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Desarticulada una red de explotación sexual en la provincia de Pontevedra
En la operación, la Policía Nacional ha liberado a tres de las víctimas retenidas en clubs de alterne y casas de citas
7 junio, 2022 14:22La Policía Nacional ha detenido a 14 personas que formaban parte una red criminal dedicada a la explotación sexual en clubs de alterne y casas de citas situados cinco de ellos en Vigo, tres en Tomiño, dos en Ponteareas y Porriño y uno en Nigrán y Vilagarcía de Arousa. Además, los agentes han liberado a tres de las víctimas de estos abusos.
El modus operandi de la red de trata de blancas consistía en aprovecharse de la vulnerabilidad de las víctimas, tratándose de mujeres con cargas familiares y en situación de necesidad económica, principalmente de origen brasileño.
La organización estaba perfectamente estructurada y contaba con una red de colaboradores en Brasil que facilitaban documentos falsos, tanto visados de estudiante como certificados de vacunación covid. También utilizaba a colaboradores con funciones de testaferros u "hombres de paja" que se encargaban de los clubs de alterne.
La Policía Nacional libera a tres víctimas y desarticula
— Treintayseis (@treintayseis_36) June 7, 2022
una organización dedicada a la explotación sexual en
clubs de alterne y casas de citas en la provincia de Pontevedra. pic.twitter.com/wqff5UksAa
Uno de los dirigentes de la organización, se encargaba de captar a las víctimas en Brasil y de gestionar el viaje en avión hasta España, bajo falso pretexto. Una vez en territorio nacional, las alojaba y trasladaba para su entrega a otro de los cabecillas, que regentaba los clubs de alterne donde explotaban a sus víctimas en la provincia de Pontevedra.
Según fuentes oficiales, las víctimas contraían una deuda económica de hasta 2.000 euros por su traslado a España, cantidad que iba en aumento si se negaban a mantener relaciones sexuales con uno de los principales responsables de la organización, quien "las probaba para ver si servían".
Además, los miembros de la red les imponían a sus víctimas un sistema de multas que iba de los 30 a los 60 euros, del que no se explicaba motivo alguno sobre la supuesta infracción cometida.