El nuevo curso lectivo da comienzo hoy en la comunidad gallega. Los nervios y la ilusión de muchos alumnos, con el encuentro con los compañeros como gran aliciente del regreso a las aulas, se mezcla con las emociones de aquellos a los que les gustaría alargar las vacaciones estivales todavía un poco más.

Familias, niños y docentes inician una nueva etapa que marcará, sin duda, una parte fundamental de la trayectoria vital de los pequeños de la casa. Sin embargo, no solo los alumnos y los profesores regresan este nuevo curso a las aulas, los agentes de la Policía Nacional de Vigo se preparan también para una labor clave que busca la mejora de la convivencia escolar: las charlas de prevención contra el acoso escolar.

Enmarcados en el Plan Director para la Convivencia y Mejora de la Seguridad en los Centros Educativos, impulsado por el Gobierno, estos encuentros tratan también de detectar los posibles casos de acoso que se puedan estar produciendo "y poder atajarlos cuanto antes", explica el delegado de Participación Ciudadana de la Comisaría de la Policía Nacional de Vigo-Redondela, Antonio Perera.

Según cuenta este agente, los niños y jóvenes están cada vez más sensibilizados y los casos de acoso escolar se visibilizan más, uno de los objetivos de este trabajo de la Policía Nacional, que colabora con los centros escolares, para que las víctimas lo comuniquen, "ya sea a los padres, bien a los docentes o bien a la propia policía, que para eso estamos también".

¿Qué es el acoso escolar?

Las charlas especializadas de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado están dirigidas prácticamente a todo el alumnado; desde 5º de primaria, aproximadamente, hasta secundaria, bachillerato y a alumnos de FP de 18 o 20 años. Como cuenta Antonio Perera, "lo primero que les explicamos es qué es el acoso escolar, para que los alumnos y los propios docentes sepan qué es y qué no es acoso escolar". "El acoso escolar es todo acoso físico o psicológico que se produce entre escolares, pero con dos características que se tienen que dar, que es que sea de forma reiterada o prolongada en el tiempo y que sea intencionado", cuenta Perera.

La segunda cuestión más importante, tanto para las víctimas como para los acosadores, es conocer las consecuencias que puede tener ese acoso, o el ‘ciberbullying’ si se hace desde las redes sociales.

En la própia víctima, según este experto, puede provocar baja autoestima, cuadros de ansiedad, depresión, llegar a autolesionarse e incluso, desgraciadamente como hemos visto, puede llegar hasta el suicidio. Además, la dificultad de integrarse en el medio escolar, los cambios de carácter, o conductas agresivas, "a lo mejor con otras personas, no con los propios autores, sino por ejemplo, con familiares o hermanos pequeños que tengan en casa", pueden ser otros de los efectos en alguien que está sufriendo esta situación.

"Es muy importante que sepan también que el acoso es algo que está penado y tipificado en el Código Penal"

Antonio Perera, delegado de Participación Ciudadana de la Comisaría de la Policía Nacional de Vigo-Redondela

"Lo que siempre decimos en este tipo de charlas es que el acoso escolar y el ciberbullying no es una broma, ya no es algo que salga gratis, es un delito. Y las consecuencias para los autores también deben de tenerlas claras. Además de las académicas, que nos expulsen del colegio o del instituto, con el estigma que eso va a suponer cuando llegas a otro centro, es muy importante que sepan también que el acoso es algo que está penado y tipificado en el Código Penal; por lo tanto, hay unas consecuencias también penales que nosotros, en caso de menores y que en caso de que lo denuncien en comisaría, vamos a informar a la Fiscalía de Menores y se van a tomar medidas. Eso deben de saberlo también los alumnos", sostiene Antonio Perera.

Las nuevas tecnologías, un problema 24/7

Si bien el acoso escolar no es algo nuevo, el uso de las nuevas tecnologías en general, y los teléfonos inteligentes en particular, es algo que muchas veces no ayuda al desarrollo sano y seguro de los menores de edad. En el caso del acoso escolar, las redes sociales y el uso de los smartphones trasladan los hechos a cualquiera que sea el lugar o el momento en el que la víctima se encuentra, haciendo que las consecuencias de ese acoso se amplifiquen.

