"Jack Sparrow" sobre su no-boda en Vigo: "Lo importante es que ha habido más donaciones"

El pasado 23 de abril "Jack Sparrow", Berto, se casaba con su novia gallega en los juzgados de Vigo, pero algo se torció y a día de hoy todavía no han podido firmar el matrimonio. Con el fin de recaudar fondos para tres ONG viguesas, estos dos originales novios se pusieron sus mejores galas y recibieron la peor noticia de todas: no se podían casar por estar "disfrazados".

"Todo pasó a pocos minutos de nuestra cita con la jueza. Había prensa convocada porque queríamos que tuviese repercusión y así poder llegar a más gente y recaudar más dinero. La sorpresa fue mayúscula cuando nos dijeron que no podíamos entrar en el edificio".

Berto cuenta que él incluso llegó a creer que todo era una broma. "Cuando vino la secretaria judicial a pedirnos que nos cambiásemos nos reímos", aunque poco duró la alegría. Viven a más de una hora del edificio de los juzgados, dice, por lo que no tenían tiempo de ir a casa a cambiarse y volver a tiempo para su cita.

"Le ofrecí quitarme la peluca, ni siquiera llevaba todos los accesorios para que no hubiese problemas con la seguridad a la entrada", dice Berto refiriéndose a las armas características del pirata cinematográfico. La jueza pidió que se quitase "todo lo que representase a un pirata", por lo que Berto no pudo hacer nada porque su traje, afirma, "era una levita sobre un chaleco de época del siglo XIV, hecho por una artesana".

De poco sirvió el ofrecimiento porque les denegaron la entrada al edificio, lo cual han denunciado porque "es un edificio público y no íbamos irreconocibles, es ilegal que no nos dejen pasar". Además, Berto y María aseguran que no iban "disfrazados, sino caracterizados". La novia, además, "iba vestida con un traje regional, en ningún caso es un disfraz".

Reclamación

No pudieron siquiera presentar una hoja de reclamaciones, por lo que este mismo lunes han vuelto al juzgado "para presentar la reclamación y una demanda penal". Ahora su abogada les ha recomendado poner una demanda civil también. "No queríamos que pasase esto, solo queríamos casarnos y llamar la atención para que la gente se solidarizase con las ONG con las que colaboramos".

"No es cabezonería, yo soy de esta cuidad y se me ha denegado la entrada en un edificio público, aunque yo no he hecho nada malo. Si hubiera una ley que me lo impidiese, lo entendería", segura Berto, que dice que han recibido llamadas de ayuntamientos cercanos para celebrar allí el enlace.

El próximo 26 de mayo tienen una nueva cita en el juzgado de Vigo para casarse, a la que Berto asegura que volverán a ir caracterizados. "De hecho, si la jueza nos pidiera disculpas, retiraríamos las denuncias, nosotros solo queremos ser felices y disfrutar de nuestro día".

Boda solidaria

Jack Sparrow y su novia gallega son escritores y hace años que colaboran con tres ONG de la ciudad de Vigo, a las que donaron todo lo que ingresaron con la publicación de su libro ‘Elefantes de papel’. Ahora, con su boda, pretendían animar a los vigueses a hacer donaciones, "pero no tiene sentido si Berto y María son los que se casan".

Todo empezó cuando pidieron a sus invitados que donasen lo que iban a gastarse en la boda para estas organizaciones, "ya que no se puede hacer convite, el que tuviese planeado gastarse ese dinero que lo haga con este fin". Decidieron caracterizarse el día de la boda para ganar repercusión y así animar a más personas, "pero no creímos que la repercusión fuese a implicar que no nos dejarían casarnos".

Lo bueno que sacan de "todo este lío" es que las donaciones han aumentado y han podido hacer felices a muchos niños, "lo que nos importa, en realidad, es que la gente se está solidarizando y están donando muchísimas más personas de las que esperábamos". Todo lo recaudado, dicen, va directo a las cuentas de las organizaciones y, mientras sirva de ayuda, Berto seguirá vistiéndose de Jack Sparrow para captar la atención de más vigueses solidarios.