Un guardia civil que se encontraba fuera de servicio auxilió el pasado miércoles por la noche a una mujer en pijama y zapatillas que iba corriendo y gritaba muy alterada por la carretera perseguida por un hombre. El agente, perteneciente al Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Pontevedra, tuvo que frenar bruscamente su vehículo para no atropellar a la víctima, que se abalanzó sobre el coche gritando que la querían matar.

Ante la proximidad del presunto agresor, una vez que se introdujo la mujer en su vehículo, el guardia se alejó del lugar y, una vez a salvo, pudo preguntarle a la mujer qué ocurría. Ella contó que era su marido el que la seguía, que la había agredido en su domicilio y que temía por sus dos hijos menores, que se habían quedado en casa.

El agente llamó a la Policía Nacional de Pontevedra, que se presentó en el lugar donde estaban y se hizo cargo de la mujer, de 32 años. Además, detuvieron al marido, de 40 años, e instruyeron diligencias por un supuesto delito de violencia de género.