"Esas redes sociales afectan las 24 horas del día, los siete días de la semana y los 365 días del año, por lo tanto, sus efectos son aún mayores. Además, el o los que están cometiendo ese acoso tampoco ven la reacción que está teniendo la víctima en ese momento. Cuando ellos ponen un comentario o le hacen el vacío, tú físicamente, cuando le dices algo a alguien, estás viendo su cara, estás haciendo un feedback de esa persona, pero en redes sociales no. Los chavales de hoy en día son mucho más crueles porque cuando ponen comentarios, no están viendo las reacciones que provocan y tienen también una falsa sensación de anonimato", apunta el delegado de Participación Ciudadana de la Comisaría de la Policía Nacional de Vigo-Redondela.

"Los chavales de hoy en día son mucho más crueles porque cuando ponen comentarios, no están viendo las reacciones que provocan, y tienen también una falsa sensación de anonimato"

Antonio Perera

Tanto en las familias como en los centros escolares, el uso de los teléfonos móviles y las redes sociales entre los jóvenes es una de las grandes preocupaciones actuales, y, según señala Perera, una de las charlas más solicitadas a los cuerpos de seguridad.

"Esa educación digital que hay que darle a los alumnos es muy importante, y hay que proporcionársela cuanto antes. Sin embargo, esa charla que nosotros damos debe de ser apoyada tanto en casa por los propios padres y madres como en los centros escolares. Esos conceptos que nosotros trabajamos son conceptos bastante generales y han de seguir trabajándose después en otros ámbitos", sostiene el experto.

Otro de los aspectos que destaca Antonio Perera es que no hay un único perfil de víctima o de acosador. "Muchas veces no dejan de ser chicos y chicas en edad adolescente que a lo mejor no son conscientes del daño que están ocasionando o de los riesgos que están tomando, porque no tienen la personalidad todavía desarrollada".

"A lo mejor es que nos creemos que nuestro hijo de diez años ya es suficientemente maduro o está suficientemente desarrollado para tener un móvil, por ejemplo, sin decirle cómo funciona, ni dónde puede meterse, ni dónde no puede meterse; es una concienciación que también tenemos que tomar los padres y controlar lo que hacen nuestros hijos en las redes sociales. No podemos darle a un hijo un móvil y no controlar esas redes. Como siempre les digo a los padres, el móvil lo pagamos nosotros, generalmente, entonces yo tengo derecho a saber qué hace mi hijo o hija por ahí, porque cuando cometa algún delito, el responsable civil voy a ser yo", señala Perera.

Comunicación y confianza

De cara a los padres o a los docentes, el delegado de Participación Ciudadana asegura que resulta fundamental saber qué señales se pueden percibir en una chico o una chica en edad escolar que esté soportando una situación de acoso. "Si un chico que es alegre, de buenas a primeras, llega a casa y ya no tiene ganas de salir, no tiene ganas de hacer las aficiones que le gustaban antes, se siente deprimido, no tiene ganas de nada, es una señal de alarma que los padres deben de reconocer".

Además, para prevenir estos casos, Perera destaca la comunicación como un aspecto clave de prevención. "Es importantísima porque hará que nuestros hijos tengan confianza en nosotros. Esa comunicación no se debe perder, porque si nuestro hijo tiene un problema, hará que nos lo cuente", asegura.

"Uno de los objetivos que también pretendemos con este Plan Director es la confianza que se genera entre el alumno y la Policía"

Antonio Perera

A la hora de sensibilizar a los jóvenes respecto a este problema, Perera cuenta que una de las cosas que mejor funciona es poner vídeos con testimonios de víctimas reales. "Con esos testimonios conseguimos que a los alumnos también les impacte un poquito. Ven que lo que estamos contando es verdad e incluso nos ha llegado a pasar que tras esos testimonios que han visto, o tras nuestras charlas, se ha acercado algún alumno y nos ha comentado algún problema que tenía y que antes no se lo había contado a nadie. Para nosotros es muy imortante y es también uno de los objetivos que pretendemos con este Plan Director: la confianza que se genera entre el alumno y la Policía. Tienen que ver que estamos ahí para ayudarles y que pueden confiar en nosotros", apunta.

Desde la Comisaría de la Policía Nacional de Vigo-Redondela se formó el pasado curso escolar a casi 10.000 alumnos, a 576 profesores y a 115 padres en temas de acoso y ciberacoso. Un trabajo que continuará y reforzará en esta nueva etapa lectiva y que supondrá, de nuevo, una labor fundamental para el buen desarrollo de la convivencia de los menores en un entorno más seguro.