El 24 de enero de 2005 se determinó a través de una fórmula planteada por el experto en motivación Cliff Arnall, que el tercer lunes del año era el día más triste del año; el Blue Monday. La conclusión aparecía al mezclar una serie de parámetros que determinan lo felices que seremos durante el día.
El factor climático; las deudas adquiridas durante la Navidad; el dinero cobrado en enero; el tiempo desde que los Reyes Magos regresaron a Oriente; y el último intento desde que se trató de abandonar un mal hábito sin éxito; todos ellos, metidos en una coctelera y divididos entre el nivel de motivación multiplicado por la necesidad de hacer algo, da como resultado que este lunes 17 de enero de 2022 es el día más triste del año. Y si a esto le sumamos la pandemia, poco queda por decir.
En Treintayseis queremos que este día sea lo menos triste posible, así que hemos preparado una lista de 10 cosas que se pueden hacer en Vigo para tratar de sonreír el mayor número de veces. El orden y el número de actividades que se quieran llevar a cabo, ya son a gusto del consumidor.
Un paseo por los parques de la ciudad
Dice la previsión de Meteogalicia que hoy será un día despejado, casi sin nubes y, sobre todo, seco; un clima perfecto para salir a dar un paseo y respirar aire puro. En Vigo tenemos dos parques enclavados en la ciudad que nos permiten hacerlo: O Castro y Castrelos.
El primero, el monte de O Castro, nos permite, además, hacer un buen ejercicio de piernas si nos ponemos a subir hasta lo más alto, donde se encuentra la fortaleza. Si es por escaleras, en el trazado podemos reparar en el monumento a los Galeones, y alcanzar el yacimiento arqueológico por excelencia de la ciudad.
Allí podemos dar un paseo por la fortaleza y admirar la ciudad desde lo alto, además de rodear el monte por el paseo. Y todo, sin tener que sacar la cartera en ningún momento, algo que la cuesta de enero lo va a agradecer.
En Castrelos, por otra parte, podemos visitar los jardines y fuentes que pueblan el parque y los del Pazo Quiñones de León, donde podemos observar algunos de los árboles singulares de los que hay en Vigo. Y si nos ponemos zapatillas y ropa deportiva, hay un recorrido con marcas para entrenar y numerosas rutas para correr.
También podemos acercarnos al auditorio, un impresionante anfiteatro al aire libre donde Vigo ha recibido a grandes artistas en conciertos multitudinarios.
Ir a la playa
Enero no es un mes de toalla y bañador, pero dicen que el mar es sanador, aunque sea desde la distancia. La playa es, por tanto, una visita imprescindible en cualquier época del año. Recorrer el paseo de Samil de punta a punta, con la brisa marina y el aroma del agua salada, es un antídoto infalible contra la tristeza.
Por supuesto, podemos descalzarnos y hacer el recorrido por la orilla del mar y, si nos ponemos osados, darnos un chapuzón rápido para inaugurar con meses de antelación la temporada de baños. Para entrar después en calor, nos podemos tomar un café en alguna de las cafeterías del paseo.
Disfrutar de una puesta de sol
En pocos lugares del mundo hay puestas de sol como las de Vigo. Que el cielo se tiña de rojo y el sol se esconda entre las islas Cíes es un espectáculo digno de admirar y en la ciudad tenemos muchos lugares desde donde disfrutar de él.
El Castro y Samil son dos de ellos, pero hay más. El Paseo de Alfonso XII es uno de los miradores más espectaculares dentro del núcleo urbano, con el horizonte despejado que alcanza la otra orilla y las islas Cíes. Las terrazas de los centros comerciales son también lugares perfectos, desde las alturas, como en A Laxe y en Vialia. Otra vista de un atardecer que no puede faltar es la que ofrece el paseo de Bouzas y, algo alejado de la ciudad, el monte de A Guía.
Un paseo por la ría de Vigo
Fernando León de Aranoa le dio aires cinematográficos y la imagen se inmortalizó como cartel de su película Los lunes al sol: Javier Bardem y Luis Tosar en uno de los barcos que cruzan la ría y conectan Vigo y Cangas o Moaña. Un paseo por el mar que se convierte en un auténtico lujo de nuestra ciudad.
El trayecto cuesta poco más de dos euros y dura unos 15 minutos, con salida desde el Náutico de Vigo. La postal que deja tras la estela del barco, con la ciudad de frente, en la que se pueden identificar las diferentes alturas de la ciudad, con su peculiar skyline trazado con grúas, se convierte en uno de los grandes tesoros de Vigo.
Ir a las rebajas
Un placer más terrenal y materialista: comprar. Y si es a precio reducido, mejor. Las rebajas de enero son una ocasión para hacer acopio de las necesidades del año, o de los primeros meses, y para compensar todos esos regalos frustrados de las navidades.
Eso de ir de tienda en tienda es mucho más satisfactorio que hacerlo online, y es una ocasión para pasear por la ciudad. Por ejemplo, en la calle Príncipe, la peatonal comercial por excelencia, donde la oferta de negocios es amplia. Pero Vigo ofrece también otras posibilidades para repasar los productos y las prendas con descuentos.
