de Vigo.

Parque de Castrelos de Vigo. shutterstock

Para demostrar que la belleza de Vigo no reside solo en el centro basta con visitar el parque de Castrelos, ubicado en la zona de Balaídos. Es el más grande de la ciudad y ocupa más de 24 hectáreas. Su origen se remonta cientos de años atrás, cuando en el lugar se hallaba la desaparecida Torre Lavandeira. Después, la familia de los Tavares construyó el pazo da Lavandeira en el siglo XVII. El entorno de Castrelos pasó por las manos de varias familias hasta que finalmente, en 1924, se convirtió en propiedad del Concello.

Actualmente, Castrelos es un gran pulmón verde donde cientos de vigueses practican deporte cada día y donde los niños juegan a sus anchas. En verano alberga actuaciones musicales promovidas por el Ayuntamiento y en la parte superior del parque está el Museo Quiñones de León, que cuenta con un fantástico jardín botánico.

La ETEA y el monte de A Guía

Por último, en el barrio de Teis se encuentra el monte de A Guía, un especial entorno natural coronado por la ermita de A Nosa Señora das Neves, y el excomplejo militar de la ETEA, convertido hoy en uno de los paseos marítimos más bonitos de la urbe olívica. Según la página oficial de Turismo de Vigo, las esposas de los marineros vigueses solían subir hasta A Guía para encender hogueras que les sirvieran de faro para volver a casa. Ambos lugares regalan magníficas panorámicas de la ría.