Las Rías Baixas son una ventana abierta al mar y la naturaleza. Las comarcas que conforman este completo ―y turístico― destino del sur de Galicia se encuentran repletas de idílicos rincones convertidos en auténticos balcones que miran al horizonte o a cualquier otro punto de interés. Desde los más elevados a aquellos situados en primera línea, sus vistas nos permiten ser espectadores en primera persona de toda la riqueza paisajística, histórica y patrimonial de cada zona.
Desde O Baixo Miño a la península do Barbanza, en esta pequeña lista os acercamos algunos de los miradores con las panorámicas más espectaculares de las Rías Baixas. Puntos estratégicos a lo largo y ancho de la provincia de Pontevedra ―algunos incluso más allá de ella― que en la mayoría de los casos se acompañan de de rutas de senderismo que culminan en sus cimas y suponen el plan perfecto para los amantes de los planes al aire libre.
Mirador Pedra da Ra (Ribeira)
Uno de los miradores más septentrionales de esta lista lo encontraremos en el municipio coruñés de Ribeira, a pocos metros del Castro do Monte da Cidá. Este curioso balcón a las Rías Baixas es conocido con el sobrenombre de Pedra da Ra debido a la curiosa forma que reflejan las rocas suspendidas a unos 15 metros de altura en el lugar. Desde este punto, situado a unos 190 metros sobre el nivel del mar, se puede obtener una de las panorámicas más completas del sur de Galicia: desde la costa y ensenada de Corrubedo y gran parte del Parque Natural, hasta el horizonte del océano Atlántico la desembocadura de la ría de Arousa y la comarca do Salnés.
Mirador de Monte Muralla (Rianxo)
La balconada de Monte Muralla, en Rianxo, está considerada una de las mejores vistas de todas las Rías Baixas. El mirador en cuestión, conocido también como Pico Muralla y ubicado en los límites con el municipio de Lousame, se eleva a más de 600 metros de altura para obtener una panorámica inigualable que atraviesa toda la costa, desde la ría de Vigo hasta la de Muros e Noia. En esta cima se ubica una amplia pasarela de madera que se mantiene suspendida en el aire que lo ha convertido en uno de los miradores más "instagrameables". La ría de Arousa al completo; Muros e Noia y el Monte Louro; la ría de Pontevedra y Vigo; y las Islas Ons y Cíes son sólo algunos de los rincones que destacan en la panorámica de Monte Muralla. De cara al norte, cuando la climatología acompaña, las torres de la catedral de Santiago de Compostela y el Pico Sacro pueden distinguirse en el horizonte.
Mirador de Siradella (O Grove)
El Mirador de Siradella se encuentra ubicado en el punto más alto del municipio, a unos 165 metros de altitud. Una de las particularidades de este balcón a la comarca do Salnés es que se encuentra divido en dos plataformas diferentes: la primera formada y presidida por una inmensa mole de piedra, y la segunda ubicada sobre la misma, ganando unos metros de altura en la cima anexa. En ambos, desde estas zonas se consiguen unas panorámicas excepcionales que abarcan gran parte del complejo Intermareal Umia-O Grove, la ría de Arousa y el istmo de A Lanzada, y las islas Ons y Cíes como telón de fondo. Además, desde el lugar también parten varias rutas de senderismo que recorren la localidad, como la conocida Ruta dos Lagarteiros.
Mirador de Monte Lobeira (Vilanova de Arousa)
Otro de los imprescindibles en la comarca do Salnés se localiza en el municipio de Vilanova de Arousa, a casi 300 metros de altura sobre el nivel del mar. El mirador de Monte Lobeira es un espacio en el que habitan las historias y leyendas, asentado sobre el lugar que acogió un Castro Lupario y el castillo en el que habría residido Doña Urraca. El mirador de Monte Lobeira tiene una de las vistas más impresionantes de la ría de Arousa, la península do Barbanza y gran parte del valle do Salnés. Además, el lugar se encuentra presidido por una cruz en recuerdo de las víctimas que deja el mar, así como por una placa homenaje del Almirantazgo británico tras la catástrofe marítima en aguas gallegas del buque escuela "Serpent".
