Juicio al hombre condenado por abusos sexuales a su sobrina

Juicio al hombre condenado por abusos sexuales a su sobrina europa press

Ofrecido por:

Vigo

Acepta 4 años de cárcel por abusar sexualmente de su sobrina menor de edad en Vigo

El hombre no podrá comunicarse ni acercarse a menos de 500 metros de la niña y deberá indemnizarla económicamente por los daños morales y las secuelas

14 octubre, 2021 13:44

VIGO, 14 Oct. (EUROPA PRESS) –

La sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, ha dictado sentencia de conformidad por la que condena a 4 años de cárcel a R.H.G. como autor de un delito de abuso sexual hacia su sobrina, que tenía 15 años en el momento de los hechos.

Inicialmente, la Fiscalía pedía para él 6 años de prisión, aunque finalmente las partes han llegado a un acuerdo, y el procesado ha aceptado la pena de 4 años de cárcel. Asimismo, el tribunal le ha impuesto la prohibición de comunicarse o acercarse a menos de 500 metros de su sobrina durante 14 años y, de hecho, los jueces le han advertido de que, cuando salga de la cárcel, tendrá que "buscar otro lugar para vivir", dado que su domicilio se encuentra a menos de 500 metros del de la víctima.

La sentencia, que ya es firme, incluye también la inhabilitación para desempeñar profesión u oficio en la que tenga contacto con menores por un período de 9 años; y la medida de libertad vigilada durante 10 años, una vez que salga de la cárcel. Asimismo, deberá indemnizar a su sobrina en casi 13.500 euros por los daños morales y las secuelas.

Hechos

Los hechos se remontan a la madrugada de un sábado de junio de 2018, cuando el acusado se encontraba en su domicilio y entró en una habitación en la que estaba su sobrina, tumbada en la cama y atendiendo a su teléfono móvil.

Según el escrito de acusación pública, el hombre le hizo tocamientos a la niña y le pidió que lo masturbara, llegando a coger la mano de su sobrina para acercársela a sus genitales. La menor se resistió y se apartó, hasta que su tío abandonó la habitación.

Como consecuencia de estos hechos, la víctima padeció un trastorno ansioso-depresivo que requirió tratamiento médico para su estabilización, y le ha quedado como secuela un trastorno distímico.