Situada en el interior de la provincia de Pontevedra, la localidad de Lalín es famosa por su consolidada celebración de exaltación al cocido, una tradición que lleva más de medio siglo invitando cada invierno a cientos de visitantes a degustar los mejores platos de cocido gallego. Sin embargo, más allá de esta fiesta de Interés Turístico, el municipio pontevedrés alberga entre sus límites un impresionante patrimonio cultural, arquitectónico, religioso y civil así como también una inmensa riqueza paisajística. Además, se trata de un enclave íntimamente vinculado al Camino de Santiago, ya que por este punto cruzan dos de las rutas de peregrinación más transitadas: el Camino de Invierno (la alternativa al Camino Francés) y el Camino del Sudeste, también llamado Vía de la Plata.
Dentro del gran patrimonio natural de Lalín, uno de los rincones más singulares que podemos encontrar se localiza a las afueras de la ciudad y es la conocida como Carballeira do Rodo. Se trata de un área recreativa de grandes dimensiones que esconde en su interior un considerable número de carballos centenarios y una curiosa colección escultórica firmada por el arquitecto pontevedrés César Portela. Lo cierto es que los bosques de carballos y castaños constituyen uno de los paisajes boscosos más característicos de Galicia y en este soto lalinense la naturaleza autóctona se encuentra muy bien representada en todo su terreno.
Naturaleza y arte en el corazón de Lalín
La Carballeira de Rodo o Souto de García Sánchez es una de las áreas recreativas más singulares de la provincia de Pontevedra, situada en un entorno semiurbano a las afueras del núcleo urbano de Lalín. Este pequeño entorno natural tiene un carácter especial no sólo porque su superficie alberga una de las plantaciones de castaños y robles más extensas de la zona, sino porque a día de hoy este enclave natural conforma un auténtico espacio museístico al aire libre. Como dato curioso cabe destacar que en sus inicios este bosque autóctono fue plantado con la finalidad de proporcionar madera noble, es decir, aquellas maderas que destacan por su uniformidad, dureza y preciosas vetas.
Más allá de su riqueza botánica, la Carballeira do Rodo dispone en la actualidad de distintas elementos y espacios de ocio repartidos a lo largo y ancho de todo el robledal, entre ellos un parque infantil para uso y disfrute de los más pequeños, un parque biosaludable dirigido al público más mayor y un meredero para compartir con familiares o amigos largas jornadas de relax o diversión en este pulmón verde de Lalín.
Una exposición al aire libre
Uno de los mayores atractivos turísticos de este oasis verde lalinense recae en su particular conjunto escultórico datado del año 2009 y cuyo emplazamiento originario se encontraba en la Carballeira de A Crespa. A día de hoy, esta serie de esculturas realizadas en piedra por el escultor César Portela se pueden observar en la zona más próxima del parque a la Ronda Norte. Uno de los elementos dominantes de esta serie de figuras pétreas es la conocida como "Mesa parroquial", un enorme tablero de forma elíptica, de 33 metros de longitud y 3,5 de ancho, rodeado a su vez de varios bancos de piedra. La intención del artista con esta obra era buscar la confraternidad entre vecinos de las diferentes parroquias de Lalín y que estos encontrasen en este bosque un espacio de convivencia sana para todos.
Pero más allá de esta obra de grandes dimensiones y fama, en este robledal de Lalín también podemos encontrar una serie de esculturas artísticas femeninas y abstractas, todas ellas emplazadas de manera simbólica sobre un gran cubo de hormigón. Una de las más conocidas es "A Fonte", una silueta de bronce que representa a una figura femenina apoyada en una tarima cúbica en el centro de un pequeño estanque rodeado por otro banco de piedra. También el "Pabellón del Agua" es otro de los monumentos más representativos de la Carballeira de Rodo, compuesto por cuatro esculturas de formas fantásticas reposadas del mismo modo sobre un cubo de piedra.