En la frontera entre las provincias de Pontevedra y A Coruña, y perteneciente a la comarca de Tabeirós-Terra de Montes, se encuentra la localidad de A Estrada, un lugar que destaca por su patrimonio señorial y etnográfico ―considerado el municipio de España con mas molinos―, su exquisita sidra y manzanos, así como sus jardines y extensas zonas verdes, entre otros muchos atractivos.
De entre todos ellos hoy queremos destacar el Alto do Castro y su espectacular balconada natural. Desde la cima de este monte, situada a unos 280 metros sobre el nivel del mar, se puede obtener una panorámica perfecta sobre el valle y los meandros del río Ulla, el renovado y antiguo puente de Gundián e incluso el legendario Pico Sacro en el horizonte. Unas vistas que se extienden en todas las direcciones y convierten este punto en uno de los miradores más increíbles de A Estrada.
La cima y el mirador natural
Entre los concellos de Vedra, Boqueixón y A Estrada se extiende un singular macizo geológico. Este terreno montañoso cubre de cuarzo parte de la región formando picos que incluso sobrepasan los 300 metros de altitud. El río Ulla atraviesa parte de este mazico en un punto conocido como Paso da Cova, lugar de unión entre ambas orillas a través de los puentes de Gundián.
En la zona perteneciente a la provincia de Pontevedra y el concello de A Estrada ―concretamente en laparroquia de San Miguel de Castro―, el pico piramidal que conforma el alto do Castro se eleva hasta los 280 metros de altura. El lugar se encuentra coronado por una característica construcción de piedra, sobre una zona cuyos subsuelos albergan los restos de un antiguo poblado castrexo, no perceptibles fuera de algunas murallas y el foso. En la década de los 70 se erigió en este punto un mirador formado por una vivienda que imita los antiguos hogares castrexos.
Más allá de su pasado e historia, sin lugar a dudas lo más espectacular del alto do Castro son sus vistas. El recorrido visual desde la cumbre nos transporta por los meandros del río Ulla y las viejas canteras hasta el cono montañoso que conforma el Pico Sacro en el horizonte. El acceso a esta balconada natural no es del todo sencillo, pero existe una ruta (PR-G 196 Ruta de Castro) que nos permite coronar la cima. La senda da comienzo en los alrededores de la capilla de Nosa Señora das Angustias, avanzando a través del núcleo de Prado y frondosos bosques hasta la parroquia de San Miguel de Castro. Después, el paseo continúa por la ribera del río Ulla hasta el entorno de los puentes de Gundián, donde tras tomar un desvío en ascenso podremos alcanzar el mirador de O Castro.
Otra visita obligada: los puentes de Gundián
Para obtener otra perspectiva diferente del valle y el río del Ulla no podemos dejar de visitar el famoso mirador de Gundián, situado en un enclave único entre dos grandes paredes rocosas de unos 50 metros de caída vertical. Se trata además de un lugar repleto de leyendas, ya que según el relato popular antaño existía en esta zona una gran laguna y un monasterio de templarios del siglo XIV. A día de hoy, cerca del entorno se localiza el Área de recreo del Campo de Gundián, ideal para aquellos que buscan disfrutar de una jornada de desconexión entre historia y naturaleza.
Pero volviendo al mirador, desde esta balconada podremos observar en primer plano el viaducto de Gundián, construido en el año 1958; y el moderno viaducto do Eixo, por donde atraviesa el corredor norte-noroeste del tren de alta velocidad. Este último paso, edificado en el año 2008 y que alcanza los 117 metros de altura, está considerado de interés arquitectónico en España. De hecho, la complejidad y singularidad del proyecto hizo que el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Galicia le otorgase el Premio San Telmo en 2011, que distingue a las obras de ingeniería más representativas y mejor ejecutadas de Galicia.