Andy Chichester.

Andy Chichester. @chibarinclub

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Andy Chichester, el profesor neoyorkino que conquista las redes hablando en gallego

A pesar de no tener vínculos con Galicia, este maestro de Potsdam es un orgulloso ‘neofalante’ a miles de kilómetros de distancia y un gran enamorado de la cultura gallega

23 octubre, 2023 05:00

Que los gallegos han traspasado fronteras es una realidad desde hace muchos años, acostumbrados a la emigración, que llevó a casi un millón de personas a dejar sus casas con destino al continente americano entre 1885 y 1930. Aquellos emigrantes mantenían el gallego, su lengua materna, como vehículo de comunicación mientras trataban de adaptarse a su nueva vida, tanto al sur como al norte del continente.

No sería raro conocer a un descendiente de aquellos que tuvieron que marcharse de manera forzada en busca de una nueva vida que hablase gallego en Estados Unidos, por ejemplo. Sí que sería más extraño, en cambio, que un nativo sin ningún vínculo con Galicia levantase la bandera del gallego y enfocase sus esfuerzos en conocerla, hablarla, escribirla y defenderla como propia.

Ese es el caso de Andy Chichester, un maestro de Potsdam, un pueblo de unos 16.000 habitantes situado al norte del estado de Nueva York, que ha recogido la condición de neofalante y se ha ganado el cariño de miles de personas que viven a miles de kilómetros por su amor y dedicación al gallego sin tener, en este caso, ningún vínculo de raíz con Galicia.

"Algunha xente quédase ben abraiada de que eu teña interese polo galego ou que eu quera falalo porque están condicionados polo menosprecio do galego. Iso me da pena. Mentres outra xente está máis que encantada, felicítame, e anímame mil veces. Alegrame moito cando alguen me comenta que lle da orgullo escoitarme falando en galego", explica Andy a Treintayseis.

Su hijo Noah, su inspiración

Su recorrido vital hasta el gallego parte de sus estudios de filología española, con los que adquirió conocimientos del castellano, además de llevarle a vivir un año en Salamanca y otro en Madrid para completar su formación antes de cambiar a su especialización actual, la de pedagogía infantil. Tras años sin hablarlo, retomó el contacto con el castellano a través de unos compañeros de conversación que eran gallegos. Además, a través de una aplicación comenzó a ver la televisión española y descubrió, "por curiosidade" la TVG: "Quedei abraiado de que puiden entender o galego", asegura.

El paso siguiente lo dio a través de su hijo Noah, que entró en un programa de auxiliares de conversación en inglés y terminó en la Escuela Oficial de Idiomas de A Coruña y aprendió el gallego "da rúa e na aula"; "de todo iso naceu o meu interés polo galego. Comecei a falar practicando cos meus amigos por videochat e co meu fillo", rememora Andy, que visitó Galicia por primera vez en 1987 cuando cursaba tercero de carrera en Salamanca. "Fomos de excursión a Galiza un compañeiro de piso e máis eu. Fomos a Santiago e quedeime abraiado, encantado, e enganchado a Galiza. Encantoume Santiago e se fora posíbel gustaríame quedar para sempre, pero non pasou así", lamenta.

Más de treinta años después, regresó con su familia para visitar a Noah y de la mano de un amigo recorrió la provincia de A Coruña y Lugo. "A lista de sitios para a próxima visita é moi longa. Hai tanto de ver e máis amigos para visitar. Aínda non chegamos as Rías Baixas, Vigo, Pontevedra, Ourense. Teño un senfin de recomendacións dos meus compañeiros", asegura Andy, que tras esa visita comenzó a estudiar galego por su cuenta: "Baixei manuais da web de CELGA e puxenme a estudar".

Chibarínclub

Ahora, Andy utiliza las redes sociales para expresarse en gallego. En sus cuentas de X, Instagram, en las que se describe como "un ianqui cunha alma galega", y Mastodon.gal y su blog de WordPress practica la escritura; en su canal de Youtube, Mira Quen Fala Galego, cuelga vídeos hablando en gallego que se graba en el coche, en la escuela o, incluso, en el dentista.

Llama la atención el usuario de sus redes sociales, @chibarinclub, en el que juega con su apellido y el nombre del mítico programa infantil de la TVG. "O meu amigo José López contoume do Xabarín Club e investigueino algo. Atopei uns vídeos musicais e uns artigos sobre os debuxos animados. Coñecín a outra xente da xeración Xabarín que me comentaron sobre o programa. Pois coma eloxio creei a conta de Instagram na que escribo só en galego e bautizeina así", comenta Andy.

Gracias a su actividad en redes, está en contacto con algunos personajes gallegos populares, como el escritor Pedro Feijóo, el director de cine Rubén Riós o el Hematocrítico. "Coñecín a case todos por escribirlles mensaxes de admiración do seu traballo. Aprezan moito o agarimo e máis o interese no galego. Sempre me apoian e me animan", dice orgulloso. "Alédome poder conectar con quenquera. Poder comunicarme en galego é unha ledicia", añade.

Estrella Galicia y gastronomía

El vínculo con el gallego se extiende no solo a su hijo Noah, que "xa fala galego coma nativo" y que fue el que le inspiró para aprender gallego; su mujer habla castellano y algo de gallego y su otro hijo, Dan, también es un enamorado de Galicia, pero todavía no se ha aventurado con el idioma. También en el ámbito gastronómico; es un amante de la cerveza Estrella Galicia, especialmente la 1906, aunque para comprarla tendría que desplazarse a una ciudad y por un pack de 6 quintos tendría que pagar 16 dólares, poco más de 15 euros. También disfruta de los vinos gallegos, que sí que puede adquirir en su pueblo, como albariños, mencías y godellos que "non son moi coñecidos en xeral acó no norte, pero van gañando fama".

En cuanto a los platos típicos, Andy, que se declara "cocinillas", los prepara él mismo. "O polbo é cousa rara no supermercado, pero de cando en vez toca sorte. As castañas que hai son importadas de italia. Cultivei pementos de Padrón o vran de 2022 e grelos este vran pasado. Gústame preparar empanadas de zorza, ou atún con tomate, ou bacalao con pasas. Preparo caldo galego e lacón con grelos as veces", enumera. Y no podían faltar los postres: la tarta de Santiago cada 25 de julio y filloas y orejas en Entroido.

Gracias a Andy, es posible entender que más de 5.000 kilómetros de distancia no son un problema para sumergirse en una cultura, hacerla propia y defenderla y respetarla por encima de todo y de todos. Sin esperarlo, Galicia ha encontrado un pequeño trozo de tierra en Potsdam donde se extiende su lengua y se mantiene viva su importancia.