VIGO, 30 Sep. (EUROPA PRESS) –
Un acusado de haber atropellado a una agente de la Policía Local de Vigo tras saltarse un control, ha aceptado la pena de 2 años de prisión, y el pago de una indemnización, de manera que eludirá el ingreso en la cárcel, según el acuerdo de conformidad pactado este jueves.
El procesado estaba citado para un juicio en la sala de lo Penal 1 de la ciudad olívica, pero finalmente las partes han llegado a un acuerdo y ha aceptado esa pena. Además, se le ha aplicado la atenuante muy cualificada de reparación del daño, ya que ha consignado prácticamente toda la indemnización.
La Fiscalía pedía para él inicialmente 4 años de cárcel, como autor de un delito de atentado contra agente de la autoridad, en concurso ideal con un delito de lesiones. Y reclamaba que indemnizase a la agente herida en algo más de 1.500 euros.
Los hechos ocurrieron, según el escrito de acusación pública, en la tarde del 2 de mayo de 2020, cuando el acusado circulaba en su coche por la Avenida de Castrelos. En la confluencia con la rotonda que hay frente al cementerio de Pereiró había un control de la Policía Local y los agentes le dieron el alto.
El conductor, sin embargo, hizo caso omiso y, dando un giro brusco para evitar ese control, aceleró y emprendió la huida. Así, a pesar de que fue requerido en varias ocasiones por la Policía Local para que se detuviera, siguió huyendo, hasta que se metió por un vial en el que se encontró de frente con una agente del 092.
Aunque inicialmente detuvo el coche, a continuación aceleró y atropelló a la policía, que acabó cayendo sobre el capó del vehículo y tuvo que agarrarse cuando el conductor aceleró nuevamente. La funcionaria acabó dejándose caer por un lateral del coche para evitar sufrir daños mayores.
El conductor continuó su huida hasta que fue finalmente interceptado por otro agente, que acabó colocando la rueda de su moto sobre la puerta del conductor para que éste accediese a detenerse. Debido al atropello, la agente sufrió contusiones en la pierna y en la muñeca derechas, de las que tardó en recuperarse casi un mes, aunque no le quedaron secuelas.