Natalia Bastón, de 37 años, es la primera mujer que entrará a formar parte del Cuerpo de Bomberos de Vigo. Por el momento tendrá un puesto de interina durante un máximo de tres años, hasta que pueda repetir las oposiciones para ganarse el puesto definitivo.
Hace siete años, Natalia decidió dar un giro radical a su vida y cambiar su trabajo de peluquera por el de bombera a raíz de una conversación con un amigo que la animó a preparar las pruebas. "Yo pensé que se necesitaba estatura mínima, como para policía, por eso nunca se me había pasado por la cabeza", pero en el momento que supo que no, decidió prepararlo. "Fue una decisión muy impulsiva, no lo pensé mucho", comenta la bombera.
Aunque estaba en muy buena forma física, tras haber realizado piragüismo durante siete años y practicar Crossfit regularmente, Natalia tuvo que empezar a enfocar sus entrenamientos únicamente a superar las pruebas. Lo más duro para ella fue la carrera de velocidad, por lo que empezó a entrenar con el exolímpico David Gómez, que actualmente se dedica a preparar a opositores para las pruebas físicas. "Lo que más me costaba eran los 400 metros, porque cuando empecé no llegaba a la marca mínima, pero desde que empecé con David mejoré muchísimo", explica Natalia.
Natalia admite que preparar las pruebas de acceso es un proceso muy duro y que "tienes que estar al 100% con la oposición" si quieres aprobar. "Tienes que centrarte solo en los entrenamientos, estudiar y descansar. No hay otra vida", explica Natalia, que tuvo que dejar su trabajo como peluquera para dar su máximo potencial en las oposiciones.
Un proceso muy desesperante
En el momento en el que empezó a preparar las oposiciones, Natalia tuvo que luchar con varios obstáculos para poder entrar al Cuerpo, entre ellos conseguir que se adaptaran las pruebas físicas para las mujeres. "Tuve que mandar escritos a todas las asociaciones y recoger firmas para enviar al Concello", explica, añadiendo que en la mayoría de sitios de España ya estaba en vigor.
Además, la bombera explica que "no cambia la prueba, pero tienen un baremo diferente de tiempos o de pesos, que al final es lo lógico", lo cual no influye de ninguna forma en el desarrollo de la actividad profesional, ya que, realmente, en las pruebas no se evalúan realmente las actividades profesionales de un bombero. "Las pruebas son una criba: que tú corras 400 metros en menos de un minuto no tiene nada que ver para que luego puedas desempeñar el trabajo", sentencia Natalia. "No voy a ir yo a rescatar a una persona que pesa 200 kilos sola, pero tampoco podrá hacerlo mi compañero solo", argumenta. Precisamente, los bomberos siempre van en pareja: se trata de un trabajo en equipo.
A esto se le suma el problema añadido de la escasez de plazas en los parques de bomberos, lo que provoca que el Concello de Vigo convoque oposiciones muy espaciadas en el tiempo. "En siete años que he estado preparándolas solo ha habido dos oposiciones, la primera cuando llevaba muy poquitos meses y la segunda hace ya dos años y medio", comenta Natalia. Añade que es un proceso muy desesperante porque "no sabes si van a tardar dos años, tres o cinco y son poquitas plazas: tienes que estar muy motivada para prepararlas", sentencia la bombera.
La de bombero es "una profesión muy invisibilizada para las mujeres", no hay tantas como policías. "Yo creo que como no se ven mujeres en el Cuerpo, no preparan las pruebas, pero espero que cada vez haya más y que esto motive a otras", dice Natalia. A cualquier mujer que este dudando su preparar las oposiciones de bombero le diría que "sin duda, ni se lo piense y que por lo menos lo intente y pruebe suerte porque nunca se sabe".