Mirador Monte Xiabre (Vilagarcía de Arousa)
Entre los límites de Caldas de Reis, Catoira y Vilagarcía de Arousa se localiza el extenso sistema montañoso que conforma Monte Xiabre. Uno de los picos más altos de Xiabre ―y también de la comarca do Salnés―, conocido como Alto da Meda, está ubicado en la localidad arousana, a más de 640 metros de altura. Desde este mirador natural se puede llegar a obtener una panorámica de 360º grados que recorre todas las direcciones y hasta donde la vista alcanza. Desde la ría de Arousa y gran parte de la comarca do Barbanza, el valle do Salnés y del Umia, todo el trazado urbano y costero de los municipios de la zona, así como las islas del Parque Nacional das Illas Atlánticas de Galicia. Además, todo el lugar está repleto de rutas que recorren los diferentes miradores y picos de Monte Xiabre.
Mirador da Caeira (Pontevedra)
Un cambio de perspectiva nos traslada hasta los límites del municipio de Poio. A una altura de unos 150 metros sobre el nivel del mar, el mirador da Caeira ofrece una de las mejores vistas de la ciudad de Pontevedra: desde el trazado urbano, el Lérez serpenteante o los diferentes puentes que de alguna manera muestran parte de la evolución de la Boa Vila. En el lugar además se localiza una pequeña senda entre pasarelas de madera que recorre un importante conjunto arqueológico de grabados rupestres. También, en toda la zona se pueden encontrar numerosos parques infantiles, zonas verdes y merenderos para poder disfrutar de una completa jornada en familia.
Miradores Monte da Fracha (A Canivouva)
Una imponente red de miradores y áreas de recreo, rutas BTT y 25 kilómetros de itinerarios de senderismo se distribuyen por todo el Parque Forestal del Monte da Fracha. Este entorno natural de la provincia de Pontevedra se encuentra repartido entre los límites territoriales de Marcón, Tomeza y A Canicova, a lo largo y ancho de más de 400 hectáreas, y con altitudes que van desde los 200 a los 540 metros. Existen hasta cuatro renovadas balconadas en el Monte da Fracha, siendo la del Couto das Forcadas (A Canivouva) la más alejada y con las vistas más privilegiadas. Desde este mirador se puede llegar a observar parte de la ría de Vigo, desde la ensenada de San Simón, al puente de Rande y las localidades próximas.
Mirador Monte do Faro (Domaio)
Situado a escasos metros del área recreativa Chan da Arquiña, en Domaio (Moaña), se encuentra uno de los miradores más singulares de las Rías Baixas. La balconada está presidida por unas sillas de madera en forma de mano, talladas en motosierra por el artista local Yosi Fervenza. Se trata además de estructuras giratorias que permiten girar en busca de la mejor perspectiva y evitar de ese modo los contraluces. Esta balconada frente a la ría de Vigo ―bajo las antenas del pico de Monte do Faro― se ubica a más de 600 metros sobre el nivel del mar, ofreciendo a sus visitantes una panorámica que se extiende desde el estrecho de Rande, hasta Cabo Home y Silleiro, y con las islas Cíes como telón de fondo en la desembocadura hacia el océano Atlántico.
Mirador de Cabo Home (Cangas)
La "caracola de Cabo Home" se ha convertido en uno de los símbolos más representativos y visitados de la Costa da Vela, en la península do Morrazo. Este balcón al Atlántico se localiza sobre los imponentes acantilados de Donón y regala a todo aquel que llega a sus pies una estampa sobrecogedora de la naturaleza gallega en este punto de las Rías Baixas. El mirador de la Caracola es una obra del escultor Lito Portela, que desde el 2004 forma parte del paisaje ineludible de Cabo Home. En estas vistas al horizonte del Atlántico, destacan sobre todo los archipiélago de las Cíes y Ons en las bocanas de las ría de Vigo y Pontevedra.
Mirador Monte Facho (Cangas)
Siguiendo el trazado de los acantilados da Costa da Vela, incluídos dentro de la Red Natura 2000, el mirador de Monte Facho se encuentra en el extremo más occidental de la península do Morrazo. Se trata de un entorno con un inmenso valor patrimonial, arqueológico y paisajístico, con amplias vistas sobre el estuario de las rías de Vigo y Pontevedra. El lugar acogió un antiguo asentamiento romano del que a día de hoy todavía quedan diferentes vestigios. Destacan los restos del castro de Beróbriga, así como el facho o faro, una construcción del siglo XVII que se especula sirvió como antiguo puesto de vigilancia.
