Ahora que los pequeños están de vacaciones y que el verano ya está aquí, empiezan las prisas por planificar el viaje de la temporada. Si bien la incertidumbre y los cambios en las restricciones han ido estabilizando la situación de cara al verano, todavía pocos se atreven a cruzar la frontera y aventurarse a conocer lugares lejanos.

Portugal surge entonces como la opción perfecta: es un destino seguro, ofrece buenos precios y, lo más importante, al no ser un destino muy demandado suele tener disponibilidad para reservas de última hora. Sus grandes ciudades, sus parques naturales, sus playas y la infinidad de lugares preciosos por conocer hacen el resto y convierten a nuestros amigos lusos en los anfitriones ideales para el verano 2021.

Otra de las ventajas, evidentemente, es la cercanía de muchos de estos puntos con Galicia: la capital del norte, Oporto, está a 300 kilómetros de A Coruña y a solo 150 kilómetros de Vigo. Para los que quieran viajar pocos días, también existe la opción de hacer escapadas sin pasar la noche fuera, como a la vecina Valença.

Aventuras en familia

A menos de dos horas de Vigo se encuentra el parque Pena Aventura que, como su propio nombre indica, promete aventuras para toda la familia. En el municipio portugués de Ribeira da Pena, este espacio ofrece naturaleza y adrenalina a partes iguales. Su tirolina, de las más largas de Europa, es un acierto seguro para los que buscan emociones fuertes, aunque el parque tiene diversión para públicos de todas las edades y todos los gustos.

Puente suspendido en Diverlanhoso

Más cerca de la ciudad de Braga, en Oliveira, está el parque Diverlanhoso, perfecto para familias y grupos, pues la oferta es bastante más amplia (aunque con menos adrenalina). En ambos parques disponen de alojamiento, tanto en bungalows como en pequeñas casas rurales dentro del recinto, además de la posibilidad de crear "paquetes" de actividades a medida antes de llegar al parque, reservando gran parte de las mismas con antelación para asegurarse la plaza.

Parques de atracciones

Si hay un parque temático imprescindible del norte de Portugal es, sin duda, el Portugal dos Pequeninos, en Coímbra. Si bien se ha quedado algo obsoleto con los años, es un espacio lúdico ideal para los más pequeños de la casa, pues cada monumento y cada castillo estarán adaptados a su tamaño. El encanto del parque radica en que todas sus atracciones son reproducciones en miniatura del patrimonio arquitectónico portugués, desde réplicas de monumentos nacionales de todo el país hasta las construcciones típicas de cada región.

Si lo que buscamos es diversión y "adrenalina" podemos ir hasta Magikland, un parque de atracciones repleto de actividades para niños entre los 2 y los 12 años. Espacios pensados para ellos, con atracciones destinadas incluso a menores de 8 años, incluyendo una zona de actividades acuáticas que se pueden disfrutar en bañador. El parque permite que los padres y madres se suban con los peques a cada atracción, por lo que el buen rato en familia está garantizado.

Diversión en el agua

Portugal también tiene soluciones para cuando el calor empieza a apretar, sobre todo teniendo en cuenta que muchas de las actividades anteriores discurren en pueblos de interior. Por eso también puede ser una buena idea ir a un parque acuático, como el de Amarante. El parque acuático de montaña más grande de la Península Ibérica ofrece piscinas y atracciones para todas las edades, además de un complejo en el que alojarse y piscinas en las que simplemente tumbarse a pasar la tarde al sol.

El Natur Waterpark, en Vila Real, tiene una gran zona de parque acuático, aunque lo más interesante es que también dispone de una pequeña zona de parque de aventura, por lo que es una opción ideal para fines de semana en los que el tiempo sea algo inestable o en los que queramos hacer un poco de todo.