La Policía Local de Poio interceptó el pasado 17 de agosto un total de 135 kilos de almejas capturados de manera ilegal por pescadores furtivos. Los agentes tenían constancia de la existencia de un grupo organizado dedicado a esta práctica. Además, destacaron que la requisada representaba "una ínfima parte de lo que extraen semanalmente". Según apuntaron las mismas fuentes, el caso está relacionado con una lancha intervenida en los últimos meses y sin ocupantes.

El operativo se llevó a cabo frente al domicilio de los denunciados, que repartían las almejas entre los familiares introduciéndolas en una furgoneta alquilada. En este extremo, los agentes tuvieron que intervenir la mercancía hasta a cinco miembros de una misma familia, que, tal y como afirmaron desde la Policía Local, intentaron "intimidar" y "amenazar" a los mismos agentes.

Por lo anterior, la Policía solicitó el apoyo de una patrulla de la Guardia Civil, antes de lograr reunir todo el marisco en siete sacos e identificar a los cinco hombres que ya contaban con antecedentes por hechos similares. El marisco fue pesado y devuelto al mar con la colaboración de los Guardapescas Marítimos de Poio. Los agentes sospechan que las almejas no fueron extraídas en Poio, sino, probablemente, de la zona de O Morrazo, de Praceres (Pontevedra) o de la zona de Ribeira (A Coruña).

Los detenidos se enfrentan a un presunto delito contra la flora y la fauna, otro de atentado contra agentes de la autoridad y otro de amenazas graves.