El paso de la borrasca Mónica ha dejado un fin de semana en el que las importantes lluvias y el fuerte viento han sido los protagonistas en las Rías Baixas. Además, la brusca caída de las temperaturas causó nevadas que provocaron incidencias en las zonas del interior de Galicia y que todavía este lunes mantienen en alerta algún punto de las provincias de Ourense y Lugo.

Este lunes, sin embargo, la provincia de Pontevedra ha amanecido con cielos muy despejados y un ligero aumento de las temperaturas mínimas, que será más notable a medida que avance la semana. El verdadero cambio se dará en las máximas, que podrán llegar a los 20 grados en algunos puntos de la provincia.

En Vigo se espera que, al menos hasta el jueves, el cielo esté muy despejado y el sol permita que las máximas suban hasta los 18 grados a partir del martes. Las mínimas, no obstante, se mantendrán en torno a los 8 grados.

En Pontevedra, donde se podrían ver algunos chubascos la mañana de este lunes, se prevé que las máximas asciendan también hasta los 18 grados y el cielo esté mayormente despejado hasta el jueves. Las temperaturas mínimas se quedarán en la Boa Vila al rededor de los 5 grados.