Galicia alberga en todo su territorio más de una treintena de localidades declaradas como Conjuntos Histórico-Artísticos que destacan por sus raíces, historia e identidades propias, pero sobre todo por contar con unos callejeros locales capaces de hacernos viajar hacia otras épocas a través de monumentos, plazas e incluso edificios que todavía hoy conservan su esencia original a la perfección.
En el caso particular de las Rías Baixas, desde el Baixo Miño hasta la comarca do Salnés, podemos encontrar hasta seis municipios que destacan por su enorme riqueza patrimonial entre los que se encuentran villas históricas como las de Baiona, Vigo o Cambados. De hecho, un paseo por el casco antiguo de alguna de estas localidades significa sumergirnos en su historia y descubrir al mismo tiempo el encanto de estos rincones en los que el tiempo parece haberse detenido hace varios siglos atrás.
Tui
Situada al sur de la provincia de Pontevedra, la localidad de Tui conforma uno de los grandes ejemplos de urbe medieval en las Rías Baixas. Dentro de la enorme riqueza histórico-artística que atesora este municipio a orillas del río Miño, en el callejero local resultan especialmente llamativas las muestras de la herencia judía de Tui, entre las cuales se encuentran elementos como la Casa de Salomón, la Menorá de la Catedral o incluso la colección de sambenitos del Museo Diocesano, los únicos conservador de la Inquisición en España.
Además, en el casco antiguo de Tui ―declarado Bien de Interés Cultural (BIC)― destacan monumentos como la catedral-fortaleza de Santa María, un edificio de estilo románico y oxival rodeada de pequeñas avenidas con soportales y templos religiosos como el de San Telmo (único ejemplar barroco-portugués en Galicia) o los conventos de San Francos y As Encerradas. De hecho, este vínculo entre ambas regiones se hace evidente en puntos como el del Puente Internacional sobre el Miño, un nexo de unión por el que cruzan a diario vecinos de uno y otro lado de la frontera y que es utilizado además por los peregrinos que realizan el Camino Portugués hasta Compostela.
Baiona
La localidad de Baiona se sitúa en la zona más meridional del área metropolitana de Vigo y es uno de los destinos más visitados de las Rías Baixas. El año pasado la ciudad fue elegida como el segundo mejor destino sostenible del mundo, siendo la naturaleza y el ecoturismo dos de los grandes atractivos turísticos del municipio. Sobre el conjunto histórico de Baiona, declarado como tal en el año 1993, resulta importante destacar que sus límites conforman un círculo casi cerrado con tres entradas principales: la plaza de Santa Liberta, la del Padre Fernando y el crucero de la Santístima Trindade (uno de los pocos cubiertos con baldaquino que se conservan en Galicia), este último situado en la parte más alta de la villa.
Baiona es también conocida por ser la primera villa que tuvo noticias del descubrimiento de América allá por el siglo XV, momento histórico recordado cada mes de marzo en la multitudinaria Festa da Arribada y a diario en lugares como el barco-museo da Carabela Pinta. Avanzar a través de sus calles empedradas es también toparse de plen con obras de la arquitectura civil tan importantes como el Pazo do Correo, la Colexiata de Santa María o la Fortaleza de Monterreal, una increíble construcción amularrada rodeada de playas paradisíacas.
Vigo
En su faceta más señorial, la localidad de Vigo constituye un auténtico salto a través del tiempo. El kilómetro cero de la ciudad Olívica nos dirige hasta la Puerta del Sol, lugar en el que se localiza uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad, la escultura do Sereo. Desde este punto parte uno de los recorridos monumentales para descubrir el encanto y la historia de Vigo, desde el casco antiguo hasta el ensanche vigués donde se encuentran edificios históricos como Bonín o el Teatro García Barbón. En lo que respecta al callejero local de la zona vieja destacan rincones como el barrio marinero do Berbés, cuya estética y viviendas características con soportales son todo un testimonio vivo de un pasado muy vinculado al mar. También la Rúa dos Cesteiros conforma una de las paradas obligatorias en este recorrido por las raíces vigueses, lugar donde podremos encontrar edificios tan importantes como la Colegiata y Cocatedral de Santa María así como los pazos de Figueroa y de Arines.
Pontevedra
En el año 1951 el casco antiguo de la Boa Vila recibió su distinción de Bien de Interés Cultural debido al enorme patrimonio histórico-artístico que albergaba el corazón antiguo de esta ciudad de las Rías Baixas. Avenidas empedradas entre casas tradicionales y soportales que dirigen al visitante hacia grandes y pequeñas plazas repletas de encanto entre las que destacan la de la Herrería, la Verdura o la Leña. También el patrimonio religioso salpica el callejero local y deja importantes muestras de este tipo de arquitectura en Galicia en forma de templos como la basílica de Santa María a Maior, construida en el siglo XV y que destaca en la actualidad por su fachada plateresca de excelente talla. La iglesia de la Peregrina por su parte representa uno de los templos más emblemáticos de Pontevedra, cuya planta baja recuerda a la silueta de una concha de vieira. Por último, otro de los monumentos más visitados de la ciudad del Lérez son las ruinas del convento gótico de Santo Domingo, el cual acoge en su interior interesantes piezas arqueológicas.
Combarro
La magia de Combarro va más allá de Galicia e incluso ha sido considerado uno de los pueblos con más encanto de España. Su pintoresco callejero repleto de pequeñas plazas, hórreos y cruceiros que miran al mar le confieren una belleza de lo más singular, declarado Bien de Interés Cultural ya en el año 1972. De hecho, este pueblo de Poio cuenta con uno de los cascos antiguos mejor conservados de toda Galicia, formado por una red de calles empedradas dispuestas alrededor de las avenidas San Roque y A Rúa, las dos arterias principales. Las casas marineras presentan un semblante barroco inspirado en la arquitectura popular de los pazos gallegos. Pero sin lugar a dudas, los elementos que más llaman la atención de los visitantes en Combarro son las decenas de hórreos costeros que se reparten por todo el trazado urbano de la villa, uno de los conjuntos más grandes de Galicia.
Cambados
Además de ser conocida como la capital del vino albariño, Cambados constituye un auténtico museo al aire libre esculpido sobre granito. Lo cierto es que esta localidad enmarcada en las Rías Baixas atesora uno de los conjuntos históricos mejor conservados de toda Galicia, declarado Bien de Interés Cultural hace más de dos décadas debido al enorme valor patrimonial de su casco antiguo. En el callejero local destacan rincones tan especiales como las ruinas de Santa Mariña de Dozo (siglo XVI), en palabras de Álvaro Cunqueiro: "el cementerio más melancólico del mundo"; o la emblemática Torre de San Sadurniño, una fortificación de origen medieval situada en el barrio marinero de San Tomé do Mar.
Pero sin lugar a dudas, uno de los monumentos por excelencia de Cambados se localiza en pleno casco antiguo del municipio: la plaza de Fefifñáns constituye un lugar de gran encanto y belleza, formado por conjunto del siglo XVI entre los que destacan un palacete gallego, un arco-puente, la iglesia de San Bieito y una atalaya-mirador también conocida como Torre da Homenaxe. Esta riqueza patrimonial se extiende por el grueso de las calles, salpicadas de pazos señoriales, calles nobles, monumentos y esculturas que mantienen vivo el legado histórico de las tres villas que en su día formaron Cambados.