Vigo se prepara para acoger un año más el festival O Marisquiño. La pasada edición recibió a 180.000 visitantes y obtuvo un retorno económico de 24 millones de euros, unas cifras astronómicas que se esperan superar este 2023. El concierto de Bad Gyal en Castrelos el próximo 10 de agosto será el pistoletazo de salida para este evento clave de la cultura urbana, que se extenderá hasta el domingo 13.

Las previsiones de visitantes ponen en guardia con una semana de antelación al sector de los taxistas, que ha solicitado al Concello de Vigo la paralización de los descansos obligatorios durante las cuatro jornadas del Marisquiño para abastecer el servicio de transporte. Según explica el presidente de la Cooperativa de Autotaxis de Vigo, Emilio Mosquera, el organismo municipal ha dado el visto bueno a esta medida.

La flota de taxis de la ciudad olívica está compuesta por 546 vehículos. La normativa dictamina que 92 deben hacer un descanso obligatorio cada día, pero O Marisquiño será una excepción. "El turno de noche ya estaba liberado, decidimos hacerlo también con el diurno para cubrir la demanda que se espera", apunta Mosquera.

Esto quiere decir que más de 500 taxistas estarán trabajando a pleno rendimiento en Vigo el próximo fin de semana, de los cuales "22 estarán en turnos de aeropuerto". Las expectativas sobre la alta demanda de usuarios se une a otros factores. El presidente de la Cooperativa menciona la nueva ubicación de la mayoría de las principales actividades y conciertos: Samil. La distancia con el centro urbano hará más necesario que nunca el servicio de transporte.

Por otro lado, los trabajadores de Vitrasa han anunciado paros de 24 horas durante los días 12 y 13 de agosto, es decir, en plena celebración del festival. Emilio Mosquera ha rechazado hacer valoraciones al respecto sobre las consecuencias de esta huelga en la demanda de taxis.