Mirador Campo da Rata (Redondela)
Conocido de manera popular como Campo da Rata, el mirador de Cedeira ofrece una de las panorámicas más conocidas de la ría de Vigo, el puente de Rande y gran parte de la comarca do Morrazo. El mirador se encuentra a más de 250 metros de altura sobre el nivel del mar, en una atalaya en los terrenos del monte de Trasmañó, en Redondela. La instalación del famoso banco en cuya retaguardia puede leerse "Galiza it’s different", supuso un boom de visitas al lugar y miles de fotografías circulando por las redes sociales, convirtiéndolo en uno de los miradores más populares de las Rías Baixas.
Mirador de O Castro (Vigo)
En la ciudad Olívica, O Castro se presenta como uno de los parques con las mejores panorámicas de Vigo sobre la ría. El entorno en su totalidad supone un libro abierto a la historia del municipio, ya que en las laderas de este monte se asentaron los primeros pobladores. Más allá de su interés arqueológico y patrimonial, una de las joyas de este rincón natural en el corazón de Vigo se encuentra dentro de los muros de su fortaleza. Allí, el castillo de O Castro, los jardines y el mirador del mismo nombre conforman uno de los tesoros más visitados de Vigo.
Monte Cepudo y Monte Alba (Valladares)
Los montes de Cepudo y Alba, en Valladares, conforman uno de los anillos verdes más importantes que bordean la ciudad de Vigo. En este espacio se localiza un privilegiado mirador con unas excepcionales vistas de las Rías Baixas: El mirador de Monte Cepudo, ubicado a unos 525 metros de altitud. El horizonte de este balcón natural se encuentra de frente con la ría de Vigo y la isla de Toralla en un primer plano, pero también con el archipiélago de Cíes, o las costas de Nigrán y Baiona, entre otros puntos. El entorno al completo fue dotado hace dos décadas con una decena de esculturas, una de las más conocidas es la Metamorfosis de Remigio Davila: tres piezas que se van transformando hasta convertirse en un instrumento musical.
Mirador de lo pulmones de Chandebrito (Nigrán)
Tras los devastadores incendios que asolaron varias áreas de Nigrán en el año 2017, Chandebrito quiso simbolizar el resurgir de las cenizas de la parroquia con una espectacular obra en una de sus cimas. Así surgió O Rexurdimento una imponente estructura de tres metros de altura realizada con trozos de madera calcinada y que simula dos pulmones negros de los que brota un árbol renacido. El monumento fue creado por el grupo Arte non queimado y supervisada por el escultor Remigio Davila. A día de hoy es uno de los lugares más visitados de Nigrán, proclamándose como uno de los miradores naturales más especiales de las Rías Baixas.
Mirador de Santa Trega (A Guarda)
Al sur de la provincia de Pontevedra, el estuario del río Miño y la frontera con Portugal conforman uno de los paisajes más asombrosos de las Rías Baixas. Uno de los lugares privilegiados desde los que observar esta idílica estampa se ubica en A Guarda, concretamente en el Monte de Santa Tegra, zona de antiguo asentamiento celta desde la que se obtienen unas vistas de 360 grados. Además, más allá de su valor paisajístico, el entorno de Santa Tegra goza de un alto interés patrimonial, ya que en él se ubica el castro, los petroglifos y una ermita datada del siglo XII.
Mirador del Monte Aloia (Tui)
Integrado dentro de la conocida como serra do Galiñeiro, el Parque Natural del Monte Aloia en Tui ―el primero de Galicia, declarado como tal en 1978― se compone de unos 10 kilómetros de sendas y hasta cinco balconadas con extraordinarias vistas sobre el río Miño. El mirador Celta, de la Gran Cruz, González Páramos, de Rafael Areses y el de O Castelo conforman esta red de puntos estratégicos de observación en Aloia. Desde cada uno de ellos se obtienen diferentes perspectivas del entorno, como el valle del Miño y su desembocadura, los montes de Paradanta, el alto de Santa Tegra e incluso la ría de Vigo. Uno de los más famosos es el de mirador de Rafael Areses, un ingeniero forestal que realizó las primeras actuaciones en el parque a principios del siglo XX.