El BNG ha acusado a la Xunta de gestionar de forma "negligente" los ingresos en el Complexo Residencia de Atención a Personas Dependentes I de Vigo, que los nacionalistas creen que la Consellería de Política Social ha convertido en un "centro Frankestein" al mezclar a personas dependientes con otras que padecen patologías psiquiátricas o dependencias al alcohol y drogas, lo que está generando "problemas de convivencia" y dificultando la atención a ambos colectivos.
Así lo ha denunciado la diputada del Bloque Alexandra Fernández durante su pregunta parlamentaria formulada durante el pleno del Parlamento gallego celebrado este miércoles para respuesta de la conselleira de Política Social, Fabiola García, quien ha defendido que la Xunta sigue el criterio "de profesionales y de expertos".
La conselleira, que ha lamentado que el BNG pretenda "estigmatizar" a los pacientes pretendiendo que sean "aislados de los centros convencionales", ha asegurado que "los expertos" consultados señalan que "existen casos de patologías neurológicas o incluso orgánicas que pueden confundirse en muchas ocasiones con patologías psiquiátricas por padecer desorientación, confusión o agitación".
También ha apuntado en casos de patologías crónicas recomiendan "solo" derivar a servicios hospitalarios de urgencia cuando se producen "reagudizaciones" de sus cuadros, por lo que ha defendido que se siga el criterio de los profesionales que deciden el ingreso de estas personas en centros residenciales convenciales como el de Vigo.
En su turno, la diputada nacionalista Alexandra Fernández ha incidido en que "el centro del problema" es que no existe un centro específico al que derivar a estos pacientes, con lo que "la solución" para la Xunta es concebir los centros de mayores como "un cajón de sastre en el que esconder estas realidades".
Así, ha apelado a la "empatía" de la conselleira con las personas mayores que se encuentran en esta residencia y que merecen "vivir en un ambiente amable, tranquilo y bien cuidados", lo que la ha llevado a preguntarse "de qué valen los anuncios de inversiones" en nuevos centros "si después su gestión los convierte en centros Frankestein con perfiles de todo tipo en los que los mayores viven con miedo".
Además, Fernández también ha puesto el acento en que esta situación repercute en los trabajadores de los centros, que han iniciado recogidas de firma para denunciar una gestión que consideran "inhumana y negligente" y para actuar como la voz de las personas usuarias que padecen una situación "de indefensión y vulnerabilidad".
En su último turno, la conselleira ha subrayado que existe un protocolo de actuación en caso de agresión y que el personal de estos centros completa cursos de formación para la gestión de conflictos.