Imagen de un proceso judicial.

Imagen de un proceso judicial. Shutterstock

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Vigo

El acoso de un joven vigués a su compañera de academia se salda con 765 euros de multa

La perjudicada y su entorno recibieron en esos meses cientos de llamadas y mensajes, y tuvo que cambiar de número de móvil dos veces, además de recibir tratamiento psicológico

27 septiembre, 2023 19:37

El joven de 21 años de edad acusado de hostigar, acosar y amenazar de muerte a una excompañera de academia aceptó este miércoles -en la vista celebrada en la sala de lo Penal 2 de Vigo– una multa de 765 euros, la prohibición de acercarse a menos de 200 metros de la víctima o comunicarse con ella por un período de dos años, y una indemnización de 3.000 euros. Todo ello resultó del acuerdo de conformidad, en el que el acusado reconoció los hechos.

Inicialmente, la fiscalía solicitó para el joven penas de prisión y multas -por un total de 4.140 euros-, además de 5.000 euros de responsabilidad civil. Los delitos imputados fueron acoso, quebrantamiento de medida, y un delito continuado leve de amenazas.

En la imposición de condena, que ya es firme y no se puede recurrir, se han aplicado las atenuantes de reparación del daño y de anomalía psíquica, ya que el joven tiene diagnosticado un trastorno de déficit de atención con antecedentes por trastorno obsesivo compulsivo, que mermaban ligeramente su voluntad en el momento de los hechos.

Los hechos juzgados ocurrieron a partir de mayo de 2021. Meses antes, el acusado y la víctima se conocieron en una academia de estudios y él intentó, sin lograrlo, iniciar una relación afectiva con ella. Como la joven quiso cortar toda comunicación con el acusado, éste comenzó a llamarla compulsivamente, por lo que se vio obligada a cambiar su numero de teléfono. Además, el autor confeso de los hechos remitió mensajes a la madre de la perjudicada y a las amigas con amenazas directas como "la voy a estrangular con un alambre de espino", "le voy a partir la cara de una hostia", "pensé en abrirle la cabeza con una piedra" o "voy a violar a la puta de tu hija".

Durante todo ese proceso, se presentaron varias denuncias en Comisaría y se celebró una vista en la que se impuso una orden de alejamiento y prohibición de comunicación, que el acusado quebrantó reiteradamente. En total, la chica y su entorno recibieron en esos meses cientos de llamadas y mensajes, y la víctima tuvo que cambiar de número de móvil dos veces, además de recibir tratamiento psicológico.