Olga Méndez Reus nació un 7 de enero de 1987 en Madrid, pero se crió en Vigo. Cuando se enfunda para redes su disfraz de gaviota, el ave más característico de la ciudad olívica, su acento la acerca más al barrio de Coia, al de Teis o al de Bouzas, que a cualquier distrito madrileño.
Los vídeos que sube de esta guisa son los más aclamados. Olga aprovecha el "carácter" fuerte de las gaviotas para que los mensajes que quiere difundir entre sus seguidores calen con más fueza: No son justos, para muchas familias, los precios que deben abonar por un alquiler, y hay que cuidar el medio y las playas, así como preservar las gaviotas, pues son parte del territorio y los humanos "no somos el ombligo del mundo". Estos son algunos de los temas que Olga, que también se ha iniciado en el mundo de los monólogos y ha puesto en marcha un curioso torneo de "Piedra, papel o tijera", ha tocado en su particular espacio en Instagram, en donde cada día cuenta con más seguidores.
Como en lo laboral, en donde ha trabajado como cocinera, camarera o guía; el perfil de creadora de contenido en Internet de esta cómica está todavía perfilándose. Lo abrió antes de que el covid irrumpiera en nuestras vidas, por lo que esta viguesa fue, por aquel entonces, una de tantas personas que aprovechó el momento para explotar su perfil comunicador. "Me pilló en Toledo viviendo. Yo le enviaba vídeos a la familia contándoles un poco mi día a día y cómo me encontraba", recuerda. "Mis amigos me animaron a compartirlo en Instagram. Ahí relataba un poco mis movidas, de risas e inventándome un poco mis cosillas… Descubrí que me lo pasaba ‘guay’ y empecé a canalizar la creatividad con vídeos", añade.
Una gaviota "con acento vigués"
Olga reconoce que sus vídeos de la gaviota Vane -que así es como la ha bautizado- son los que cuentan con una mayor repercusión: "Es muy viguesa. Tiene un acento muy vigués, de cuando yo estaba en el colegio y se llevaban las Art -una marca de botas que se llevó en los 2.000-, los peinados de la coronita… Esa época me flipó y quería sacarla y unirla a las quejas que se están sucediendo actualmente", relata la creadora de contenido. "La gaviota es un ‘bichito’ al que, al final, no le tienen mucho cariño, y que te cuente una parte de lo que está pasando en el planeta desde su punto de vista, puede concienciar un poco más", añade.
Por otro lado, la instagramer se considera muy fan del "acento macarrita" de Vigo, aunque, asegura, éste no es igual en todos los barrios: "Depende del Vigo en el que te muevas. Yo me refiero al de ‘bua chorbo’, al protestón", subraya. "Las gaviotas son como los vigueses: Tienen un carácter fuerte, no se dejan ningunear y, si hacen una queja, la hacen bien. Además tienen esa mirada… ¡Son ‘macarrísimas'", añade entre risas.
Para Olga, la gaviota es, en definitiva, "la reina de la selva" de Vigo. Además, tira de retranca a la hora de hablar de su peculiar carácter, especialmente, en las playas: "La gente se queja de que le roban el bocadillo… ¡Pues no lo dejes a la vista!", dice con humor. "Es que si estuviésemos en otro sitio, pues igual nos lo quitaba un mono, por ejemplo. Me parece bien que no te guste algo, y no tienes por qué abrazarlo. Pero tenemos que ser conscientes de que hay un descenso de la población de gaviotas patiamarillas. Este es su hábitat también, no somos el ombligo del mundo", añade.
"C. Tangana se lo curró que flipas"
"Me llamó el C. Tangana que si quieres salir en el vídeo porque eres un símbolo", así comenzaba otro de los vídeos más compartidos de esta viguesa. Vane, la gaviota, echó de menos ser coprotagonista en el vídeo "Oliveira dos cen anos" y, además, aprovechó la ocasión para postularse como mascota del Celta. Y es que desde la desaparición de Celestino, nadie ocupó este lugar. "Aproveché un poco para reírme de mis amigos, que se quejaban de que no salía Vigo ni Balaídos. Yo creo que el Celta va más allá de Vigo", cuenta la cómica. Sobre el resultado del trabajo de Antón Álvarez, Olga lo tiene claro: "C. Tangana se lo curró que flipas".
Olga se está iniciando en el mundo de la comunicación y del humor y, como las gaviotas, no sabe todavía hacia qué destino volará: "Estoy en modo prueba, voy tocando diferentes cosas y viendo en qué lugar me lo paso mejor, que al final es lo importante", concluye.