A cuatro meses de que prescriba el caso Déborah, más de 200 personas han salido a la calle para pedir justicia para la joven asesinada en 2002. En la calle Príncipe, frente al museo Marco, ha tenido lugar la concentración para llamar la atención de las instituciones para que no permitan que se cierre el caso sin resolución.
La hermana de la víctima, Rosa Fernández-Cervera, ha sido la encargada de tomar la palabra para reivindicar el acto porque Déborah "no se merece que un asesino siga en la calle" mientras "la justicia sigue sin hacer lo que corresponde", después de que los abogados de la familia hayan presentado un informe "demoledor" en el juzgado mientras "se sigue sin respuestas".
Ha recordado, también, que dos informes periciales señalan a un mismo sospechoso y ha criticado cómo se actuó en el caso. "Hay un asesino entre nosotros y me niego a que otra familia tenga que sufrir el calvario que sufrimos nosotros", ha afirmado.
Al final del acto, los cientos de vigueses congregados han coreado al unísono un "Justicia para Déborah" al tiempo que portaban carteles con diferentes mensajes contra la violencia de género.