Este viernes se destapó en la Puerta del Sol uno de los símbolos del Entroido vigués, el Meco, esa figura que guarda en sí, como costumbre, una ácida crítica con la que se señala con espíritu crítico e irónico un hecho destacado para la ciudad.
Para este 2024, los elegidos son el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, los pellets que comenzaron a llegar a las playas gallegas a mediados del pasado mes de diciembre y los voluntarios, dos en este caso, vestidos de blanco y recogiendo el vertido. Rueda, o la figura que tanto se parece a él, también aparece con una escoba y una gaviota sobre el hombro.
La vida del Meco se extenderá hasta el miércoles 14, último día de celebración, y también en el que se decide si se indulta o no, aunque suele ser habitual que acabe ardiendo como apoteósico final.
Antes, este sábado a partir de las 18:00 horas, el desfile de carrozas y comparsas sigue en pie, al menos lo estará hasta el último momento. Será el parte meteorológico el que determine si se retrasa la hora de arranque o si, finalmente, se tiene que suspender.