Arranca el verano en las Rías Baixas: "El turismo de calidad incrementa la tasa de retorno"
Los hosteleros han colgado ya el cartel de "completo" para el mes de agosto, mientras que esperan hacer lo mismo en julio: quieren que Galicia se mantenga como destino "poco masificado" como alternativa a otras zonas de sol y playa
4 junio, 2024 05:00El mes de junio da el pistoletazo de salida a la temporada de verano, aunque los turistas no suelen llegar a las Rías Baixas hasta finales de mes. Las familias, que constituyen el perfil más habitual del turista en Galicia, esperan al final del curso escolar para comenzar sus vacaciones, por lo que se espera que julio y agosto sean, una temporada más, los meses con mayor afluencia.
Este año se ha notado un alza de precios generalizada, aunque en el caso de las viviendas de uso turístico únicamente se ha subido entre un 3 y un 5%. Así lo afirma Dulcinea Aguín, presidenta de la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia (Aviturga), que explica que "ha subido lo mismo que otros años". Este incremento de precios, no obstante, no ha afectado a la demanda, que sigue siendo muy alta especialmente en los municipios más turísticos de la zona: Sanxenxo, Cangas y Baiona vuelven a firmar el lleno en agosto y lo rozan en julio.
En cuanto a los establecimientos tradicionales, también ha habido un alza importante de precios, en este caso debida al incremento de los precios de las materias primas y de los salarios de los empleados de hostelería. César Ballesteros, presidente de la Federación Empresarial de Turismo y Hostelería de Pontevedra (Feprotur), asegura que "los establecimientos tienen que subir los precios, que se incrementan de acuerdo con la presión existente en el mercado, principalmente porque la renovación de varios convenios colectivos ha hecho que se suban los salarios y hay que asumir ese coste, que se suma al aumento del precio de las materias primas".
Sin embargo, este aumento de precios no ha hecho que se estanque la demanda, sino todo lo contrario. "Actualmente estamos llenos en agosto, algo que pasó el año pasado y que es una cifra inmejorable; pero hay que tener en cuenta que este año hay más oferta de alojamiento, por lo que habrá más turistas", asegura Ballesteros. "La cuestión es, no obstante, que nosotros queremos que haya un turismo de calidad, más que superar números: Galicia tiene una tasa de retorno del 75%, lo que significa que debemos seguir ofreciendo servicios de calidad para que los turistas sigan repitiendo cada año".
La organización que preside Ballesteros, precisamente, trata de hacer presión a las instituciones para que se mantenga la calidad de los servicios y se pueda desestacionalizar el turismo. "Necesitamos que se mejoren las infraestructuras para seguir creciendo: actualmente las conexiones al Levante o a Andalucía son mucho mejores, más rápidas y con más plazas, por lo que hasta que Galicia no tenga estos servicios no podremos competir con otros turismos de sol y playa", explica. "Por ahora contamos con la ventaja de que otros destinos han subido los precios proporcionalmente más que nosotros, por lo que sigue habiendo mucha demanda, pero hay que saber cuidar al turista".
Galicia, el destino de moda
A pesar del fiasco del AVE a Galicia y de las escasas conexiones entre el aeropuerto de Vigo con otras ciudades de España, Dulcinea Aguín asegura que "Galicia está de moda y la gente viene a veranear a nuestras ciudades o a destinos rurales, de costa o de interior: la demanda va muy bien y el año empezó fuerte". Con ella coincide César Ballesteros, que indica que "el aumento de las temperaturas y la masificación de los destinos clásicos del Levante o de Andalucía hacen que la cornisa atlántica y cantábrica despunten en turismo y empiecen a postularse como uno de los destinos de sol y playa más demandados de España".
El problema de este aumento de demanda es que no en todos los casos se puede asumir, explica el presidente de Feprotur, que asegura que ya el año pasado se vio cómo Sanxenxo padecía los problemas de la masificación en agosto. "Hubo establecimientos que no pudieron contratar personal porque no se puede residir en la ciudad en verano, como hacían los empleados en temporadas anteriores, y el transporte público desde ciudades como Vigo o Pontevedra a Sanxenxo es inexistente", explica. "Vimos cómo hoteles cerraban sus restaurantes por la noche por falta de personal, o cómo los turistas comían a las 12:00 del mediodía porque no había mesas más tarde en ningún restaurante".
"En pocos años hemos pasado de 5 a 7 millones de visitantes y se quiere llegar a los 10 millones, pero nosotros repetimos que lo importante es ofrecer servicios de calidad al turista", dice Ballesteros. Para él, de nada sirve tener cada año un millón más de turistas si no se les puede ofrecer una cena en un hotel o disfrutar de una mesa en una terraza a mediodía: "Existen ya alternativas de turismo más especializado y debemos dar cabida a ese nuevo turista, que pasa más tiempo aquí y se gasta más dinero en establecimientos, ese es el turismo que nos interesa porque es el que genera riqueza".
Mejores infraestructuras, más servicios, más beneficios
Potenciando este turismo "de calidad y no de cantidad", explica César Ballesteros, se logrará también rejuvenecer Galicia. El presidente de Feprotur asegura que uno de los mayores problemas de la comunidad es el envejecimiento de su población: "Quizás no somos conscientes de que un 60% de los autónomos gallegos se va a jubilar en los próximos años y no existe relevo", alarma.
La creación de un sector servicios adaptado a la nueva demanda y la generación de empleos que se puedan alargar más allá de la temporada estival podría ser una de las claves para mejorar el problema demográfico de Galicia. "Tenemos una población muy envejecida y creemos que es importante atraer a los jóvenes que puedan ocupar esos empleos y que se queden a vivir no solo en las grandes ciudades sino también en los pueblos que ahora atraen más turismo".
Para lograr esto, desde Feprotur "se trata de hacer presión para fomentar también el turismo de fin de semana, que podría ser la clave de la desestacionalización". Este turismo, sin embargo, está muy lejos de competir contra otras zonas costeras de España, puesto que Galicia está todavía muy mal comunicada con el resto de la península. "El AVE está dando vidilla a Ourense, pero a Vigo y a A Coruña llega con retraso y con muy pocas plazas, por lo que es imposible encontrar precios competitivos y la gente prefiere otros destinos: tenemos que conseguir que las Rías Baixas estén a tres horas de Madrid para poder ofrecernos como escapada de dos días", insiste.
"Competitivamente seguimos estando en clara desventaja y esto no mejorará hasta que no se potencien las infraestructuras a Galicia", sentencia Ballesteros. "Desde hace tiempo presionamos por que se apueste por criterios de calidad, lo que implica que debemos ofrecer una experiencia completa, que incluye unos servicios de calidad".