Activado el protocolo de violencia machista en Pontevedra para una mujer y su hijo de 3 años
- La mujer fue agredida por su pareja y no había denunciado a pesar de que lleva sufriendo maltrato desde hace cinco años
- Más información: Galicia registró casi 2.000 denuncias por violencia de género entre abril y junio, 21 al día
La Policía Local de Pontevedra activó esta semana el protocolo de violencia de género para proteger a una mujer y a su hijo de 3 años, después de haber sido agredida por un joven. La mujer nunca hubiera denunciado los maltratos a pesar de llevar cinco años siendo víctima de ellos.
La Policía Local tuvo conocimiento de los hechos sobre las 01:30 horas de la madrugada del jueves 14 de noviembre. La mujer, de 19 años, llamó explicando que acaba de ser agredida por su pareja y estaba encerrada en una habitación junto a su hijo de 3 años, para evitar que la volviera a golpear.
Después de revisar tanto el edificio como el interior de la vivienda y confirmar que no había nadie escondido, los agentes hablaron con la víctima que estaba muy nerviosa y llorando, quejándose de dolor en la cara, en el costado, en las manos y en las piernas.
La víctima les explicó a los agentes que había tenido una relación de cinco años con el agresor, de 21 años, con el que tuvo a su hijo. Debido a los constantes maltratos, ella decidió marcharse de la casa junto al menor una semana antes. Hasta ese momento nunca lo había denunciado ni había llamado a la policía, según confirmó.
El día de la agresión, ella estaba realizando una videollamada con otras personas mientras él estaba con su hijo, y estaba hablándole mal de la madre. La víctima le recriminó esas palabras, momento en el que él comenzó a agredirla partiéndole la cara y hasta llegó a pisarla.
Aunque ella trató de defenderse, finalmente pudo refugiarse con el niño en una habitación, cerró a la puerta y llamó a la policía, al tiempo que mantenía la videoconferencia con las personas con las que estaba hablando. Las personas en videollamada confirmaron a la policía que habían sido testigos de la agresión ya que ella no llegó a apagar el teléfono en ningún momento.
La víctima fue atendida de sus heridas en un centro sanitario, y se puso en marcha el dispositivo de violencia de género para protegerla hasta la detención de su agresor.
Paralelamente, otra patrulla salió a buscar al agresor que no pudo ser detenido hasta la mañana siguiente por la Policía Nacional.