Vialia es, sin duda, el gran reclamo de este principio de año. El nuevo centro comercial se ha convertido en uno de los lugares más concurridos, no solo de gente, sino también de tiendas, ya que muchas lo han elegido para abrir sus primeras tiendas en Vigo, como la Fnac o Primark, y otras tantas han trasladado su ubicación a la gran superficie.
Y no podemos olvidarnos de un clásico, el Corte Inglés, al que podemos llegar usando las rampas de Gran Vía, que este año se completarán el recorrido hasta plaza de España.
Hacerse uno ‘selfies’ originales
A pesar de que Vigo está repleto de lugares ‘instagrameables’, desde principios de diciembre existe en la ciudad una oferta original y única en Galicia: la Gallery Selfie.
Un local de 350 metros cuadrados situado en la calle Venezuela 37 que cuenta con 16 cabinas y varias salas en las que los usuarios pueden sacarse fotos o vídeos en diferentes escenarios "surrealistas": desde una sala de espejos, una de terror o una donde todo está al revés, hasta un guiño a Vigo con una reproducción de las rampas de Gran Vía.
Todo ambientado en los años 80 y 90 con horario de apertura de 11:00 a 14:00 y de 16:00 a 21:00 entre semana.
Ver una película en el cine
La pandemia cerró las salas de cine durante varios meses, pero una vez que han vuelto a abrir, es una ocasión para volver a ver las películas más recientes en una pantalla grande y acompañar la experiencia con palomitas.
La oferta de estos días es amplia, y destacan los remakes a los que Hollywood nos tiene ya acostumbrados, como West Side Story, Cazafantasmas o Scream; la continuación de sagas como Matrix, Kingsman o Spiderman; películas nacionales como El buen patrón y Mamá o papá; y para el público infantil, Canta 2, Clifford, el gran perro rojo o Lunáticos.
La oferta de los Multicines Norte, que volvió a abrir sus puertas en septiembre, con gusto más alternativo, incluye producciones británicas, alemanas, italianas, americanas y japonesas.
Visitar un museo
Dicen que el arte cura el alma, así que no podemos obviar la amplia oferta cultural y museística de Vigo para el día más triste del año.
En el museo Marco, se puede visitar la exposición del artista Alfredo Alcain y ‘O efecto reliquia’, de Teresa Moro, y la exposición ‘Containers’, de Manuel Quintana Martelo. En la Casa das Artes, la exposición ‘Un Humanismo moderno‘, con obras de Colmeiro, Seoane, Picasso, y Vertés; además de las exposiciones permanentes del Archivo Pacheco y la colección pictórica de Laxeiro En la cafetería De catro a catro se puede visitar ‘Nocturna’, del pintor pontevedrés Juan Rivas.
Además, en el Museo del Mar de Vigo hay varias exposiciones relacionadas con el mar; en el museo Liste su colección etnográfica; en el Quiñones de León hay exposiciones de arqueología, pintura europea y de mobiliario y artes decorativas. La oferta se completa con el museo Verbum, en Samil.
Tomarte una caña (con pincho gratis)
A veces, lo más simple puede convertirse en el mayor placer. El mero hecho de sentarse en una terraza, aprovechando el día sin lluvia, para tomarte una caña se puede considerar un momento casi perfecto; si, además, te ponen un pincho gratis con la consumición, el plan es redondo.
En Treintayseis ya os mostramos una selección de locales en los que podías comer gratis si pedías tres cañas. Un recorrido que se extiende por diferentes barrios de la ciudad, desde el Calvario hasta la Indepencendia, pasando por el Casco Vello; entre ellos no puede faltar, por supuesto, clásicos como La Imperial.
Si nos queremos gastar algo más de dinero, siempre podemos elegir una de las hamburguesas gourmet, que podemos encontrar una amplia oferta en un radio de menos de un kilómetro en pleno centro de Vigo, sin salir del eje Arenal-Rosalía de Castro-García Barbón. Todo un lujo.
Catar un estrella Michelín
La oferta gastronómica en Vigo es muy amplia y de mucha calidad. Dos claros ejemplos son los restaurantes con estrella Michelín de los que podemos disfrutar en la ciudad: el Maruja Limón y el Silabario.
En el primero, del chef Rafa Centeno, puedes elegir entre dos menús, de 78 y de 98 euros. En el segundo, con Alberto González Prelcic a los mandos, además de disfrutar de un espacio privilegiado, como la azotea del edificio de A Sede del Celta, hay desde un menú del día por 25 euros; otro de 55 euros y un tercero de 88 euros.
Pero hay para todos los gustos: la cocina japonesa del Kita y el Rokuseki; la experiencia gastronómica de La Mesa de Conus; los pinchos de Detapanecepa; o la fusión del Kero. Estos son solo algunos ejemplos de que la oferta es amplia para los paladares más refinados y gustos de todo tipo.
En caso de que ninguna de estas actividades convenzan al lector, siempre se puede uno poner en bucle la canción perfecta para este día: Blue Monday, de New Order.