‘Guisándome la vida’ es el nombre del blog de la viguesa Carmen Albo, apasionada de la cocina. Ahí es donde ha decidido publicar hoy un texto denunciando públicamente las condiciones que vivió en primera persona durante el casting para el concurso de TVE Masterchef. La cocinera autodidacta no ha dudado en titular su comunicado de esta forma, El timo de Masterchef: "Me parece un título tan breve como descriptivo y correcto".
Según relata Albo, la productora del programa se puso en contacto con ella para que se presentase a las pruebas de selección. Aunque confiesa que nunca había pensado en inscribirse, sí que era algo que su madre (ya fallecida) le proponía a menudo. "Que me contactase Masterchef justo después de su muerte, a mí, que soy muy de ver señales en todas partes, me pareció la señal ", escribe la bloguera.
Esa supuesta premonición, unida a su interés en el posible aprendizaje que le daría el concurso, hizo que Carmen Albo terminara presentándose al casting. Ahora que la última temporada de Masterchef está en emisión, la viguesa cuenta lo que pasó y cómo finalmente no fue seleccionada. "El casting estaba previa y totalmente amañado", afirma.
Trampas
"Desde el primer momento vimos a quién se grababa con especial interés y tiempo. Vimos cómo cuando nos dieron la orden de emplatar, había quien no lo hacía, se dedicaba a ver el reloj y en un momento determinado y a 5 minutos del final del tiempo, comenzaba a montar su plato", denuncia Carmen Albo.
Las trampas en las pruebas de cocina se suman a un trato a los participantes que, en palabras de la viguesa, fue "denigrante". Según relata, los 900 concursantes fueron víctimas de la "desconsideración más absoluta" por parte de la productora: "Nos tuvieron 11 horas de pie porque, probablemente, las tomas aéreas quedan mejor si no ponen un mísero taburete donde, nos hubiésemos sentado y del que, ya os digo yo que muchos no nos hubiésemos levantado."
Asimismo, expone que "se grabó todo dos veces porque Jordi Cruz llegó tarde sin que nadie pidiese disculpas ni diese la más mínima explicación al respecto". También denuncia el estado de los baños, que describe como "asquerosos" e "impracticables": "Opté por pasar 11 horas sin beber para no tener que desalojar líquidos".