El principio de todo lo demás
La periodista y comunicadora Carla Reyes reflexiona sobres los logros y retos de la asociación Executivas de Galicia que celebra este ejercicio su décimo aniversario.
Nunca es fácil realizar un balance, menos aun cuando se trata de resumir el trabajo de una entidad que cumple diez años. Es imposible enumerar cada acción, cada esfuerzo que ha supuesto llevarla a cabo o recordar a cada una de las personas que la hicieron posible.
Como un iceberg, esto no es más que lo que se ve en la superficie, debajo hay muchas horas de dedicación generosa de muchas socias y colaboradores.
Es este trabajo, una lluvia fina diaria que ha impregnado conciencias, la explicación de un crecimiento exponencial en el número de socias. A ello hay que añadir un espíritu de colaboración y generosidad que han permitido que esta entidad se convierta en una enorme red de cooperación entre profesionales.
Executivas de Galicia es hoy una organización de referencia en materia de igualdad de oportunidades entre sexos. Lo es para la Administración pública, para las empresas y para el conjunto del tejido social. Cuenta con los valores más importantes de una organización: ideas, capacidad de trabajo y cohesión.
Pero la fuerza también reside en la diversidad. Nuestra entidad está conformada por profesionales de todos los sectores y de las cuatro esquinas de Galicia. Y también de fuera de ella. Así hemos conseguido construir un proyecto con los mimbres para afrontar un futuro lleno de desafíos.
Estoy convencida de que Executivas está preparada para ofrecer al conjunto de la sociedad gallega una nueva hoja de ruta que nos sitúe a la cabeza de la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres. Necesitamos un marco legislativo en materia de corresponsabilidad que sea valiente y aborde la necesidad de un cambio de horarios que favorezca la conciliación. Es posible que ahí encontremos también una de las soluciones a la profunda crisis demográfica.
Galicia necesita que el eje de la igualdad, definido como indispensable para acceder a los Fondos Next Generation, no se limite a una declaración de intenciones. La igualdad de género debe dejar de ser una medalla que se cuelga para una foto y se quita cuando las cámaras se han ido. Es necesario que exista una apuesta convencida por la equidad y ésta se debe traducir en una serie de medidas a implantar. La ley gallega de la corresponsabilidad es probablemente la primera.
Executivas de Galicia ha alcanzado ya una masa crítica capaz de realizar reflexión y análisis sobre el presente social, económico y político que nos toca vivir, y está también en condiciones de realizar propuestas de solución a los desafíos que tenemos por delante: el desempleo y la precariedad laboral vuelven a tener rostro de mujer; la brecha digital se ha hecho aún más evidente con el Covid-19 y hemos constatado que nuestro sistema educativo necesita una adaptación a los tiempos que vivimos.
En todas estas áreas, pero también en la cultura y las artes, en la tecnología como instrumento de desarrollo y riqueza o en la gestión pública –elemento esencial para detener la pandemia- las mujeres profesionales agrupadas en Executivas queremos contribuir con la propuesta de soluciones, no sólo a los problemas que afectan a las mujeres, sino a los retos del conjunto de la sociedad. No habrá igualdad real hasta que las mujeres participen plenamente en la toma de decisiones.